Autor/autores:
Peter Tyrer
La clasificación de los trastornos del estado de ánimo y de la personalidad se ha vuelto innecesariamente complicada. Se ha empantanado por subcategorías bien intencionadas pero inútiles que desconciertan la voluntad de los médicos para hacer juicios útiles. La respuesta es pensar que los trastornos bipolares, depresivos y de personalidad constituyen un ...
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La clasificación de los trastornos del estado de ánimo y de la personalidad se ha vuelto innecesariamente complicada. Se ha empantanado por subcategorías bien intencionadas pero inútiles que desconciertan la voluntad de los médicos para hacer juicios útiles.
La respuesta es pensar que los trastornos bipolares, depresivos y de personalidad constituyen un espectro de severidad y no preocuparse demasiado por las etiquetas individuales. También sería útil evitar la quimera diagnóstica del trastorno límite de la personalidad, una condición que desafía la clasificación adecuada.
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