Los responsables de las políticas de salud predicen que, en última instancia, los nuevos diagnósticos probablemente redefinirán cualquier "trastorno mental" como un "trastorno del circuito cerebral" [1, p.499]. Tal reduccionismo exclusivo no solo descuida el lado sociocultural de la enfermedad neuropsiquiátrica [2], sino que también se basa en una atribuci...
Los responsables de las políticas de salud predicen que, en última instancia, los nuevos diagnósticos probablemente redefinirán cualquier "trastorno mental" como un "trastorno del circuito cerebral" [1, p.499]. Tal reduccionismo exclusivo no solo descuida el lado sociocultural de la enfermedad neuropsiquiátrica [2], sino que también se basa en una atribución causal injustificada. En vista de la naturaleza correlativa de la mayoría de los estudios de neuroimagen, dicha interpretación unidireccional podría basarse en el atractivo "neuroseductivo" de las imágenes cerebrales [2]. Esto podría tener consecuencias importantes, ya que es probable que facilite la transición de una condición de estilo de vida a una enfermedad una vez que se haya descubierto algún correlato neuronal.
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