Resumen

La psicosis se considera un factor de riesgo importante para la violencia, pero los estudios muestran resultados inconsistentes. El mecanismo mediante el cual los trastornos psicóticos influyen en la violencia también es incierto. Los autores investigaron si la psicosis incrementó el riesgo de las conductas violentas entre los presos liberados y si el tratamiento redujo este riesgo. También exploraron si los síntomas activos de la psicosis en el momento de la conducta violenta explicaron las asociaciones entre la psicosis no tratada y la violencia.

El estudio de Cohorte de Prisioneros del Reino Unido es un estudio longitudinal prospectivo de seguimiento de presos en la comunidad después de la liberación. Delincuentes adultos de sexo masculino y femenino que cumplen condenas de 2 o más años por un delito sexual o violento fueron clasificados en cuatro grupos: sin psicosis (N = 742), esquizofrenia (N = 94), trastorno delirante (N = 29), y psicosis inducida por drogas (N = 102). Los síntomas de psicosis, incluyendo las alucinaciones, inserción del pensamiento, experiencias extrañas, y delirios de persecución, se midieron antes y después de la liberación. La información sobre la violencia entre la liberación y el seguimiento se recogió a través de registros de auto-informe y de la policía.

Los resultados nos muestran que la esquizofrenia se asocia con la violencia, pero sólo en la ausencia de tratamiento (odds ratio = 3,76, IC 95% = 1,39-10,19). La esquizofrenia no tratada se asoció con la aparición de los delirios de persecución durante el seguimiento (odds ratio = 3,52, IC 95% = 1,18 a 10,52), que se asociaron con la violencia (odds ratio = 3,68, IC 95% = 2,44-5,55). Los efectos mediadores de las ideas delirantes de persecución se confirmaron en los análisis de mediación (? = 0,02, IC 95% = 0,01-0,04). Las conclusiones indican que la aparición de delirios de persecución en la esquizofrenia no tratada explica la conducta violenta. Mantener el tratamiento psiquiátrico después de la liberación puede reducir sustancialmente la reincidencia violenta entre los presos con esquizofrenia. Por lo tanto, una mejor detección y tratamiento de los presos es esencial para prevenir la violencia.

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http://ajp.psychiatryonline.org/journal.aspx?journalid=13

 Abstract

Objective.  Psychosis is considered an important risk factor for violence, but studies show inconsistent results. The mechanism through which psychotic disorders influence violence also remains uncertain. The authors investigated whether psychosis increased the risk of violent behavior among released prisoners and whether treatment reduced this risk. They also explored whether active symptoms of psychosis at the time of violent behavior explained associations between untreated psychosis and violence.

Method.  The U.K. Prisoner Cohort Study is a prospective longitudinal study of prisoners followed up in the community after release. Adult male and female offenders serving sentences of 2 or more years for a sexual or violent offense were classified into four groups: no psychosis (N=742), schizophrenia (N=94), delusional disorder (N=29), and drug-induced psychosis (N=102). Symptoms of psychosis, including hallucinations, thought insertion, strange experiences, and delusions of persecution, were measured before and after release. Information on violence between release and follow-up was collected through self-report and police records.

Results.  Schizophrenia was associated with violence but only in the absence of treatment (odds ratio=3.76, 95% CI=1.39–10.19). Untreated schizophrenia was associated with the emergence of persecutory delusions at follow-up (odds ratio=3.52, 95% CI=1.18–10.52), which were associated with violence (odds ratio=3.68, 95% CI=2.44–5.55). The mediating effects of persecutory delusions were confirmed in mediation analyses (?=0.02, 95% CI=0.01–0.04).

Conclusions.  The results indicate that the emergence of persecutory delusions in untreated schizophrenia explains violent behavior. Maintaining psychiatric treatment after release can substantially reduce violent recidivism among prisoners with schizophrenia. Better screening and treatment of prisoners is therefore essential to prevent violence.