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os factores ambientales han demostrado generar efectos negativos en la salud humana, y el ruido que llega a generarse en los entornos urbanizados es un elemento que empieza a ser valorado entre la sociedad científica. Así lo destaca un estudio dirigido por la Unidad de Cambio Climático, Salud y Medio Ambiente Urbano del Instituto de Salud Carlos III, demostrando que el ruido urbano puede ser un factor de riesgo para los ingresos urgentes por trastornos mentales.El estudio, publicado en la revista científica Environmental Research, analizó el posible impacto de estos factores ambientales sobre los ingresos hospitalarios urgentes por trastornos mentales en la Comunidad de Madrid entre los años 2013 y 2018. Se realizaron 2.191 observaciones durante el período de estudio, con un total de 67.225 admisiones debido a los ingresos hospitalarios de salud mental de urgencia y lesiones autoinfligidas.
En todos los grupos de edad analizados, los ingresos hospitalarios debidos a trastornos neurológicos diarios del comportamiento y del desarrollo mental presentan una asociación estadísticamente significativa a corto plazo con los niveles de ruido diurno en la Comunidad de Madrid. Por el contrario, no se observó asociación entre este tipo de ingresos hospitalarios urgentes y los niveles de contaminación química del aire.
El porcentaje de admisiones hospitalarias anuales por trastornos mentales ligadas al ruido urbano, según el estudio español, puede llegara a superar el cinco por ciento. Al ser un estudio ecológico, los autores señalan que se necesitan más investigaciones y evidencias para poder hablar de causalidad directa entre ruido y enfermedad.
Los factores ambientales, poco estudiados en España
En España, y tal y como se confirma en la investigación, se han realizado pocos estudios que vinculen diferentes factores ambientales con los ingresos por todas las causas de emergencia. En el caso concreto de la salud mental, no se ha realizado ningún estudio para valorar esta relación con el total de ingresos por trastornos mentales y analizarlos por sexo.
La prevalencia y la incidencia de los trastornos mentales no solo están aumentando en todo el mundo, sino que también se han clasificado como una prioridad mundial de salud pública debido a su impacto en asuntos sanitarios, sociales y económicos. Se calcula que en 2019, cerca de mil millones de personas sufrieron algún tipo de trastorno mental, cifra que asciende a alrededor del 13 por ciento de la población mundial.