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Noticia | 30/09/2022

La carrera por las nuevas especialidades y ACE



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Este mes de julio, el Gobierno aprobó el Real Decreto 589/2022, que regula, entre otros temas, el procedimiento y criterios para la propuesta de un nuevo título de especialista o diploma de área de capacitación específica (ACE). Supone un pistoletazo de salida para muchas sociedades que persiguen un reconocimiento oficial a sus especialidades y subespecialidades. Los médicos alaban que ahora hay unas reglas del juego claras, si bien el procedimiento requiere, entre otros requisitos, el apoyo explícito y previsiones de necesidades de siete comunidades.


Para entender su relevancia, hay que retrotraerse al decreto de troncalidad de 2014, que proponía la agrupación de las especialidades en diferentes troncos y regulaba por primera vez las subespecialidades en la figura de las ACE. Uno de los puntos polémicos fue que la norma aprobó, como primer paso para redactar los programas de formación, las especialidades de Psiquiatría Infanto-Juvenil y Genética Clínica, y las ACE de Urgencias, Enfermedades Infecciosas, Neonatología y Hepatología Avanzada. Ni la Sociedad Española de Medicina de Urgencias y Emergencias (Semes) ni la de Enfermedades Infecciosas y Microbiología Clínica (Seimc) estaban satisfechas con las dos primeras subespecialidades, reivindicando que tenían suficiente entidad para ser especialidad.


Criterios técnicos


En 2016, el Tribunal Supremo anuló la troncalidad por falta de información en el apartado económico de la memoria de impacto normativo, sin valorar el contenido. El Consejo Interterritorial decidió separar la regulación de las nuevas especialidades de los troncos.


En 2019, el PSOE presentó a las autonomías el primer borrador del decreto 589/2022, que renunciaba al sistema troncal pero introducía una novedad: unos criterios para las nuevas especialidades, que además servirían para revisar su viabilidad. “Las fórmulas para que a un colectivo se le reconozca una especialidad deben ser administrativas: no por más proposiciones no de ley que se aprueben se va a conseguir una cosa que es solo de categoría administrativa”, explicó a Diario Médico el entonces secretario general de Sanidad, Faustino Blanco.


Según la norma, las peticiones de nuevas especialidades pueden presentarlas la Comisión de Recursos Humanos, donde están las autonomías, o bien las sociedades científicas que acrediten la representación de al menos el 70% de profesionales de esa área. En el caso de las ACE, pueden ser las comunidades o las comisiones nacionales de las especialidades interesadas. 


Tras la solicitud, que debe cumplir diferentes criterios sobre identificación de competencias propias, necesidades y recursos disponibles, el Ministerio de Sanidad tiene seis meses para recabar distintos informes de colegios profesionales, el Consejo de Especialidades de Ciencias de la Salud y de la Comisión de Recursos Humanos y dar respuesta favorable o no (el silencio administrativo se entiende como negativo) de forma motivada.


Las nuevas especialidades y ACE requieren el aval de 7 autonomías, que deben estudiar sus necesidades de profesionales y el presupuesto


Varias sociedades ya están elaborando sus peticiones. Es un trabajo arduo, no solo por toda la información que tienen que reunir, sino también porque, si Sanidad no estima su solicitud, no podrá presentarse una nueva hasta que transcurran cinco años. 


No todas las especialidades han tenido que esperar la nueva norma. Por ejemplo, Medicina Legal y Forense, cuya formación era universitaria, ha podido integrarse en la residencia hospitalaria. Y Psiquiatría Infanto-Juvenil, cuyo reconocimiento quedó frustrado por la anulación de la troncalidad, tendrá plazas en la elección MIR 2023. 


En cambio, Genética Clínica, también reconocida en 2014, debe pasar por el aro. “Estamos trabajando muy intensamente para que no quede ningún fleco suelto en la solicitud”, confirma Encarna Guillén, presidenta de la Asociación Española de Genética Humana. Aunque la norma deja un poco abierto qué información específica hay que aportar en algunos aspectos, “vamos a intentar objetivar al máximo lo que nos pide justificar”.


