El entrenamiento de intervalos de alta intensidad en el agua, a menudo llamado HIIT acuático (AHIIT, por sus siglas en inglés) mejora la capacidad de ejercicio en adultos con enfermedades crónicas y tiene un impacto similar al entrenamiento en tierra (LBHIIT), sugiere una investigación publicada en la revista de acceso abierto 'BMJ Open Sport & Exercise Medicine'.
Los investigadores afirman que el AHIIT puede constituir una alternativa segura y valiosa para las personas con enfermedades crónicas que no pueden realizar el LBHIIT.
El HIIT es un tipo de ejercicio de entrenamiento por intervalos que consiste en breves ráfagas de movimientos de alta intensidad seguidos de breves periodos de recuperación con movimientos de menor intensidad.
Se considera que el HIIT tiene más beneficios para la salud que el ejercicio de intensidad moderada para las personas con y sin enfermedades crónicas. Aumenta la capacidad aeróbica y la resistencia al tiempo que ahorra tiempo, lo que lo convierte en una atractiva opción de ejercicio.
El ejercicio en el agua también puede ayudar a aliviar la presión sobre las articulaciones, permitiendo a las personas realizar movimientos que no pueden hacer en tierra, pero existen pruebas contradictorias sobre sus beneficios fisiológicos.
Para investigar el efecto del AHIIT, los investigadores analizaron 18 ensayos que comparaban cómo el AHIIT mejoraba la capacidad de ejercicio de los participantes (medida por el consumo de oxígeno, las pruebas de marcha y las pruebas de aptitud física) con el LBHIIT, el ejercicio de intensidad moderada en el agua (AMICT) o un grupo de control que no hacía ejercicio.
Los ensayos eran de calidad variable, pero los investigadores pudieron evaluar la certeza de las pruebas mediante el reconocido sistema GRADE.
Se incluyeron unos 868 participantes (74% mujeres) que padecían diversas afecciones, como dolor de espalda, artritis, enfermedad pulmonar crónica (EPOC), diabetes tipo 2 y esclerosis múltiple. Algunos participantes padecían más de una enfermedad crónica.
Las diferencias entre grupos se expresaron como diferencias de medias estandarizadas (DME). Por lo general, una DME de 0,2-0,5 indica un efecto pequeño, de 0,5-0,8 un efecto moderado y de 0,8 o más un efecto grande.
Los resultados muestran que la AHIIT mejoró moderadamente la capacidad de ejercicio de los participantes en comparación con la ausencia de ejercicio (DME 0,78) y tuvo un pequeño efecto beneficioso en comparación con la AMICT (DME 0,45), pero no se observaron diferencias en la capacidad de ejercicio de la AHIIT en comparación con la LBHIIT.
Se notificaron menos acontecimientos adversos en la AHIIT que en la LBHIIT, y las tasas de cumplimiento de la AHIIT oscilaron entre el 84% y el 100%.
Se trata de un estudio observacional, y los investigadores reconocen que algunos de los ensayos no incluyeron un evaluador ciego, lo que puede haber afectado a los resultados, y ninguno de los estudios analizó las mejoras a largo plazo en la capacidad de ejercicio o la calidad de vida.
Sin embargo, la estrategia de búsqueda detallada y la inclusión de varias enfermedades crónicas, acontecimientos adversos y adherencia permitieron profundizar en el conocimiento de la AHIIT en diversas poblaciones.
"Un hallazgo clave de este meta-análisis indica que AHIIT puede ser tan beneficioso como LBHIIT, lo que da a las personas con condiciones crónicas otra opción para HIIT eficaz o potencialmente un entorno más exitoso para iniciar y continuar con el entrenamiento de alta intensidad", dicen los investigadores, que añaden que el apoyo natural y la flotabilidad del agua "puede facilitar esta eficacia".
Y sugieren que la investigación futura debe examinar el vínculo entre la capacidad de ejercicio y los resultados clave relacionados con el paciente, las barreras a HIIT y el compromiso independiente en curso para hacer ejercicio.