El 25 de julio de 1875 en Nueva York nacía Margaret Floyd, la mujer que se convertiría en una célebre y exitosa profesional en el campo de la psicología. Aunque se crio en Harlem, estaba acostumbrada a cambiar de residencia constantemente por la profesión de su padre, sacerdote episcopal.
Además, vivía junto a su madre, que procedía de un familia neoyorkina acomodada.
Desde que era muy pequeña, Margaret Floyd mostró un claro interés por el conocimiento y el aprendizaje en general, y sobre la psicología en particular.
A los 15 años Margaret ya estaba graduada de la secundaria y decidió entrar en el Vassar College de Nueva York para estudiar la preparatoria. Tras su graduación decidió irse a la Universidad de Columbia para poder aprender del recién inaugurado laboratorio de psicología que habían implantado y así poder aprender de uno de los psicólogos más prestigiosos de la época: James McKeen Cattell. Sin embargo, las normas y sociedad de la época no admitían todavía a mujeres en las universidades, por lo que se vio obligada a acudir a las clases como oyente.
Al año siguiente, como destacada estudiante que mostraba un gran interés por las clases y animada por Cattell, se apuntó a la Sage School of Phylosophy de la Universidad de Cornell, donde sí fue aceptada y estuvo bajo la tutela de otros de los psicólogos más reconocidos del momento: Edward B. Titchener.
En Cornell Margaret pudo realizar su tesis doctoral sobre las «imágenes visuales en los juicios de distancia táctil y dirección» por lo obtuvo el doctorado, convirtiéndose en la primera mujer en obtener un doctorado en psicología.
Margaret Floyd tuvo que lidiar desde bien temprano con la discriminación de la época y fue claro ejemplo de lucha como mujer que quería acceder a la universidad consiguiendo éxitos tan importantes como su doctorado y alcanzando a ser una de las representantes más célebres dentro del campo de la psicología. Sin embargo, la historia y el tiempo no han dado a conocer su nombre como el de otros grandes profesionales de la época, muestra de la continua discriminación que había entonces y que sigue habiendo en la actualidad.
Dentro de su trayectoria profesional, Margaret destacó por su obra La Mente Animal: Un Libro de Texto de Psicología Comparada (The Animal Mind: A Textbook of Comparative Psicólogy) publicado en 1908. Un libro donde a través de investigaciones a varias especies de animales que estudia el comportamiento de los animales y sus actividades relacionadas con los sentidos y la percepción visual, auditiva, etc.