Al encuentro han asistido 300 psiquiatras portugueses y españoles que han analizado, en colaboración con expertos europeos de la ECNP, el futuro del abordaje terapéutico de la depresión.
La depresión tiene consecuencias neurocognitivas incluso después de la remisión.
Barcelona, Octubre de 2018. Estamos entrando en una nueva era en la práctica de la medicina, en general, y de la psiquiatría, en particular. Una era de oportunidades para el tratamiento de la enfermedad mental. Esta ha sido una de las principales conclusiones de la Jornada “Construyendo el futuro en el tratamiento de la depresión”, celebrada este fin de semana en Lisboa.
El Prof. Celso Arango, Jefe de Servicio de Psiquiatría del Niño y Adolescente del Hospital Gregorio Marañón y co-chair del evento, ha hablado de cómo en un futuro cercano la psiquiatría será más técnica, habrá una visión más neurocientífica de enfermedades como la depresión y esto marcará el futuro de su manejo y tratamiento. Una perspectiva, según los expertos, que tiende a la psiquiatría de la prevención y personalización.
Uno de los aspectos que más debate ha generado es si la Neurociencia puede cambiar la práctica clínica.
En opinión del Dr. Eduard Vieta, Profesor de Psiquiatría en la Universidad de Barcelona y Jefe de Servicio de Psiquiatría del Hospital Clínic de Barcelona, no estamos preparados para la verdadera "psiquiatría de precisión", pero es posible la estratificación clínica. Al igual que en Neurología, la Neurociencia traerá más respuestas que soluciones: en muchas condiciones (autismo, anorexia) los tratamientos psicosociales seguirán siendo la piedra angular. “Sin neurociencia la psiquiatría es una psiquiatría descerebrada”, señala el Dr. Vieta.
“La psiquiatría será más técnica y estará basada en la "neurociencia", pero siempre será necesario contar con un médico sensato, empático y experto”, concluye el doctor Vieta.
En este sentido, la doctora Iria Grande, Psiquiatra del Hospital Clínic, confirma que actualmente los biomarcadores y las pruebas farmacogenéticas están ganando relevancia y son cada vez menos costosas, y esto es un avance importante en la práctica clínica psiquiátrica.
Por otro lado, los expertos han analizado la importancia de la cognición en el trastorno depresivo. Entre las conclusiones más destacadas, elDr. Oliveira-Maia, Director de la Unidad de Neuropsiquiatría en Champlinaud Medical
Research and Clinical Centre y Psiquiatra en el Centro Hospitalar de Lisboa Occidental, enfatizó que los síntomas cognitivos de la depresión no reflejan la disfunción neurocognitiva pero sí que la depresión tiene consecuencias neurocognitivas, incluso después de la remisión.
