Hasta un 50 por ciento de los jóvenes puede llegar a sufrir estrés más o menos intenso debido a la incertidumbre respecto al futuro, por desempleo, asunción del propio código de valores o fracasos en las relaciones personales, según Fernando Uribe, jefe de Servicio de Psiquiatría del Hospital Clínico Universitario de Valladolid.
Desde el punto de vista de la salud mental en el colectivo de población joven, una menor percepción de riesgo y su impulsividad, facilitan la adopción de conductas de riesgo, entre las que destacan el uso y abuso de diferentes tóxicos (alcohol, tabaco, cannabis), ha destacado el experto durante el XXVII Curso de Actualización en Psiquiatría, que se han celebrado en Vitoria-Gasteiz.
Si se tiene en cuenta la existencia trastornos psiquiátricos, se considera que pueden estar presentes "entre el 12 y 15 por ciento de los jóvenes, destacando algunos que persisten desde la adolescencia, como son los trastornos de conducta alimentaria (anorexia y bulimia) o el trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH)".
"Otros, pueden comenzar en este periodo como el trastorno bipolar o el grupo de las esquizofrenias, siendo en estos casos difícil de precisar el diagnóstico y pronóstico futuros, así como su estabilidad diagnóstica", ha detallado.
El suicidio es la tercera causa de muerte en jóvenes
En cuanto al suicidio, "tiende a crecer en este grupo etario, llegando a ser la tercera causa de muerte en los jóvenes, con tasas de 3,65 por cien mil habitantes, por ejemplo, en el País Vasco (datos del año 2013)", ha zanjado.
Uribe ha señalado que en la aparición de primeros episodios psicóticos"confluyen una serie de factores", entre los que se encuentra el papel de la genética, "que aporta una mayor o menor vulnerabilidad", la existencia de experiencias tempranas negativas como el maltrato físico o emocional y elconsumo de cannabis.
"El riesgo para tener una psicosis disminuye con la edad, de modo que la incidencia de un primer episodio de psicosis es hasta dos veces y media mayor en los jóvenes que en el adulto", ha asegurado el especialista. Asimismo, ha apuntado que el periodo de los 2 a 5 años tras un primer episodio resulta "especialmente crítico" para el futuro del trastorno.