Resumen

Investigaciones recientes han demostrado un impacto significativo de los dominios cognitivos sociales en el funcionamiento del mundo real y el pronóstico de la esquizofrenia. Sin embargo, las correlaciones entre los aspectos específicos de la cognición social, la neurocognición, el CI y los síntomas clínicos no son claras en primer episodio de esquizofrenia. Los investigadores han especulado acerca de los subgrupos cognitivos sociales ya que los pacientes con esquizofrenia parecen ser un grupo muy heterogéneo. Se analizaron a los pacientes con un diagnóstico reciente de primer episodio de esquizofrenia en relación con la teoría de la mente, la percepción social, la neurocognición, el cociente intelectual, y los síntomas clínicos.

Se analizaron los datos de 36 pacientes con primer episodio de esquizofrenia y 36 controles sanos emparejados por edad. Se utilizó el análisis de componentes principales en el grupo de pacientes para examinar la varianza aportada por los diferentes aspectos de la cognición social, la neurocognición, y los síntomas clínicos. Las conclusiones muestran que aspectos complejos de la cognición social explican el 24% de la varianza en el grupo de pacientes. Los otros componentes principales consistían principalmente en aspectos de fácil percepción de la teoría de la mente. La neurocognición y los síntomas clínicos sólo explican una proporción menor de la varianza en el grupo de pacientes. Los resultados implican que los déficits cognitivos sociales en el primer episodio de esquizofrenia se presentan en dos versiones distintas, donde una es una forma compleja, cognitiva relacionado con el CI. La otra versión está relacionada con las formas más simples de la cognición social e independiente del CI. Estas dos formas son comparables a la mentalización implícita y explícita discutida en la literatura de desarrollo. Las dos formas de déficits cognitivos sociales son propensas a requerir intervenciones cognitivas sociales diferentes.

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Background. Recent research has shown a significant impact of social cognitive domains on real world functioning and prognosis in schizophrenia. However, the correlations between specific aspects of social cognition, neurocognition, IQ and clinical symptoms remain unclear in first-episode schizophrenia. Researchers have speculated about social cognitive subgroups since patients with schizophrenia appear to be a very heterogeneous group.

Methods. Patients with a recent diagnosis of first-episode schizophrenia were tested regarding theory of mind, social perception, neurocognition, IQ, and clinical symptoms.

Results. Data from 36 first-episode schizophrenia patients and 36 one to one matched healthy controls were analysed. Principal component analysis in the patient group was used to examine the variance contributed by different aspects of social cognition, neurocognition, and clinical symptoms.

Conclusions. Complex aspects of social cognition explained 24% of the variance in the patient group. The other principal components consisted mainly of aspects of simple perception of theory of mind. Neurocognition and clinical symptoms only explained a minor proportion of the variance in the patient group. The results imply that social cognitive deficits in first-episode schizophrenia come in two distinct versions where one is a complex, cognitive demanding form linked with IQ. The other version is related to simpler forms of social cognition and independent of IQ. These two forms are comparable to the implicit and explicit mentalising discussed in the developmental literature. The two forms of social cognitive deficits are likely to require quite different social cognitive interventions.