Alaba que “tener una medida común para todos, que esto no recaiga en voluntades difícilmente explicables, es un paso positivo, aunque tenemos que ver al final cómo se va articulando y va respondiendo a las necesidades que tenemos”.


Pedro Manonelles, de la Junta de la Sociedad Española de Medicina del Deporte, explica que empezaron a trabajar por la adaptación al sistema MIR de la especialidad en el año 2005 (como Medicina Legal, era una de las del ‘régimen de escuela’) y “hemos estado a punto de conseguirlo en varias ocasiones, pero los cambios de gobierno y la anulación de la troncalidad lo han impedido”.


Si la respuesta del ministerio es negativa, la petición de especialidad o ACE no podrá presentarse de nuevo en cinco años


La documentación recopilada es muy diversa, como la adecuación del programa de la especialidad a la actual norma, el censo de especialistas y de médicos que trabajan en Medicina del Deporte sin el título por carecer del sistema de formación, cartas de apoyo de las instituciones relacionadas con la Medicina del Deporte, la implicación de los departamentos de salud, etc. 


Sobre el apoyo de las autonomías, señala que la mayoría está representada en el grupo de trabajo y que “hasta la fecha ninguna ha manifestado rechazo a la reinstauración de la especialidad”, punto importante porque, además del aval explícito de siete comunidades, la mayoría debe aceptar la nueva titulación.


Especialidad vs. ACE


En el caso de Urgencias y Enfermedades Infecciosas, la situación es más delicada, pues hay discrepancias profesionales muy manifiestas por parte de las sociedades de Medicina de Familia e Interna acerca de hasta qué punto tienen entidad para ser nuevas especialidades primarias o, por el contrario, subespecialidades vinculadas a otras ya reconocidas. 


Semes reivindica desde hace años el reconocimiento de la especialidad de Urgencias. Su secretario general, Javier Povar, explica que ya llevan un tiempo trabajando en la solicitud. “Ya está preparada en los aspectos científico técnicos y estamos en diálogo abierto para completar la parte en la que las comunidades tienen que aportar información y reconocer la necesidad de la especialidad en sus autonomías”. Los servicios de salud deben facilitar información como los recursos disponibles para la docencia y presupuestos para estudiar su viabilidad financiera.


En el otro lado, Ana Arbáizar, presidenta de la Comisión Nacional de Medicina de Familia, defiende que, si bien están centrados en la actualización del programa formativo, en principio su planteamiento es que “con el ACE de Urgencias mantendríamos esta visión integral, un profesional polivalente. Tenemos una formación transversal, pero una formación más específica y complementaria mejoraría la calidad y la seguridad, que está entre los criterios del real decreto”. 


En ese sentido, recuerda que “los criterios dicen muy claro que la nueva especialidad debe tener un campo diferenciado y justificado, que no hay otras con esa formación. Y no hemos hecho análisis de los costes, pero quizás sería más eficiente tener un profesional polivalente y con menos tiempo de formación, teniendo en cuenta que ya hay especialistas formados en esas áreas”. La médica de Familia recuerda que “en Europa conviven los dos modelos, así que ambos irían alineados con la normativa europea”.


¿Preocupa que coincidan en el tiempo las peticiones de la especialidad y el ACE de Urgencias? Respuesta idéntica por parte de Povar y Arbáizar: no, porque la decisión en última instancia es del ministerio.


José Miguel Cisneros, portavoz de la Seimc, reivindica que Infecciosas es un campo diferenciado de conocimiento generado en los últimos 40 años y recuerda que, “entre las 10 mayores amenazas para la salud pública mundial seleccionadas por la Organización Mundial de la Salud en 2019 (antes de la covid-19), seis eran enfermedades infecciosas”. Defiende que la especialidad existe en la mayoría de países de renta alta y que en España “hay una amplia red asistencial que cuenta con 107 servicios y unidades específicas distribuidos por las autonomías”, que formarían a las siguientes generaciones.


