Resumen
Antecedentes:
Las consecuencias del maltrato infantil para la salud mental de los adultos están bien documentadas. El maltrato entre iguales (es decir, la intimidación) también ha mostrado tener efectos negativos a largo plazo. El objetivo fue determinar si estos efectos son sólo debidos a la exposición al maltrato y a la intimidación o si la intimidación tiene un efecto único.
Métodos:
Hemos utilizado los datos del Estudio Longitudinal Avon de Padres e Hijos en el Reino Unido (ALSPAC) y el Estudio Longitudinal Great Smoky Mountains en los EE.UU. (GSMS). En el ALSPAC, los malos tratos se evaluaron como físicos, emocionales o abusos sexuales o la crianza desadaptada severa (o ambos) entre edades de 8 semanas y 8·6 años, según lo informado por las madres en los cuestionarios; la intimidación se evaluó con los informes de los niños de 8, 10 y 13 años utilizando el previamente validado Programa de Entrevistas sobre Amistad y Acoso Escolar. En el GSMS, tanto maltrato como la intimidación se evaluaron varias ocasiones con entrevistas anuales de padres e hijos entre edades de 9 y 16 años. Para identificar la asociación entre maltrato, la intimidación y los problemas de salud mental se realizaron análisis de regresión logística binaria. La variable de resultado primario fue un problema de salud mental en general (ansiedad, depresión autolesión o tendencias suicidas).
Hallazgos:
4.026 niños de la cohorte ALSPAC y 1.420 niños de la cohorte GSMS proporcionaron información sobre victimización por acoso, malos tratos y problemas generales de salud mental. El estudio ALSPAC comenzó en 1991 y la cohorte GSMS inscribió a participantes desde 1993. En comparación con niños que no fueron maltratados o acosados, los niños que sólo fueron maltratados estuvieron en mayor riesgo de depresión en la edad adulta en los modelos ajustados por sexo y por penalidades familiares, de acuerdo con la cohorte GSMS (razón de probabilidad [OR] 4·1, IC del 95% 1·5-11·7). De acuerdo con la cohorte ALSPAC, los que sólo fueron maltratados no estuvieron en mayor riesgo de desarrollar cualquier problema de salud mental en comparación con los niños que no fueron maltratados o acosados. Por el contrario, los que fueron tanto maltratados como acosados estuvieron en mayor riesgo de problemas generales de salud mental, ansiedad y depresión de acuerdo con ambas cohortes y de autolesiones, según la cohorte ALSPAC de comparación con niños neutrales. Los niños que fueron intimidados por sus compañeros solamente tuvieron más probabilidades que los niños que fueron maltratados sólo para desarrollar problemas de salud mental en ambas cohortes (ALSPAC OR 1·6; IC del 95%: 1·1-2·2; p = 0·005; GSMS 3·8, 1·8-7·9, p <0·0001), con diferencias en ansiedad (GSMS OR 4·9; IC del 95% 2·0-12·0), depresión (ALSPAC 1·7, 1·1-2·7) y autolesiones (ALSPAC 1·7, 1·1-2·6) entre las dos cohortes.
Interpretación:
En general, a intimidación por compañeros durante la infancia tuvo efectos negativos a largo plazo peores sobre la salud mental de los adultos jóvenes. Estos efectos no fueron explicados por poli-victimización. Los resultados tienen implicaciones importantes para la planificación de la salud pública y el desarrollo de servicios que hagan frente a la intimidación entre iguales.
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