Una de las áreas médicas en las que las aplicaciones para móviles han tenido un mayor desarrollo en los últimos años han sido la de la salud mental. Básicamente, se ha intentado llevar al espacio de la comunicación a distancia algunas de las intervenciones tradicionales en el mundo de la psicología y la psiquiatría, como el apoyo al paciente, la terapia cognitivo conductual o incluso la psicoterapia estructurada.
Este tipo de propuestas, relativamente populares en Estados Unidos, ofrecen la posibilidad de que un usuario pueda conectarse con su móvil para tratar su caso con un profesional, incorporarse a un programa de terapia, o contactar con otros pacientes en su misma situación para generar dinámicas de apoyo recíproco.
Las cinco aplicaciones más populares son las siguientes, desde las más sencillas y generalistas hasta las más cercanas al ámbito clínico.
Calm. Se ofrece en varios idiomas, y se considera la número uno en el área de la meditación, el control del estrés y la ayuda al descanso. Se basa en consejos, imágenes y sonidos, que componen unas sesiones de meditación de 3 a 25 minutos. Permite que se puedan programar para distintos momentos del día, y ofrece también clases impartidas por expertos internacionales. Sus creadores afirman que ayuda a reducir la ansiedad, el estrés y mejorar la pauta de sueño. Tienen cerca de 100 millones de usuarios en todo el mundo.
HeadSpace. También trabaja el área de la meditación y el manejo del estrés, y es una de las que tienen mejor valoración de sus propios usuarios. Es una especie de compañero para las jornadas habituales, y aporta varias guías con consejos prácticos de relajación, ejercicios de respiración y habilidades atencionales. Permite un uso grupal, e incorpora una función llamada "SOS" para momentos concretos de pánico, ansiedad o estrés.
Noom. Tiene la particularidad de que está orientada a la pérdida de peso a través de una mejora en la motivación psicológica. Su lema es “Creemos que la pérdida de peso duradera comienza en la mente”. Ofrece una serie de 10 pequeños cursos creados por un equipo de médicos, psicólogos, nutricionistas y entrenadores personales que se pueden completar al ritmo de cada usuario. Además, añade funcionalidades para el registro de lo que se come, recetas, ejercicio físico o consumo de agua. Se centra en temáticas relacionadas con la psicología de la pérdida de peso, la alimentación consciente, la autoexperimentación, la salud emocional, la toma de decisiones y el cuidado personal.
TalkSpace. Ofrece acceso a un equipo de terapeutas autorizados, a quienes se puede recurrir a través del teléfono móvil, tanto para mantener sesiones con ellos como para remitirles mensajes de texto, audio o video. Se presenta como una herramienta “de alta calidad” que brinda atención a problemas de salud menta, para cualquier persona mayor de 13 años. Afirman disponer de más de un millón de usuarios activos. Para acceder, se ha de contestar un cuestionario previo que es el que condiciona la asignación del terapeuta, que se compromete a contestar cualquier mensaje al menos una vez al día, 5 días a la semana. Algunos seguros de salud norteamericanos lo incluyen entre sus planes de reembolso, y sus promotores afirman que esta app es tan eficaz como la terapia presencial.
BetterHelp. También está centrada en la terapia. Dispone de un directorio de 20.000 terapeutas asociados, que están acreditados y cubren una amplia gama de áreas, desde depresión y ansiedad hasta terapia familiar y de pareja. El usuario ha de completar un cuestionario mediante el que se le asigna un profesional según sus necesidades y preferencias, y ambos se pueden reunir en una "sala de terapia" segura y privada donde se pueden intercambiar mensajes en cualquier momento. También se puede programar una sesión semanal para hablar mediante videollamada o teléfono.
El auge durante la pandemia
Igual que ocurrió en el ámbito general de la asistencia sanitaria a distancia -la telesalud como tal- los servicios relacionados con la salud mental experimentaron en Estados Unidos un enorme auge durante la pandemia. Fundamentalmente, por dos factores. De un lado, por la dificultad de acceder a recursos presenciales debido a las medidas de aislamiento. De otro, por el aumento constatado de la incidencia de problemas relacionados principalmente con la ansiedad, el sueño o la sintomatología depresiva.
Todas estas aplicaciones mencionadas vieron como aumentaban sus descargas y el número de sus usuarios activos mensuales, que en la terminología técnica se denominan MAUs. Hay que tener en cuenta que la mayor parte de los servicios que ofrecen en Estados Unidos y otros países son de pago, tanto disponer de los módulos de aprendizaje como, especialmente, el acceso a recursos profesionales de utilización particular.
Pero así como ya se ha descrito que los servicios de telesalud están experimentando un descenso en su utilización tras la parte crítica de la pandemia (como comentamos en esta sección en el artículo “Las preferencias de los pacientes por la telesalud tras la pandemia”), parece que está ocurriendo lo mismo con este tipo de aplicaciones. Recientemente, la consultora especializada Apptopia, que realiza un seguimiento del número de descargas y usuarios de todo tipo de apps, ha presentado datos que lo demostrarían.
Según tal análisis, el número de nuevas primeras descargas de estas aplicaciones se acaba de situar en unos niveles incluso inferiores a los de idéntico mes de 2019, y bastante por debajo del que se registró en los años 2020 y 2021, cuando se produjo la verdadera eclosión. El descenso es mucho más acusado en el MAU, que llegó a ser de cerca de 250 millones de personas para este conjunto estudiado (entendiendo que una misma puede ser usuaria de varias aplicaciones) en junio de 2020, para estimarse en algo menos de 70 millones actualmente.
Por tipos de aplicaciones, nos encontramos con que HeadSpace y Noom tienen las caídas más pronunciadas del grupo. Las nuevas descargas totales del último mes analizado de estas dos apps son las más bajas desde 2016 y 2018, respectivamente, años en los que ofrecían muchos menos servicios y eran productos mucho menos maduros.
La única excepción a este descenso es el de la aplicación BetterHelp, que, como ya se ha comentado, ofrece un directorio de acceso a servicios de terapia que se retribuyen directamente mediante honorarios, una plataforma para acceder a profesionales. El costo de la terapia a través de este canal oscila entre los 60 y los 90 dólares por semana, aunque puede ser mayor según la disponibilidad y preferencia de elección sobre determinados terapeutas. Una sesión de terapia presencial en Estados Unidos puede costar más de 150 dólares por 45 minutos. Además de un mejor precio de la terapia a distancia, BetterHelp incluye la opción de intercambiar con el profesional mensajes de texto, video y audio ilimitados.
