El riesgo de ciertos trastornos psiquiátricos es elevado entre los inmigrantes. Hasta la fecha, ningún estudio poblacional sobre la salud de los inmigrantes ha abordado los trastornos alimentarios. Examinamos si el riesgo de trastornos alimentarios en los inmigrantes de primera y segunda generación difiere de los nativos daneses y suecos. Se incluyeron todos los individuos nacidos de 1984 a 2002 (cohorte danesa) y 1989-1999 (cohorte sueca) y residentes en el respectivo país en su 10º cumpleaños. Se les siguió para el desarrollo de trastornos alimentarios basados en los datos de pacientes ambulatorios y pacientes hospitalizados.

Los riesgos de todos los tipos de trastornos alimentarios fueron menores entre los inmigrantes de primera generación en comparación con la poblaciones nativas. Los riesgos de proporción de incidencia (intervalo de confianza del 95%) fueron 0.39 (0.29, 0.51) para la anorexia nerviosa, 0.60 (0.42, 0.83) para la bulimia nerviosa , 0,62 (0,47; 0,79) para otros trastornos alimentarios en Dinamarca y 0,27 (0,21, 0,34) para la anorexia nerviosa, 0,30 (0,18, 0,51) para la bulimia nerviosa y 0,39 (0,32, 0,47) para otros trastornos alimentarios en Suecia. Del mismo modo, los inmigrantes de segunda generación de ambos padres tenían un menor riesgo, mientras que aquellos con un solo padre nacido en el extranjero no.

La disminución del riesgo de trastornos alimentarios entre los inmigrantes es opuesta a lo que se ha observado en otros trastornos psiquiátricos, particularmente en la esquizofrenia. Las posibles explicaciones incluyen la mezcla de factores socioculturales y la baja detección en la atención sanitaria.

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