Resumen

El duelo después del suicidio conyugal se ha relacionado con trastornos mentales; sin embargo, se necesita una evaluación integral del efecto del suicidio conyugal. El objetivo de este estudio es determinar si el duelo después del suicidio conyugal estaba vinculado a un riesgo excesivo de resultados de salud mental, físico y social en comparación con la población general y los cónyuges que se encontraban en duelo por otras circunstancias.

Este estudio de cohorte nacional basado en registros realizado en Dinamarca de 6,7 millones de personas mayores de 18 años desde 1980 a 2014 cubrió más de 136 millones de personas-año y comparó a las personas en duelo por el suicidio de un cónyuge con la población general y personas en duelo por otras formas de muerte. Las tasas de incidencia fueron calculadas usando regresiones de Poisson, mientras que se ajustaron las características sociodemográficas y la presencia de trastornos mentales y físicos.

Las principales medidas y resultados fueron; trastornos mentales (cualquier trastorno, estado de ánimo, trastorno de estrés postraumático, ansiedad, trastornos por consumo de alcohol, trastornos por consumo de drogas y autolesión); trastornos físicos (cánceres, diabetes, trastornos del sueño, enfermedades cardiovasculares, enfermedades crónicas de las vías respiratorias inferiores, cirrosis hepática y hernia discal); causas de mortalidad (todas las causas, naturales, no intencionales, suicidio y homicidio); resultados de salud social; y atención médica.

La población total del estudio incluyó 3491939 hombres, de los cuales 4814 estaban en duelo por suicidio conyugal y 3514959 mujeres, 10793 de las cuales estaban en duelo por suicidio conyugal. Los cónyuges que se encontraban en duelo por el suicidio de una pareja tenían mayores riesgos de desarrollar trastornos mentales dentro de los 5 años siguientes a la pérdida (hombres: tasa de incidencia, 1,8; IC del 95%: 1,6-2,0; 1,8) que la población general. También se observaron elevados riesgos para el desarrollo de trastornos físicos, como la cirrosis y los trastornos del sueño, así como el uso de más apoyos municipales, beneficios por bajas médicas y fondos de pensión de invalidez que la población general. En comparación con los cónyuges en duelo por otras formas de muerte, (hombres: tasa de incidencia, 1,7, IC 95%, 1,5-1,9, mujeres: tasa de incidencia, 2,0; IC del 95%: 1,9-2,2), conductas suicidas, mortalidad, y apoyo municipal. Además, se observó un mayor nivel del uso de atención de salud mental.

La exposición al suicidio es estresante y afecta al cónyuge afligido en una amplia gama de resultados. Los riesgos excesivos de los resultados de salud mental, físico y social ponen de manifiesto la necesidad de más apoyo dirigido a los cónyuges que sufren el suicidio.

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