Artículo |
28/09/2015
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ong>Resumen
La baja frecuencia cardíaca en reposo es un correlato fisiológico bien replicado del comportamiento agresivo y antisocial en niños y adolescentes, pero si la baja frecuencia cardíaca en reposo aumenta el riesgo de violencia y otras conductas antisociales y de toma de riesgos en la edad adulta todavía no se ha estudiado en muestras representativas. El objetivo de este estudio es estudiar la asociación predictiva de frecuencia cardíaca en reposo con la criminalidad violenta y no violenta y con las lesiones mortales y no mortales, debido a los asaltos y lesiones no intencionales en la población.
Se realizó un estudio de datos de varios registros nacionales suecos de 710 264 hombres suecos en la población general nacidos entre 1958 a 1991, con un seguimiento de hasta 35,7 años. Los datos de los resultados estaban disponibles y analizado desde el 1 de enero de 1973, hasta el 31 de diciembre de 2009. Se midió la frecuencia cardíaca en reposo, junto con la presión arterial en las pruebas de la conscripción militar obligatoria a una media (SD) de edad de 18,2 (0,5) años. Las principales medidas y resultados fueron las condenas violentas y no violentas y los tratamientos médicos o muertes debidas a agresiones y lesiones no intencionales.
En los modelos ajustados para covariables físicas, cardiovasculares, psiquiátricas, cognitivas y socioeconómicas, en comparación con 139 511 hombres en el quintil más alto de la distribución de la frecuencia cardíaca en reposo (?83 latidos / min), 132 595 hombres con el quintil más bajo (tasa corazón ?60 latidos / min) tuvo un 39% (IC del 95%, 35% -44%) mayor probabilidad de ser declarado culpable de crímenes violentos y un 25% (IC del 95%, 23% -28%) mayor probabilidad de ser condenados por delitos no violentos. El riesgo correspondiente fue 39% mayor para las lesiones de asalto (IC del 95%, 33% -46%) y para las lesiones no intencionales (IC del 95%, 38% -41%). Además el ajuste para la aptitud cardiorrespiratoria en un subgrupo de 572 610 hombres con datos de una prueba de ejercicio no redujo las asociaciones. Asociaciones similares se encontraron entre la presión arterial sistólica baja y la criminalidad violenta y no violenta y por lesiones de asalto cuando se estudió la presión arterial sistólica en lugar de la frecuencia cardíaca en reposo en más de 1 millón de hombres.
Entre los hombres, la baja frecuencia cardíaca en reposo en la adolescencia tardía se asoció con un mayor riesgo para la delincuencia violenta, la delincuencia no violenta, la exposición al asalto y lesiones no intencionales en la edad adulta. La mayor parte de estos resultados se replicaron con la presión arterial sistólica baja. La frecuencia cardíaca en reposo y otras medidas autonómicas merecen mayor estudio en el desarrollo y la prevención de la violencia y la conducta antisocial.
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http://archpsyc.jamanetwork.com/journal.aspx
Abstract
Importance. Low resting heart rate is a well-replicated physiological correlate of aggressive and antisocial behavior in children and adolescents, but whether low resting heart rate increases the risk of violence and other antisocial and risk-taking behaviors in adulthood has not been studied in representative samples.
Objective. To study the predictive association of resting heart rate with violent and nonviolent criminality and with fatal and nonfatal injuries owing to assaults and unintentional injuries in the population.
Design, Setting, and Participants. We conducted a study of data from several Swedish national registers on 710?264 Swedish men in the general population born from 1958 to 1991, with a follow-up of up to 35.7 years. Outcome data were available and analyzed from January 1, 1973, through December 31, 2009. Resting heart rate was measured together with blood pressure at mandatory military conscription testing at a mean (SD) age of 18.2 (0.5) years.
Main Outcomes and Measures. Violent and nonviolent criminal convictions and medical treatments or deaths owing to assaults and unintentional injuries.
Results. In models adjusted for physical, cardiovascular, psychiatric, cognitive, and socioeconomic covariates, compared with 139?511 men in the highest quintile of the distribution of resting heart rate (?83 beats/min), 132?595 men with the lowest quintile (heart rate, ?60 beats/min) had a 39% (95% CI, 35%-44%) higher hazard of being convicted of violent crimes and a 25% (95% CI, 23%-28%) higher hazard of being convicted of nonviolent crimes. The corresponding hazard was 39% higher for assault injuries (95% CI, 33%-46%) and for unintentional injuries (95% CI, 38%-41%). Further adjustment for cardiorespiratory fitness in a subset of 572?610 men with data from an exercise test did not reduce the associations. Similar associations were found between low systolic blood pressure and violent and nonviolent criminality and for assault injuries when systolic blood pressure was studied instead of resting heart rate in more than 1 million men.
Conclusions and Relevance. Among men, low resting heart rate in late adolescence was associated with an increased risk for violent criminality, nonviolent criminality, exposure to assault, and unintentional injury in adulthood. Most of these results were replicated with low systolic blood pressure. Resting heart rate and other autonomic measures merit further study in the development and prevention of violence and antisocial behavior.
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JAMA Psychiatry
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