Juan Antonio Vargas, presidente de la Comisión Nacional de Medicina Interna, argumenta que “este procedimiento de las ACE debe ser considerado como una posibilidad real de adquisición de competencias de alta especialización, con el fin de mejorar la calidad asistencial y la salud de los pacientes. Su concreción es una oportunidad para el entendimiento y el trabajo conjunto de especialidades que permita el acceso a estas áreas a profesionales que las llevan desarrollando desde hace años o a través del sistema MIR”.


Concretamente, Interna está estudiando la petición de ACE en Cuidados Paliativos, Enfermedades Infecciosas y Urgencias. Respecto a Infecciosas, considera que “la creación de un ACE representaría una respuesta más integradora y eficiente a las necesidades de conciliar una atención altamente especializada a la par que integradora y amplia, lo que sin duda contribuirá a dar una buena atención a nuestros ciudadanos y a mantener la sostenibilidad del sistema”. 


Cardiología y Neonatología creen que las autonomías apoyarán la creación de ciertas ACE en función de los perfiles que han intentado establecer


Hay otras peticiones de ACE encima de la mesa menos polémicas. Por ejemplo, Ángel Cequier, presidente de la Comisión Nacional de Cardiología, explica que están trabajando en la petición formal de una ACE de Hemodinámica y Cardiología Intervencionista y otra de Electrofisiología. “Ya existen programas adicionales no oficiales creados por la Sociedad Española de Cardiología hace 20 años”. Alega que cada vez es más frecuente que las autonomías saquen algunas plazas perfiladas: “A las comunidades les interesa que esto salga cuanto antes”.


“Parece que son pocos requisitos, pero si se analiza en detalle, son exigencias muy profundas”, comenta respecto a los criterios. Por ejemplo, a falta de datos de las comunidades, han contactado con los centros de Hemodinámica para hacer un análisis con los profesionales que hay y los que se necesitarían en los próximos 5 años.


Puestos perfilados


Aunque la Asociación Española de Pediatría, que reivindica el reconocimiento de 19 ACE, considera “decepcionante” el decreto por “los requisitos tan difíciles que plantea”, Segundo Rite, tesorero de la Sociedad Española de Neonatología (Seneo), dice que quieren ser optimistas. Reconoce que para que se incluyera Neonatología en la troncalidad les bastó una memoria, mientras que ahora “se pide una serie de requisitos y algunos no están en manos de la Seneo, como la justificación de la necesidad de la ACE por parte de las comunidades”.


No obstante, “hemos visto en últimos años cómo distintas autonomías, dado que ha habido una renovación de equipos en los grandes hospitales, se han puesto a crear perfiles para la cobertura de plazas a través de bolsas de empleo temporal, oposiciones y traslados. Y al mismo tiempo, aunque se han creado estos perfiles, no tener esa formación con titulación oficial ha generado problemas con impugnaciones de los procesos”.


Si bien la duración que tenían en mente era de dos años, por norma solo pueden ser 19 meses como máximo. “Tendremos que encajar la formación de Neonatología que se adquiere durante la residencia de Pediatría de manera que sepamos diferenciarla claramente de la formación específica de la ACE”.


Por norma, las ACE solo pueden tener como máximo 19 meses de duración y no dos años como se establecía antes


Javier Crespo, presidente de la Comisión de Aparato Digestivo, recuerda que ya en 2014 se reconoció la ACE de Hepatología avanzada, a la que querrían sumar otra de Endoscopia avanzada. “Me gusta hablar más de capacitación avanzada que de específica, porque entendemos que el especialista debe tener primero una formación básica”, matiza.


Si bien el decreto “define perfectamente el camino que se ha de seguir para la acreditación de especialidades y ACE”, Crespo pide que se dé más apoyo técnico a la hora de elaborar las propuestas de titulación y los programas. Por otro lado, lamenta que, con la sucesión de los distintos directores de Ordenación Profesional, no hay continuidad y “parece que no hemos hecho nada, pero es que no nos han dejado hacer nada”. En su caso, “presentamos un programa nuevo de Aparato Digestivo hace cuatro años, pero no se han dado por aludidos”. Además, la cercanía de las elecciones generales le hace ser “profundamente escéptico” en cuanto a lo que se pueda hacer en el próximo año.

