El hospital Infantil Universitario Niño Jesús de Madrid tiene previsto realizar en un par de meses la remodelación de su Unidad de Terapias Funcionales. El proyecto permite dar un paso más para mejorar la calidad de los servicios prestados teniendo como base la necesidad de la humanización en todos los ámbitos. Se ganará espacio fomentando los habitáculos con luz natural, abiertos y accesibles, y contará con una zona lúdica-terapéutica donde el juego, las terapias, el ejercicio y la tecnología van de la mano para atender a pacientes con enfermedades crónicas complejas.
José Méndez, responsable de la Unidad de Terapias Funcionales del hospital Niño Jesús, explica a ABC que estos cambios son muy necesarios porque van a permitir una mejor relación entre pacientes, médicos y familias. «El niño y sus padres son el centro del proceso terapéutico porque todo lo que los médicos digamos y hagamos, los progenitores deberán continuarlo en casa para el buen desarrollo y mejora de la salud de sus pequeños. Por ello son tan importantes los espacios en los que podamos compartir estos aprendizajes. Si yo trabajo con el niño el rato que acude al hospital puede mejorar, pero si los padres lo hacen durante el resto de la semana el beneficio se multiplica. El espacio con el que contamos en la actualidad no permite una comunicación ni una práctica diariaadecuada de las terapias. Con la remodelación podremos atender a cada paciente de una manera interdisciplinar y, además, se unirán investigadores para poder analizar los progresos de forma más concreta en cada paciente».
Una vida más inclusiva
Explica que atienden a niños de cero a 18 años, la mayoría con patologías crónicas complejas, como neurológicas (congénitas o adquiridas) oncológicas, psiquiátricas. . . que necesitan fisioterapia, logopedia o terapia ocupacional. «Hacemos un abordaje médico, farmacológico y funcional. En cada caso se valora el área motora, el equilibrio, las actividades que hace en su vida diaria. . . de cara a que logre una vida más inclusiva. La mejora no solo va dirigida al paciente, sino a la calidad de vida de toda la familia. Somos una importante guía para los padres, pero ellos son los expertos y los verdaderos agentes terapéuticos», apunta Méndez.
El objetivo, por tanto, es que el entorno impacte directamente en la forma en la que se trabaja con los niños de la Unidad, propiciando un entorno más amigable y cercano que facilite la efectividad de los tratamientos. Habrá también un espacio específico para la Unidad de Investigación con el fin de trasladar la evidencia científica a la práctica clínica y se crearán salas por temáticas terapéuticas con un nuevo acceso, con una sala de espera acristalada, hall a doble altura y espacios luminosos y funcionales.
Esta nueva Unidad de Terapias Funcionales se prevé que comience su remodelación después de estas navidades y esté en funcionamiento en un plazo de once meses.
