Autor/autores:
Sara Nowakowski; Karen A Matthews; Roland von Känel...(et.al)
La investigación sugiere que los trastornos del sueño están asociados con niveles elevados de inflamación. Algunas pruebas indican que las mujeres pueden ser particularmente vulnerables; los niveles aumentados de biomarcadores inflamatorios con trastornos del sueño se observan principalmente entre las mujeres. La mediana edad, que abarca la transición de l...
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La investigación sugiere que los trastornos del sueño están asociados con niveles elevados de inflamación. Algunas pruebas indican que las mujeres pueden ser particularmente vulnerables; los niveles aumentados de biomarcadores inflamatorios con trastornos del sueño se observan principalmente entre las mujeres. La mediana edad, que abarca la transición de la menopausia, generalmente se informa como un tiempo de sueño deficiente. Probamos si las características del sueño peor medido objetivamente se relacionaban con un perfil inflamatorio más pobre en mujeres de mediana edad.
Doscientas noventa y cinco mujeres perimenopáusicas y posmenopáusicas de entre 40 y 60 años completaron 3 días de actigrafía de la muñeca, monitoreo de sofocos fisiológicos, cuestionarios (por ejemplo, cuestionario de riesgo de apnea del sueño de Berlín) y un análisis de sangre para la evaluación de marcadores inflamatorios, incluyendo C- proteína reactiva (CRP), interleucina-6 (IL-6) y antígeno del factor von Willebrand (VWF). Las asociaciones de sueño objetivo (actigrafía) con marcadores inflamatorios se analizaron en modelos de regresión. La eficiencia del sueño se transformó de forma inversa. , raza / etnia, educación, índice de masa corporal, riesgo de apnea del sueño, evaluación del modelo homeostático (una medida de resistencia a la insulina), presión arterial sistólica, colesterol de lipoproteínas de baja densidad y actividad física.
En modelos separados que controlan por edad, raza / etnia y educación, la menor eficiencia del sueño se asoció con una mayor IL-6 [b (SE) = .02 (.10), p = .003] y VWF [b (SE) = .02 (.08), p = .002]. Más minutos despiertos después del inicio del sueño se asoció con mayor VWF [b (SE) = .12 (.06), p = .01]. Los resultados persistieron en modelos multivariables.
Una menor eficiencia del sueño y más minutos de sueño después del inicio del sueño se asociaron de forma independiente con niveles circulantes más altos de VWF. La menor eficiencia del sueño se asoció con niveles circulantes más altos de IL-6. Estos hallazgos sugieren que los trastornos del sueño están asociados con una mayor inflamación circulante en mujeres de mediana edad.
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Goldberg y Stephen M. Stahl. Prologo de Alan F. Schatzberg. Durante las últimas cuatro décadas, l...
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