Los mismos criterios servirán también para redactar un “informe de viabilidad” de las especialidades y ACE, pues los títulos se revisarán, al menos, cada diez años. Muchas de las especialidades tienen programas de más de 15 años (la mayoría se revisaron entre 2006 y 2009), si bien los programas más antiguos, como el de Anestesiología, se remontan a 1996. 


El ministerio indica que "desde hace meses se está procediendo a la revisión de los programas formativos de las especialidades en Ciencias de la Salud. El criterio de prioridad es la antigüedad y la necesidad del SNS.  No obstante, a partir de la publicación del RD 589/2022, de 19 de julio,  se realizarán los informes de viabilidad que indica el RD antes de proceder a la revisión del programa formativo".


Varias comisiones ya se han puesto a ello por su cuenta, a pesar de que Sanidad no les ha dado ningún plazo para revisar su programa de formación, explica Rosa Villalonga, presidenta de la Comisión Nacional de Anestesiología. “Tenemos un borrador muy avanzado, que seguro será acorde con el europeo, publicado en junio. Las competencias serán completamente actuales, basadas en la evidencia y la mejor praxis del momento, homologable en cualquier país europeo y que permitan el reconocimiento, acreditación, intercambio y movilidad de los anestesiólogos en toda Europa”. En cuanto a las ACE, aunque existen diferentes áreas clínicas que potencialmente podrían plasmarse en este tipo de titulación, afirma que se solicitarán una vez aprobado el nuevo programa formativo de Anestesiología.


Acceso a las ACE


Lo que no aclara el decreto y habrá que regular es cómo se va a acceder a las plazas de formación de ACE. La norma se limita a indicar que será a través de órdenes de convocatoria periódicas, que regularán aspectos como las características del proceso selectivo en base al currículo profesional, docente e investigador, los requisitos de las personas aspirantes, el régimen de admisión a la formación, la comisión de selección y sus funciones, la adjudicación de plazas, etc.


A preguntas de Diario Médico, el Ministerio de Sanidad aclara que "no está previsto regular las convocatorias de acceso a un ACE, más allá de lo que disponga la norma que cree dicha área". Además, estas convocatorias no tendrán carácter anual ni requerirán de una prueba de acceso, necesariamente.


De momento, aclara Tomás Toranzo, presidente de CESM, es un aspecto que no se ha debatido en esta normativa. Cree que el sistema de acceso a la formación de ACE “será por méritos fundamentalmente, aunque puede haber alguna prueba”. Pide que se haga atractivo y viable para el profesional, incluso si tiene que irse a otra comunidad para formarse, con convocatorias abiertas. Insta también a definir sus condiciones laborales, como, por ejemplo, algún complemento para que no pierda retribuciones. 


Cequier especula que, aunque hay una serie de criterios transversales, también cada especialidad podría sugerir otros propios. “Podrían tener un papel a la hora de priorizar candidatos el número del examen MIR, los informes de los tutores o incluso el board europeo de Cardiología, que no es obligatorio pero en la práctica se presentan el 70% de los MIR”. 


Como criterios para el acceso, Crespo propone que se demuestre que el profesional tiene competencias básicas para desarrollar posteriormente las de siguiente nivel y que se tenga en cuenta el centro de origen del candidato. “La formación debe ser por necesidad, no por gusto. Uno no debiera formarse para trabajar en un pueblo donde no es necesario que haya hepatólogos”, defiende.


Y es que los servicios de salud tendrán que definir dónde quieren crear estos puestos perfilados en plantilla, si bien Toranzo advierte de que la Ley de Ordenación de las Profesiones Sanitarias indica que las ACE “se podrán utilizar como mérito, no como requisito”.
  

Fuente: Diario Médico
Palabras clave: carrera, ACE, MIR, especialidades
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