PUBLICIDAD
La organización de la subjetividad en la neurosis

-
Autor/autores: José Manuel García Arroyo; María Luisa Domínguez López; Pedro Fernández-Argüelles Vinteño; Olga García López.
,Artículo,Interpsiquis-2014,
Artículo |
Fecha de publicación: 30/06/2014
Artículo revisado por nuestra redacción ong>Resumen
En un principio la neurosis fue definida de forma negativa, como aquel trastorno que cursaba sin alteraciones en el organismo, sin lesión demostrable; cuando un paciente no tenía nada era considerado neurótico. Se trata de una concepción que ha perdurado hasta nuestros días, de modo que hay médicos que aún la siguen usando. Para alcanzar una definición positiva hay llegar a Freud, quien reconoce a la neurosis por sus síntomas característicos y por su etiología psicógena, lo que supone un avance extraordinario. La posición que la psiquiatría actual mantiene al respecto es ambivalente pues, a partir de 1980, se la intenta desalojar del cuadro de los diagnósticos. Este deslizamiento se debe a la aparición de los Criterios Diagnósticos, que han acabado con cualquier vestigio del sujeto en nuestra especialidad. Basándonos en los pacientes que atendemos, nuestro recorrido en este trabajo va a consistir en: 1º) pensar la neurosis como una estructura, esto es, como un conjunto organizado que muestra unas características definidas y que va más allá del síntoma, pues este es entendido como un elemento más de la totalidad y, sobre todo, 2º) plantear cómo se organiza la interioridad en la neurosis. En este sentido, aunque se considere que su juicio de realidad es correcto, el neurótico no puede evitar contemplar el mundo exterior de manera subjetiva. Ello nos lleva directamente a una epistemología neurótica en la que fácilmente se produce la confusión entre subjetivo, subjetividad y objetivo, elementos que serán esclarecidos a lo largo de la presentación. ABRIR ENLACE FUENTE
Artículo revisado por nuestra redacción ong>Resumen
En un principio la neurosis fue definida de forma negativa, como aquel trastorno que cursaba sin alteraciones en el organismo, sin lesión demostrable; cuando un paciente no tenía nada era considerado neurótico. Se trata de una concepción que ha perdurado hasta nuestros días, de modo que hay médicos que aún la siguen usando. Para alcanzar una definición positiva hay llegar a Freud, quien reconoce a la neurosis por sus síntomas característicos y por su etiología psicógena, lo que supone un avance extraordinario. La posición que la psiquiatría actual mantiene al respecto es ambivalente pues, a partir de 1980, se la intenta desalojar del cuadro de los diagnósticos. Este deslizamiento se debe a la aparición de los Criterios Diagnósticos, que han acabado con cualquier vestigio del sujeto en nuestra especialidad. Basándonos en los pacientes que atendemos, nuestro recorrido en este trabajo va a consistir en: 1º) pensar la neurosis como una estructura, esto es, como un conjunto organizado que muestra unas características definidas y que va más allá del síntoma, pues este es entendido como un elemento más de la totalidad y, sobre todo, 2º) plantear cómo se organiza la interioridad en la neurosis. En este sentido, aunque se considere que su juicio de realidad es correcto, el neurótico no puede evitar contemplar el mundo exterior de manera subjetiva. Ello nos lleva directamente a una epistemología neurótica en la que fácilmente se produce la confusión entre subjetivo, subjetividad y objetivo, elementos que serán esclarecidos a lo largo de la presentación. ABRIR ENLACE FUENTE