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La confabulación en la demencia de Alzheimer en fase leve.
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Autor/autores: Llorente Vizcaíno, Ana Isabel.
,Documento,Neurología General,
Fecha de publicación: 06/02/2014
Artículo revisado por nuestra redacción
Artículo revisado por nuestra redacción
[TESIS DOCTORAL] Universidad: UB. Departamento/Instituto: Personalidad, Evaluación y Tratamiento Psicológico. Área de conocimiento: Ciencias de la Salud.Dirección de la tesis: Bindschaedler, Claire; Jarne Esparcia, Adolfo. Fecha de defensa: 23-05-2008. Resumen: La confabulación es un síntoma clínico que aparece espontáneamente o elicitada por preguntas. Ha sido poco estudiada en la deme...
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[TESIS DOCTORAL] Universidad: UB. Departamento/Instituto: Personalidad, Evaluación y Tratamiento Psicológico. Área de conocimiento: Ciencias de la Salud.Dirección de la tesis: Bindschaedler, Claire; Jarne Esparcia, Adolfo. Fecha de defensa: 23-05-2008.
Resumen: La confabulación es un síntoma clínico que aparece espontáneamente o elicitada por preguntas. Ha sido poco estudiada en la demencia de Alzheimer y además con resultados discordantes. En este trabajo se explora la confabulación espontánea y provocada y se examinan sus relaciones con los procesos mnésicos, semánticoconceptuales, ejecutivos y el funcionamiento cognitivo general con objeto de aportar más información empírica, aclarar si está presente o no, si hay uno o varios tipos de confabulación, la intensidad y el contenido de la misma, cuáles son las preguntas más propicias para hacerlas emerger y la relación que presenta con procesos cognitivos que permita proponer mecanismos explicativos de la misma. Para ello, se amplió el tamaño de muestra de los estudios previos y se realizaron análisis por subgrupos de pacientes. Participaron 33 personas diagnosticadas de demencia de Alzheimer en fase leve y 37 sin demencia, entre 65 y 85 años de edad. Se utilizó una entrevista de confabulación espontánea; una adaptación en español de la entrevista de confabulación provocada de Dalla Barba; una adaptación en español de la prueba de recuerdo libre/facilitado de Grober y Buschke; dos pruebas semántico-conceptuales: una de verificación de enunciados semánticos y otra de clasificación de categorías; la versión en español de la escala de demencia de Mattis con especial mención a dos subescalas de funcionamiento ejecutivo: la iniciación-perseveración y la conceptualización; y una adaptación en español de la escala de anosognosia de Bisiach y cols. Los dos grupos no se diferenciaron en cuanto al sexo y escolaridad, y las diferencias estadísticas en cuanto a la edad no fueron clínicamente relevantes. En promedio, los participantes con demencia de Alzheimer se situaron por debajo de los puntos de corte de los participantes sanos en la mayoría de las medidas obtenidas. Sólo un tercio no presentó confabulaciones espontáneas. A mayor puntuación de confabulación espontánea mayor número de falsos positivos y menor capacidad ejecutiva de conceptualización. Los pacientes hicieron alrededor de un 14% de confabulaciones provocadas, 4 veces más que los participantes sin demencia. Todos presentaron un síndrome amnésico clásico franco con una alteración tanto de los procesos mnésicos de codificación como de recuperación. El 64% se consideraron confabuladores provocados leves. Las confabulaciones provocadas predominaron en las preguntas específicas de la memoria episódica, sobre todo en los confabuladores provocados. Sólo 2 presentaron confabulaciones provocadas de contenido implausible. Paradójicamente, los confabuladores provocados obtuvieron un mejor rendimiento en la prueba de verificación de enunciados semánticos y en la escala de demencia de Mattis. También tenían una tendencia a presentar mejores resultados en la prueba de iniciación-perseveración que los no confabuladores. Aunque los confabuladores provocados no hicieron más intrusiones en la prueba de memoria que los no confabuladores, apareció una relación entre la confabulación provocada y las intrusiones pero sólo del recuerdo facilitado diferido. No en todos los que produjeron confabulaciones provocadas se observó confabulación espontánea. Concluimos que los dos tipos de confabulación son diferentes por presentar procesos neurocognitivos diferentes. En la demencia de Alzheimer en fase leve, tanto en la génesis de la confabulación provocada como en la génesis de la confabulación espontánea, no puede confirmarse un rol específico y único de los procesos de recuperación mnésicos y no puede excluirse el rol que juega la alteración de los procesos mnésicos de codificación y de consolidación. Los resultados muestran la hipótesis de una alteración ejecutiva y del proceso mnésico de verificación en la confabulación espontánea, y no permiten apoyar las hipótesis de una alteración ejecutiva o global en la confabulación provocada. Por otro lado, no podemos seguir considerando como sinónimos a la confabulación provocada y a las intrusiones mnésicas.
