Autor/autores:
Hannah E. Jongsma y Peter B. Jones
La esquizofrenia se ha informado desde hace mucho tiempo que es más común en las zonas urbanas, aunque investigaciones recientes sugieren que esta asociación puede no ocurrir en países de bajos y medianos ingresos. Las explicaciones de esta asociación de urbanicidad, entrelazadas con el desorden y la privación socioeconómica, han llevado a las perso...
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La esquizofrenia se ha informado desde hace mucho tiempo que es más común en las zonas urbanas, aunque investigaciones recientes sugieren que esta asociación puede no ocurrir en países de bajos y medianos ingresos. Las explicaciones de esta asociación de urbanicidad, entrelazadas con el desorden y la privación socioeconómica, han llevado a las personas a cuestionar las posibilidades de una asociación causal inversa: las personas con enfermedades tempranas o fuertes responsabilidades se desplazan hacia las ciudades y hacia abajo en la escala social. Pocos estudios diseccionan la vida de la ciudad desde un contexto socioambiental, pero la urbanidad ciertamente está asociada con la cognición y el cerebro. También está surgiendo evidencia de que parte de la responsabilidad de vivir en barrios desfavorecidos está asociada con la genética; es heredable y, además, los genes que confieren responsabilidad a la esquizofrenia pueden estar particularmente involucrados.
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