Investigan cómo el estrés influye directamente en la inflamación cardíaca temprana en las mujeres

Las mujeres, a diferencia de los hombres, con altos niveles de estrés psicosocial muestran signos de cambios tempranos en el tejido cardíaco asociados con enfermedades cardiovasculares.

Al respecto, un reciente estudio, realizado por expertos de la Universidad de McGill (EEUU), investigó sobre las diferencias de género en la asociación entre el estrés percibido y las características del tejido miocárdico, evaluadas mediante resonancia magnética cardiovascular, y sopesó la contribución de la carga psicosocial, incluyendo el cuidado de personas y la percepción de la posición social.

"Desde un punto de vista epidemiológico, sabemos desde hace aproximadamente dos décadas que el estrés es un factor de riesgo importante para la salud cardiovascular en las mujeres.

En este caso, nuestro objetivo principal es comprender cómo el estrés afecta fisiológicamente al corazón", explicó la Dra. Judy Luu, profesora adjunta de la División de Investigación Clínica y Traslacional de la Facultad de Medicina de McGill e investigadora principal del estudio.

Para su trabajo, publicado en la revista 'Circulation' los investigadores examinaron resonancias magnéticas cardíacas de 219 participantes adultos divididos en dos grupos, aproximadamente la mitad de los cuales eran mujeres.

Las resonancias magnéticas midieron dos marcadores (llamados T1 y T2) en el músculo cardíaco, que se relacionan con signos de enfermedad cardíaca. Además de datos demográficos y fisiológicos básicos, también recopilaron información como el estrés percibido, la responsabilidad del cuidado en el hogar y el apoyo emocional percibido.

En ambos grupos, las exploraciones de las participantes que reportaron alto estrés psicosocial revelaron valores significativamente más altos para uno de los marcadores (T1) que las de las participantes con bajo estrés.

También se observó una diferencia significativa en las participantes para el segundo marcador (T2), solo en el grupo de riesgo. En ambos casos, no se observó diferencia significativa entre los participantes masculinos con alto y bajo estrés.

Aunque los valores de T1 y T2 no superaron los umbrales clínicos para valores anormales, según la prof. Luu, seguían siendo elevados, "lo que requiere mayor investigación". Añadió que, a largo plazo, "los valores más altos auguran un peor pronóstico".

En síntesis, el estrés psicosocial se asoció con cambios miocárdicos subclínicos tempranos en las participantes femeninas, pero no en los masculinos, lo que sugiere vías específicas del sexo que vinculan el estrés con la remodelación miocárdica temprana.

Estos hallazgos respaldan la integración de factores psicosociales en la evaluación del riesgo cardiovascular en mujeres. 

"Las investigaciones indican que existen diferencias biológicas en la forma en que las mujeres manejan físicamente el estrés", afirmó la prof. Luu.Los investigadores explicaron que la próxima fase de la investigación se centrará en los marcadores sanguíneos y otras explicaciones biológicas, como las hormonas. 

Asimismo, el equipo espera que la investigación pueda conducir a nuevas intervenciones para mejorar la salud cardíaca de las mujeres.