- En Euskadi, en 2013 se suicidaron 178 personas y esta es la primera causa de muerte en el rango de edad de los 25 a los 34 años
- La primera causa que lleva a una persona al suicidio es la enfermedad mental, el 80-90% de los suicidios consumados lo llevan a cabo personas con problemas graves de salud mental, como la depresión y las psicosis, asegura el psiquiatra José Juan Uriarte, psiquiatra de la red de salud mental de Bizkaia, Osakidetza.
- Si bien es prácticamente imposible erradicar el suicidio, el experto asegura que es posible disminuir el número, y se está trabajando para lograrlo
Bilbao, febrero 2015. El suicidio no es una enfermedad, ni es siempre la consecuencia de una enfermedad. Sin embargo, es un grave problema de salud pública cuyo abordaje ha estado muy condicionado por aspectos culturales y morales, prejuicios y estigma. Por ello, el doctor José Juan Uriarte, psiquiatra de la red de salud mental de Bizkaia, Osakidetza, impartirá esta tarde una conferencia en la Biblioteca Bidebarrieta a las 19.00h, bajo el título Suicido, más que un problema de salud.
La muerte por suicidio constituye en nuestro medio la primera causa de muerte por causas externas, y la primera causa de muerte absoluta en el rango de edad entre los 25 y los 34 años. Según los datos de la OMS, el número de suicidios en el año 2012 fue de 800.000, (una tasa de 11,4/100.000 habitantes), y 8 por cada 100.000 en Euskadi, con 178 suicidios en 2013. En cifras globales el número de suicidios en varones duplica el de las mujeres, aunque en los países occidentales y desarrollados este efecto es aún más marcado, con 3 ó 4 suicidios en varones por cada mujer. Sin embargo el número de suicidios en el mundo se ha reducido ligeramente en la última década. En el estado español, y en Euskadi en particular, la tasa de suicidio se mantiene más o menos estable en los diez últimos años, aun con oscilaciones.
Actualmente no hay estudios suficientes para saber cuáles son los principales factores que lleven al suicido, aunque, hay evidencias razonables de que aspectos como el desempleo y la ruina económica se relacionan con el incremento en el riesgo de suicidio en determinados colectivos, afirma Uriarte. No obstante, el experto asegura que, el mayor factor de riesgo es padecer un problema grave de salud mental, especialmente depresión, psicosis como la esquizofrenia, abuso y dependencia del alcohol. El 80 o 90% de los suicidios consumados en nuestro medio se producen en este contexto.
Entre los factores personales que se asocian a un riesgo mayor de suicidio destacarían ser mayor de 70 años, vivir sólo, padecer una enfermedad mental como la depresión, padecer una enfermedad crónica incapacitante y/o dolorosa. En el lado contrario, ser mujer, sin problemas graves de salud mental, con buenas capacidades de afrontamiento y una buena red social y familiar de apoyo, serían los factores con el riesgo más bajo. Los estudios muestran asimismo que las personas con fuertes creencias religiosas o inquietudes espirituales se suicidan menos.
Uriarte asegura que es, prácticamente imposible erradicar el suicidio, pero sí que se puede actuar para reducir el número de suicidios, al igual que se ha hecho con los fallecimientos por accidentes de tráfico. Para ello, el psiquiatra propone facilitar el acceso a los servicios de salud mental, la mejora de las condiciones socioeconómicas y el apoyo a las familias, la eliminación del estigma asociado a la enfermedad mental en general y al suicidio en particular, implicando a los medios de comunicación. Es importante erradicar el estigma del suicidio, y no pensar que porque no se hable de ello desaparecerá, ya que sucede todo lo contrario, afirma.
Existen otro tipo de intervenciones centradas más en grupos de riesgo, especialmente las personas con enfermedades mentales, y muy especialmente aquellas que ya han cometido tentativas de suicidio previas, ya que este es el mayor factor de riesgo para cometer suicidio.
Mitos e ideas erróneas sobre el suicidio
La OMS las creencias erróneas más comunes acerca del suicidio, y que en muchos casos se convierten en barreras para su adecuada prevención:
1. La mayoría de los suicidios ocurren sin aviso previo.
En realidad la mayoría de los suicidios y tentativas de suicidio son precedidas de señales o avisos
2. Una persona con ideas e intenciones suicidas está resuelta a morir.
La mayoría de las personas con intenciones suicidas son ambivalentes respecto a morir o a vivir. El acceso al apoyo emocional en el momento justo puede ayudar a prevenirlo.
3. Las personas que amenazan con suicidarse no cometen suicidio, es solo para llamar la atención
En muchos casos las personas que alertan de sus intenciones están pidiendo ayuda, a menudo mientras viven situaciones desesperadas, intensa ansiedad y depresión. La diferencia entre la vida y la muerte puede ser que obtengan o no esa ayuda.
4. Las personas que alguna vez intentan suicidarse lo harán siempre en un futuro
Aunque haber intentado suicidarse es un factor de riesgo para un futuro suicidio, las circunstancias que acompañan a un acto suicida no son permanentes y son susceptibles de intervención.
5. Hablar directamente sobre el suicidio o preguntar a una persona explícitamente de sus ideas de suicidio es perjudicial y puede alentar a la persona a cometerlo
El estigma que supone el suicidio es una de las mayores barreras para obtener ayuda y para realizar intervenciones que permitan a la persona hablar de su sufrimiento, su desesperanza y de la manera de afrontarlos y encontrar alternativas.
¿Cuál es el papel de los medios de comunicación en la prevención del suicidio?
Existen evidencias de que la información inadecuada sobre los suicidios, especialmente las que contienen elementos que idealizan o dramatizan el suicidio o implican a personas famosas dan lugar a efectos imitativos, a una especie de contagio (efecto Werther). Se ha descrito también que la forma y contenido de las noticias sobre suicidios puede ejercer un efecto preventivo (efecto Papageno).
En el año 2000 la OMS publicó un documento con recomendaciones para los profesionales de los medios de comunicación para el tratamiento informativo de los suicidios:
- Trabajar estrechamente con los servicios de salud en la presentación de los hechos
- Referirse al suicidio como un hecho consumado, no como algo exitoso
- Presentar los detalles más relevantes en las páginas interiores, no en portada
- Resaltar las alternativas al suicidio
- Proporcionar información acerca de servicios de ayuda y recursos comunitarios a los que recurrir en situaciones de crisis
- Publicitar las señales de riesgo que pueden alertar sobre situaciones potenciales de suicidio
- No publicar fotografías ni notas suicidas
- No informar de detalles específicos sobre el método usado
- No dar razones simplistas
- No glorificar ni tratar de forma sensacionalista el suicidio
- No usar estereotipos culturales o religiosos
- No aportar culpas
La experiencia en aquellos países en los que estas recomendaciones se han implantado de forma consistente (como Austria, por ejemplo), es que un tratamiento informativo adecuado sobre los actos suicidas puede no sólo no producir un efecto contagio, sino tener un valor preventivo.
Sobre Encuentros con la Salud
José Juan Uriarte participará en la conferencia, "Suicidio, más que un problema de salud ", de Encuentros con la Salud. Una iniciativa que busca fomentar, divulgar y promover y organizada de forma conjunta por la Academia de Ciencias Médicas de Bilbao, el diario El Correo, la Facultad de Medicina y Odontología de la Universidad del País Vasco/Euskal Herriko Unibertsitatea, y la agencia especializada Docor Comunicación.