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El equipo valoró si la aplicación del tratamiento de las apneas del sueño en pacientes que las padecen y que al mismo tiempo presentan hipertensión refractaria puede bajar o normalizar la presión arterial. Para la realización de este estudio se han analizado 194 pacientes y a la mitad de ellos se les aplicó únicamente el tratamiento antihipertensivo, mientras que a la otra mitad, de manera adicional a este tratamiento, se les aplicó el de las apneas del sueño.
El grupo que recibió simultáneamente los dos tratamientos tuvo un descenso notable de la presión arterial, algo que no ocurrió con aquellos pacientes a los que solo se les aplicó el tratamiento hipertensivo, según ha explicado el doctor Masa. Según este especialista, el estudio demuestra que "hay un nuevo tratamiento disponible para disminuir la presión arterial y el riesgo cardiovascular en el gran grupo de pacientes con hipertensión más grave".
La hipertensión es una enfermedad muy frecuente que afecta a más de 600 millones de personas en todo el mundo, lo que representa entre un 25 y un 30 por ciento de las personas adultas, y sus consecuencias causan más de 3 millones de muertes en todo el mundo.
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