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Fatiga mental digital: cómo las pantallas están afectando tu cerebro sin que te des cuenta

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Noticia | Fecha de publicación: 10/10/2025
Artículo revisado por nuestra redacción

Vivimos conectados casi las 24 horas del día. Teléfonos, ordenadores, tablets, relojes inteligentes... La tecnología nos rodea, pero también nos exige un nivel constante de atención. Este ritmo digital, lejos de ser neutro, está teniendo consecuencias directas en nuestro cerebro y nuestra salud mental. La llamada fatiga mental digital se ha convertido en...



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Vivimos conectados casi las 24 horas del día. Teléfonos, ordenadores, tablets, relojes inteligentes... La tecnología nos rodea, pero también nos exige un nivel constante de atención. Este ritmo digital, lejos de ser neutro, está teniendo consecuencias directas en nuestro cerebro y nuestra salud mental. La llamada fatiga mental digital se ha convertido en uno de los grandes retos del bienestar psicológico contemporáneo.



¿Qué es la fatiga mental digital?



La fatiga mental digital es un estado de agotamiento cognitivo y emocional que surge tras una exposición prolongada o ininterrumpida a dispositivos electrónicos. No se trata solo de cansancio físico o visual: implica una sobrecarga del sistema atencional, una reducción en la capacidad de concentración y una sensación general de saturación mental.



Según un estudio de la American Psychological Association (APA, 2023), el 60% de las personas reconoce sentirse más mentalmente agotada tras jornadas intensas frente a pantallas, incluso si no realizan actividad física. La constante multitarea digital —revisar correos, atender notificaciones, cambiar de aplicación— fuerza al cerebro a realizar microcambios de foco que, acumulados, consumen una gran cantidad de energía mental.



El impacto de las pantallas en el cerebro



Sobrecarga cognitiva



El cerebro humano no está diseñado para procesar múltiples fuentes de información de forma simultánea. Cada vez que cambiamos de tarea —por ejemplo, de un mensaje de WhatsApp a un documento de trabajo— se activa el coste de cambio cognitivo. Investigaciones de la Stanford University (Ophir et al., 2022) demostraron que las personas que hacen multitarea digital frecuente tienen más dificultades para filtrar información irrelevante y mantener la concentración.



Alteración de los ritmos circadianos



La exposición prolongada a la luz azul de las pantallas inhibe la producción de melatonina, la hormona que regula el sueño. Esto genera insomnio, fatiga acumulada y, en consecuencia, una menor capacidad cognitiva al día siguiente. La National Sleep Foundation (2023) advierte que usar pantallas durante la hora previa al sueño puede reducir hasta un 23% la eficiencia del descanso.



Reducción de la memoria y la atención sostenida



Un exceso de estímulos digitales afecta la memoria de trabajo, que es la que usamos para mantener y manipular información a corto plazo. Estudios del King’s College London (2021) encontraron una relación entre el uso intensivo de redes sociales y una menor capacidad de atención sostenida, especialmente en adultos jóvenes.



Estrés y sobreestimulación emocional



El flujo constante de información —noticias, mensajes, alertas— mantiene al cerebro en un estado de alerta continuo. La Organización Mundial de la Salud (OMS, 2022) señala que esta sobreexposición puede activar de manera repetida el eje hipotalámico-pituitario-adrenal, relacionado con la respuesta al estrés, incrementando los niveles de cortisol.



Consecuencias psicológicas de la fatiga mental digital



Los efectos no son solo neurológicos, sino también emocionales y conductuales:





  • Irritabilidad y cambios de humor.





  • Disminución de la motivación y productividad.





  • Sensación de vacío o saturación mental constante.





  • Dificultad para disfrutar del tiempo libre sin estímulos digitales.





  • Aislamiento social y deterioro de las relaciones interpersonales.





A largo plazo, mantener este nivel de estimulación puede contribuir al desarrollo de ansiedad, depresión leve y síntomas de burnout digital.



Cómo reducir la fatiga mental y cuidar la salud digital



El objetivo no es eliminar la tecnología, sino usar las pantallas de forma más consciente y saludable. Estas pautas se apoyan en la evidencia de programas de bienestar digital y neurociencia aplicada:



1. Establece límites claros de uso



Define horarios sin pantallas, especialmente antes de dormir y durante las comidas. La Digital Wellness Foundation (2023) sugiere aplicar la “regla 20-20-20”: cada 20 minutos, mirar un punto a 20 pies (6 metros) durante 20 segundos para descansar la vista y el cerebro.



2. Practica microdescansos cognitivos



Incorpora pausas breves cada hora para desconectar la mente. Salir al aire libre, estirarte o simplemente respirar profundamente ayuda a reiniciar el foco atencional.



3. Prioriza actividades sin pantallas



Dedica parte del día a actividades analógicas: leer en papel, caminar, practicar deporte o conversar sin dispositivos. Estas experiencias estimulan el sistema dopaminérgico natural del cerebro, reduciendo la dependencia digital.



4. Desactiva notificaciones no esenciales



Cada alerta interrumpe el flujo cognitivo. Según la Harvard Business Review (2022), quienes limitan sus notificaciones aumentan su productividad hasta en un 30%.



5. Cuida tu higiene del sueño digital



Evita pantallas al menos una hora antes de dormir. Si es necesario usarlas, activa el modo nocturno o usa filtros de luz azul. Dormir bien es el mejor antídoto contra la fatiga mental acumulada.



Hacia un equilibrio entre tecnología y bienestar psicológico



La tecnología no es el enemigo: es una herramienta que, usada con equilibrio, puede mejorar nuestra vida. El reto está en recuperar el control sobre nuestro tiempo y atención, priorizando la calidad de nuestras experiencias frente a la cantidad de estímulos recibidos.



Cuidar nuestra salud digital es, en última instancia, cuidar nuestra mente. Aprender a pausar, desconectar y reconectar conscientemente con el entorno no solo previene la fatiga mental, sino que también fortalece nuestro bienestar psicológico y emocional.



 



Referencias bibliográficas



 




  • American Psychological Association. (2023). Digital Stress and Mental Health Report.


  • Ophir, E., Nass, C., & Wagner, A. (2022). Cognitive control in media multitaskers. Stanford University.


  • National Sleep Foundation. (2023). Screen Time and Sleep Health.


  • King’s College London. (2021). Digital Media Use and Cognitive Function in Young Adults.


  • Organización Mundial de la Salud. (2022). Mental Health and the Digital Environment.


  • Harvard Business Review. (2022). Digital Distraction and Productivity.


  • Digital Wellness Foundation. (2023). Healthy Screen Time Guidelines.


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