El DSM-IV-TR lo define como una ansiedad y preocupación excesiva que se prolonga más de seis meses y que provoca un malestar clínicamente significativo o un deterioro social. Los síntomas más frecuentes son la inquietud, fatigabilidad, irritabilidad, tensiones musculares, dificultad para concentrarse, alteraciones del sueño, etc. Es decir se trataría de una angustia flotante no crítica o endógena. Se trata de una de las patologías más comunes.