El Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud acaba de constituir la Comisión de Salud Digital. Se trata de un órgano permanente que, según ha informado el Ministerio de Sanidad, “tiene el objetivo de contribuir a la cogobernanza con las CC. AA. en esta materia y facilitar la adopción de acuerdos que aseguren la congruencia e interoperabilidad de los proyectos e iniciativas por parte de las distintas administraciones públicas”.
El reglamento del Interterritorial ya establecía desde hace años que “El Consejo podrá acordar la creación de cuantas Comisiones y Grupos de trabajo considere necesarios para la preparación, el estudio y desarrollo de las cuestiones sometidas a su conocimiento”.
En este sentido, la nueva comisión es bastante similar a las que vienen funcionando desde hace años, como la de Recursos Humanos o la de Farmacia. Son permanentes, de manera que no se crean para analizar un asunto concreto, sino para marcar una línea de actuaciones prolongadas en el tiempo. Pero como las demás, no son comisiones que tengan capacidad para adoptar decisiones, sino que se limitan a preparar aquello que deba tratar el Consejo. Al igual que las referidas a otras materias, se espera de ella que pueda elaborar informes, hacer estudios, o pautar la puesta en común de aquellas líneas de trabajo que corresponde ejecutar a los distintos servicios autonómicos de salud.
La importancia de la comisión es, no obstante, bastante relevante. Por primera vez se trabajarán en el seno del Consejo Interterritorial las cuestiones relativas a la Salud Digital, con esa denominación y con una metodología institucional pareja a la que se emplea para otras dimensiones relevantes del Sistema Nacional de Salud, como son los recursos humanos o la farmacia.
Como antecedente, se puede recordar que en agosto de 2020, y como fruto de una reorganización del Ministerio de Sanidad, se creó la Secretaría General de Salud Digital, con la encomienda de “abordar los proyectos de modernización, innovación, mejora y transformación del Sistema Nacional de Salud (SNS) a la luz de los nuevos retos derivados de la pandemia por COVID-19, en particular los relacionados con la salud digital y los sistemas de información. Asimismo, le corresponde la realización de actividades tendentes a la traslación de la innovación y avances de la investigación al Sistema Nacional de Salud, sin perjuicio de las competencias atribuidas al Ministerio de Ciencia e Innovación y a las comunidades autónomas”, según se comunicó oficialmente por el Gobierno en aquel momento.
No es lo de menos la introducción del concepto de “salud digital” en la estructura del Ministerio y del Consejo. Es verdad que el Sistema Nacional de Salud ha desarrollado diversos planes de utilización de tecnologías digitales, pero no con el alcance que ahora se puede percibir en el horizonte. Años atrás, el llamado “Programa Sanidad en Línea” puso en marcha unas áreas de colaboración entre el ministerio, las comunidades autónomas y el ente Red. es que permitió avanzar en varias áreas. Entre ellas, el establecimiento de sistemas de identificación y autenticación de usuarios y profesionales del Sistema Nacional de Salud (SNS) (tarjeta sanitaria), la historia clínica digital y despliegue completo del servicio de Receta Electrónica Interoperable en la totalidad del SNS.
Todo este grupo de innovaciones, sin duda valiosas, han llevado no obstante un curso muy desigual en los diferentes servicios autonómicos de salud, y en el fondo tienen que ver con la propia operatoria a la que está obligada el sistema, como es identificar a sus usuarios (para lo que se necesita la tarjeta sanitaria) y proporcionarles asistencia (para lo que es imprescindible el modelo de historia clínica y la receta electrónica).
Podríamos decir, por tanto, que estas primeras etapas de incorporación de lo digital, que se han prolongado durante un par de décadas, a lo que se han dedicado es a mejorar la función intramuros del sistema sanitario. Lo que ahora plantea el concepto de salud digital es abarcar con soluciones tecnológicas una mayor cantidad de actividades que lleguen de manera más directa a los pacientes, y sean capaces de resolver no sólo los procedimientos, sino lo que implica propiamente a los objetivos de salud.
Cómo está compuesta.
La Comisión estará compuesta por el secretario general de Salud Digital, Información e Innovación del SNS y un representante de cada Consejería de las comunidades y ciudades autónomas. El esquema de participación es idéntico al de otras comisiones del Consejo, y por eso se espera que el modelo de funcionamiento sea muy similar. Consistirá fundamentalmente en coordinar iniciativas y elaborar planes, con una pauta de reuniones constantes.
Está todavía por conocerse el nivel y atribuciones funcionales de los representantes de las CC. AA. , puesto que no en todas ellas se puede identificar un responsable de salud digital en su organigrama. En algunos lugares ya se han creado estas direcciones específicas, mientras que en otros se atribuyen estas funciones a quienes son los responsables de los sistemas de información e infraestructuras IT.
La Comisión de Salud Digital va a contar con dos subcomisiones: la Subcomisión de Servicios y Tecnologías para la Salud Digital, de nueva creación, y la Subcomisión de Sistemas de Información, que ya existía con anterioridad y que ahora pasa a denominarse Subcomisión del Sistema de Información del SNS. Es decir, se aprecia una intención de separar la parte de gestión interna (sistemas) de la parte de servicios de base tecnológica, donde se puedan alojar los referidos a los nuevos desarrollos en materia digital.
Además, un borrador de Plan
Además, recientemente se ha presentado ante el Consejo Interterritorial un borrador de la llamada "Estrategia de Salud Digital", elaborado por la Secretaría General de Salud Digital. No se conocen los detalles exactos del documento, pero se ha informado de que esta primera versión del texto servirá para abrir un proceso de consulta y observaciones, inicialmente por los responsables de los servicios autonómicos de salud.
A pesar de que no se ha conocido el detalle del documento, el Ministerio ha informado que la Estrategia se enfoca, fundamentalmente, hacia tres objetivos estratégicos principales.
Primero, se persigue “capacitar e implicar a las personas en el cuidado de su salud” y facilitar su relación con los servicios sanitarios así como maximizar el valor de los procesos para un mejor desempeño y rendimiento del sistema sanitario público, apoyando el trabajo de los profesionales y la gobernanza de las organizaciones.
Segundo, trabajar para “adoptar políticas de gestión y gobierno de los datos” que permitan disponer de una información interoperable y de calidad y crear un Espacio Nacional de Datos de Salud para la generación de conocimiento científico y la evaluación de los servicios.
Tercero, “adecuar la evolución del SNS a las exigencias de la sociedad actual”, aplicando políticas de innovación orientadas a lo que denominan "Medicina 5P" (Poblacional, Preventiva, Predictiva, Personalizada y Participativa).
La Estrategia se estructura en tres grandes líneas de actuación: el desarrollo de servicios sanitarios digitales orientados a las personas, a las organizaciones y a los procesos que integran el sistema de protección de la salud, la generalización de la interoperabilidad de la información sanitaria, y el impulso a la analítica de datos relacionados con la salud y el sistema sanitario.
Está previsto que se desarrolle en el período de 2021 a 2026, vinculado de manera fundamental con la ejecución de los fondos asociados al mecanismo de "Ayuda a la Recuperación para la Cohesión y los Territorios de Europa (REACT-EU)" y al "Mecanismo de Recuperación y Resiliencia".