Para poder visualizar el texto completo, necesita tener instalado el Adobe Acrobat, si usted no lo tiene puede bajárselo gratuitamente desde la dirección: http://www.psiquiatria.com/enlaces/652
Para más información cosultar: http://www.tdr.cesca.es/
Resumen: La confabulación es un síntoma clínico que aparece espontáneamente o elicitada por preguntas. Ha sido poco estudiada en la demencia de Alzheimer y además con resultados discordantes. En este trabajo se explora la confabulación espontánea y provocada y se examinan sus relaciones con los procesos mnésicos, semánticoconceptuales, ejecutivos y el funcionamiento cognitivo general con objeto de aportar más información empírica, aclarar si está presente o no, si hay uno o varios tipos de confabulación, la intensidad y el contenido de la misma, cuáles son las preguntas más propicias para hacerlas emerger y la relación que presenta con procesos cognitivos que permita proponer mecanismos explicativos de la misma. Para ello, se amplió el tamaño de muestra de los estudios previos y se realizaron análisis por subgrupos de pacientes. Participaron 33 personas diagnosticadas de demencia de Alzheimer en fase leve y 37 sin demencia, entre 65 y 85 años de edad. Se utilizó una entrevista de confabulación espontánea; una adaptación en español de la entrevista de confabulación provocada de Dalla Barba; una adaptación en español de la prueba de recuerdo libre/facilitado de Grober y Buschke; dos pruebas semántico-conceptuales: una de verificación de enunciados semánticos y otra de clasificación de categorías; la versión en español de la escala de demencia de Mattis con especial mención a dos subescalas de funcionamiento ejecutivo: la iniciación-perseveración y la conceptualización; y una adaptación en español de la escala de anosognosia de Bisiach y cols. Los dos grupos no se diferenciaron en cuanto al sexo y escolaridad, y las diferencias estadísticas en cuanto a la edad no fueron clínicamente relevantes. En promedio, los participantes con demencia de Alzheimer se situaron por debajo de los puntos de corte de los participantes sanos en la mayoría de las medidas obtenidas. Sólo un tercio no presentó confabulaciones espontáneas. A mayor puntuación de confabulación espontánea mayor número de falsos positivos y menor capacidad ejecutiva de conceptualización. Los pacientes hicieron alrededor de un 14% de confabulaciones provocadas, 4 veces más que los participantes sin demencia. Todos presentaron un síndrome amnésico clásico franco con una alteración tanto de los procesos mnésicos de codificación como de recuperación. El 64% se consideraron confabuladores provocados leves. Las confabulaciones provocadas predominaron en las preguntas específicas de la memoria episódica, sobre todo en los confabuladores provocados. Sólo 2 presentaron confabulaciones provocadas de contenido implausible. Paradójicamente, los confabuladores provocados obtuvieron un mejor rendimiento en la prueba de verificación de enunciados semánticos y en la escala de demencia de Mattis. También tenían una tendencia a presentar mejores resultados en la prueba de iniciación-perseveración que los no confabuladores. Aunque los confabuladores provocados no hicieron más intrusiones en la prueba de memoria que los no confabuladores, apareció una relación entre la confabulación provocada y las intrusiones pero sólo del recuerdo facilitado diferido. No en todos los que produjeron confabulaciones provocadas se observó confabulación espontánea. Concluimos que los dos tipos de confabulación son diferentes por presentar procesos neurocognitivos diferentes. En la demencia de Alzheimer en fase leve, tanto en la génesis de la confabulación provocada como en la génesis de la confabulación espontánea, no puede confirmarse un rol específico y único de los procesos de recuperación mnésicos y no puede excluirse el rol que juega la alteración de los procesos mnésicos de codificación y de consolidación. Los resultados muestran la hipótesis de una alteración ejecutiva y del proceso mnésico de verificación en la confabulación espontánea, y no permiten apoyar las hipótesis de una alteración ejecutiva o global en la confabulación provocada. Por otro lado, no podemos seguir considerando como sinónimos a la confabulación provocada y a las intrusiones mnésicas.
Para poder visualizar el texto completo, necesita tener instalado el Adobe Acrobat, si usted no lo tiene puede bajárselo gratuitamente desde la dirección: http://www.psiquiatria.com/enlaces/652
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