Autor/autores:
S. Weibel , O. Menard, A. Ionita...(et.al)
El déficit de atención con o sin trastorno de hiperactividad (TDAH) es uno de los trastornos neuropsiquiátricos más frecuentes y afecta al 2–4% de los adultos. A diferencia de muchos países europeos, la identificación y el manejo del TDAH en adultos sigue siendo poco desarrollada en Francia y es un tema de controversia. Esta revisión proporci...
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El déficit de atención con o sin trastorno de hiperactividad (TDAH) es uno de los trastornos neuropsiquiátricos más frecuentes y afecta al 2–4% de los adultos. A diferencia de muchos países europeos, la identificación y el manejo del TDAH en adultos sigue siendo poco desarrollada en Francia y es un tema de controversia.
Esta revisión proporciona una actualización práctica sobre el conocimiento actual sobre el TDAH en adultos para profesionales de habla francesa que tienen que detectar o manejar pacientes adultos con TDAH.
El TDAH se clasifica como un trastorno del neurodesarrollo en la actualización reciente de la clasificación internacional de diagnóstico. Si bien los síntomas y el deterioro debido al TDAH son con frecuencia graves durante la infancia, a menudo evolucionan a medida que los niños crecen, con discapacidades frecuentes y persistentes en la edad adulta.
En la edad adulta, la presentación clínica, como en la infancia, involucra la tríada de síntomas de falta de atención, hiperactividad e impulsividad. Sin embargo, se observan diferencias: la hiperactividad se internaliza con mayor frecuencia, los síntomas de falta de atención pueden estar enmascarados por síntomas de ansiedad o estrategias de compensación de tipo obsesivo.
El TDAH a menudo se diagnostica durante la infancia, pero no es raro que el diagnóstico se realice más tarde. La imposibilidad de reconocer los síntomas que provocan un diagnóstico erróneo o, alternativamente, los factores de compensación bien desarrollados podrían ser dos razones subyacentes del retraso prolongado hasta el diagnóstico. Otros síntomas, como la desregulación emocional o los síntomas relacionados con la función ejecutiva, generalmente también se observan en adultos.
Además, en adultos, el TDAH a menudo se asocia con otros trastornos psiquiátricos (en el 80% de los casos); Esto hace que el diagnóstico sea aún más difícil. Estos trastornos abarcan un amplio espectro, desde trastornos del estado de ánimo (unipolar o bipolar) hasta trastornos de ansiedad y otros trastornos del desarrollo neurológico y trastornos de la personalidad, especialmente trastorno de personalidad límite y antisocial. Los trastornos por uso de sustancias son muy comunes, ya sea como consecuencia de la impulsividad y la desregulación emocional o como un intento de autotratamiento. Los trastornos del sueño, especialmente el síndrome de piernas inquietas y la hipersomnolencia, podrían compartir mecanismos fisiopatológicos comunes con el TDAH.
El TDAH y los síntomas relacionados con la comorbilidad son responsables de un deterioro funcional grave, en varios ámbitos, lo que lleva a consecuencias académicas, sociales, vocacionales y familiares. También se debe considerar el impacto en otros trastornos psiquiátricos como un factor agravante. La considerable discapacidad y la peor calidad de vida entre los adultos con TDAH justifican una evaluación y gestión óptimas.
El procedimiento de diagnóstico para el TDAH entre adultos debe ser sistemático. Una vez que se realiza el diagnóstico positivo, la evaluación permite la caracterización de los niveles de gravedad y deterioro a nivel individual. Un examen completo también debe evaluar las condiciones médicas asociadas con el TDAH, para brindar atención personalizada.
En los últimos años, se ha traducido y validado un número creciente de herramientas de evaluación en francés que proporcionan una amplia gama de entrevistas estructuradas y cuestionarios estandarizados de autoinforme para la evaluación de los síntomas básicos y asociados del TDAH, las comorbilidades y el deterioro funcional.
El tratamiento del TDAH en adultos es multimodal y tiene como objetivo aliviar los síntomas, limitar la carga de la enfermedad y controlar las comorbilidades. Los enfoques psicológicos más relevantes y validados son la psicoeducación, la terapia cognitivo-conductual y las "terapias de tercera ola" con un enfoque específico en la regulación emocional. La remediación cognitiva y la neurofeedback son estrategias prometedoras que aún están en evaluación. Los medicamentos, especialmente los psicoestimulantes, son efectivos para aliviar los síntomas del TDAH con un efecto de gran tamaño. Su seguridad y tolerancia son satisfactorias, aunque su beneficio clínico a largo plazo aún está en discusión. En Francia, el metilfenidato es el único estimulante disponible para el tratamiento del TDAH. Desafortunadamente, no hay autorización para su uso entre adultos, excepto en la continuación después de la adolescencia. Por lo tanto, la receta, que está sujeta a las regulaciones sobre narcóticos, está fuera de etiqueta en Francia.
Este artículo tiene como objetivo proporcionar consideraciones prácticas para el tratamiento del TDAH y los trastornos asociados en adultos, en este contexto francés particular.
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