La evidencia previa ha demostrado una modesta relación entre las prácticas educativas parentales y la ansiedad social. No se ha explorado, sin embargo, la posibilidad de que dicha relación sea indirecta y se encuentre mediada por factores individuales como la autoestima o la regulación emocional.
Consecuentemente, el objetivo de este estudio ha sido conocer la relación entre las prácticas educativas maternas y paternas y la ansiedad social, testando tanto la vía directa, como la indirecta.
La muestra representativa estuvo compuesta por 2. 060 estudiantes andaluces (47, 7% chicas; Medad=14, 34) que completaron distintos autoinformes.
Los modelos de ecuaciones estructurales confirmaron una relación directa entre las prácticas educativas parentales y la ansiedad social con un bajo tamaño del efecto y también una relación indirecta mediada por la autoestima negativa y la estrategia de regulación emocional, supresión emocional, que consiguió explicar hasta un 49, 1% de la varianza de la ansiedad social.
Las prácticas educativas parentales parecen actuar como un activo familiar que promueve o dificulta el desarrollo de actitudes y competencias fundamentales como son la autoestima o la regulación emocional y, a través de ellas, favorece o previene la aparición de problemas como la ansiedad social.
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