Investigadores de la Universidad de Rochester (Estados Unidos) han descubierto que los factores sociales y ambientales aumentan el riesgo de padecer trastornos psicóticos en menores, que se pueden convertir en precursores de un diagnóstico de esquizofrenia con el paso del tiempo.
Los hallazgos se han publicado en 'Frontiers in Psychiatry' y, según los autores, durante mucho tiempo se ha entendido que los factores ambientales y socioeconómicos, incluida la disparidad de ingresos, la pobreza familiar y la contaminación del aire, aumentan el riesgo de una persona de desarrollar experiencias similares a las psicóticas.
Sin embargo, ahora han descubierto que esos factores ya se observan desde la infancia. "La investigación anterior se ha centrado en gran medida en los factores biológicos que conducen al desarrollo de los trastornos del espectro de la esquizofrenia, pero ahora sabemos que los factores sociales y ambientales también pueden desempeñar un papel importante en el riesgo y el desarrollo de la esquizofrenia. Y esta investigación muestra que estos factores afectan a las personas desde una edad muy temprana", ha señalado el primer autor del estudio, Abhishek Saxena.
Los investigadores han analizado los datos recopilados de 8.000 niños inscritos en el estudio ABCD. Así, han observado que cuanto más urbano era el entorno en el que vivía un niño (proximidad a las carreteras, casas con riesgos de pintura con plomo, familias en la pobreza y disparidad de ingresos), mayor cantidad de experiencias psicóticas tenían durante un año. Estos hallazgos están en línea con investigaciones anteriores realizadas en adultos jóvenes, pero no se han encontrado así en preadolescentes.
"Es desconcertante que la asociación entre estas exposiciones y experiencias similares a las psicóticas ya esté presente en la niñez tardía. El hecho de que el impacto de estas exposiciones pueda ocurrir ya en la preadolescencia destaca la importancia de la prevención temprana", ha sentenciado David Dodell, autor principal de este estudio.