Autor/autores:
Robyn L. Moffitt ,Eva Kemps y Thomas E. Hannan
Los estudios actuales apuntaron a medir y modificar sesgos de enfoque para señales de estilo de vida físicamente activas. En el Estudio 1, 136 participantes que, en promedio, cumplieron con las pautas de actividad física completaron una tarea de asociación implícita (IAT) para medir el sesgo de aproximación para palabras que representan un estilo de vida...
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Los estudios actuales apuntaron a medir y modificar sesgos de enfoque para señales de estilo de vida físicamente activas.
En el Estudio 1, 136 participantes que, en promedio, cumplieron con las pautas de actividad física completaron una tarea de asociación implícita (IAT) para medir el sesgo de aproximación para palabras que representan un estilo de vida físicamente activo o inactivo.
Las puntuaciones de sesgo de enfoque fueron positivas en general, lo que indica una motivación implícita para abordar las señales de estilo de vida físicamente activas.
El estudio 2 exploró si los sesgos de acercamiento preexistentes podrían incrementarse utilizando el entrenamiento de acercamiento (emparejando palabras activas principalmente con palabras de acercamiento) o disminuyendo utilizando el entrenamiento de evitación (emparejando palabras activas principalmente con palabras de evitación).
La muestra consistió en 73 participantes que se autoidentificaron como insuficientemente activos y, en promedio, informaron niveles de actividad física que estaban por debajo de las pautas recomendadas.
El sesgo de acercamiento para las señales de estilo de vida físicamente activo fue más fuerte para el grupo de abordaje que para el grupo a evitar en la etapa posterior al entrenamiento. Sin embargo, los efectos del entrenamiento fueron moderados por la fuerza del sesgo de enfoque preexistente; la diferencia de grupo en el sesgo de enfoque fue más evidente entre los participantes con un sesgo de enfoque preexistente moderado o fuerte.
Los resultados son consistentes con los modelos de procesos duales que resaltan la importancia de los procesos no conscientes en el comportamiento e intervención de salud, y sugieren que la modificación del sesgo cognitivo puede ser una vía útil para promover el compromiso con la actividad física.
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