El papel de las trayectorias de inseguridad alimentaria en la configuración de los problemas emocionales y de conducta de los niños
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Autor/autores: Jun-Hong Chen, Jesse J. Helton, Wei-Cheng Liu...(et.al)
Artículo revisado por nuestra redacción
El riesgo de que los niños desarrollen problemas emocionales y de conducta aumenta significativamente en contextos de inseguridad alimentaria. Sin embargo, todavía no está claro si esta relación varía al considerar que la inseguridad alimentaria puede cambiar a lo largo del tiempo. Abordar esta brecha de conocimiento es crucial para identificar qué patron...
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El riesgo de que los niños desarrollen problemas emocionales y de conducta aumenta significativamente en contextos de inseguridad alimentaria. Sin embargo, todavía no está claro si esta relación varía al considerar que la inseguridad alimentaria puede cambiar a lo largo del tiempo. Abordar esta brecha de conocimiento es crucial para identificar qué patrones específicos de inseguridad alimentaria representan el mayor riesgo para el bienestar emocional y conductual de los niños, y de este modo diseñar estrategias de prevención más efectivas.
Este estudio utilizó datos del Panel Study of Income Dynamics Main Study y del Child Development Supplement, dos de las bases de datos longitudinales más relevantes en Estados Unidos. Se examinaron las asociaciones entre las trayectorias de inseguridad alimentaria y los problemas emocionales y de conducta infantil mediante modelos de regresión binomial negativa, aplicados con Growth Mixture Modeling. Para fortalecer la inferencia causal, se incorporó el método de ponderación por puntaje de propensión generalizado, lo que permitió reducir sesgos relacionados con factores sociodemográficos y económicos.
Los hallazgos revelaron que los niños que crecieron en un contexto de seguridad alimentaria sostenida a lo largo del tiempo presentaron el menor riesgo de desarrollar problemas emocionales y de conducta. Por el contrario, se observó que un alto nivel inicial de inseguridad alimentaria se asocia con un mayor riesgo de dificultades emocionales y conductuales, incluso si la situación mejora con el tiempo. De manera preocupante, el riesgo en estos casos fue tan alto como en aquellos niños cuya inseguridad alimentaria empeoró progresivamente durante el periodo de estudio.
Estos resultados subrayan que la seguridad alimentaria constante funciona como un factor protector esencial para la salud emocional y conductual de los niños. Asimismo, sugieren que, una vez que los niños han estado expuestos a altos niveles de inseguridad alimentaria, las consecuencias negativas en su desarrollo pueden persistir, aunque las condiciones materiales mejoren posteriormente.
En este sentido, el estudio enfatiza la importancia de implementar intervenciones tempranas para mitigar los efectos de la inseguridad alimentaria en la infancia y, al mismo tiempo, reforzar los sistemas de protección social que prevengan su deterioro. Evitar que la inseguridad alimentaria se cronifique y brindar apoyo oportuno a las familias vulnerables no solo reduce el riesgo de problemas emocionales y conductuales, sino que también constituye una inversión clave en el desarrollo integral de los niños.
En conclusión, este trabajo aporta evidencia sólida de que garantizar una seguridad alimentaria estable es fundamental para el bienestar psicológico y conductual infantil, lo que abre nuevas oportunidades para orientar políticas públicas y programas de salud comunitaria hacia la prevención.
Resumen modificado por Cibermedicina
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