Un estudio del Georgia Institute of Technology (Estados Unidos) ha encontrado que la variabilidad en el tiempo de sueño de noche a noche y la reducción de su calidad afectan adversamente la capacidad de los adultos mayores para recordar información sobre eventos pasados.
El trabajo, publicado en la revista 'Frontiers in Human Neuroscience', también ha encontrado diferencias raciales inesperadas en el tipo de patrones de sueño relacionados con un menor rendimiento de la memoria entre los participantes de la investigación afroestadounidense más jóvenes y mayores.
Aunque se necesitarán más investigaciones para confirmar los resultados del estudio piloto, los hallazgos podrían ayudar a abrir una nueva área de investigación dirigida a comprender la conexión potencial entre el sueño deficiente y la disminución de la memoria asociada con el envejecimiento. Y el estudio, que incluyó a 50 adultos del área de Atlanta (Estados Unidos), también subraya la importancia del sueño para mantener un buen funcionamiento cognitivo.
Los voluntarios fueron evaluados cuidadosamente para descartar a aquellos que tenían un deterioro cognitivo leve u otros factores potencialmente confusos. Los adultos más jóvenes fueron reclutados en el rango de edad de 18 a 37 años, mientras que los adultos mayores tenían entre 56 y 76 años. Finalmente, 50 adultos fueron seleccionados para el estudio.
A los participantes se les colocaron acelerómetros en las muñecas para medir la duración y la calidad del sueño durante un período de siete noches. Aunque no midieron las ondas cerebrales, los dispositivos permitieron que las mediciones del sueño se realizaran en las propias casas de los participantes. Los investigadores buscaron proporcionar una medida más realista que las pruebas realizadas en los laboratorios del sueño, que típicamente duran solo una noche.
Después, se les pidió que visitaran un laboratorio para una prueba de memoria que midió la actividad de las ondas cerebrales de electroencefalografía (eeg) mientras intentaban recordar los pares de palabras que se les habían mostrado anteriormente. No es sorprendente que el mejor desempeño se correlacione con un mejor sueño en la mayoría de los adultos mayores.
Pero sí lo es que la relación entre el sueño deficiente y la actividad cerebral relacionada con la memoria se extendiera tanto a los participantes negros mayores como a los más jóvenes, algunos de los cuales eran universitarios. El estudio ha evidenciado que los adultos negros dormían 36 minutos menos que otros adultos, lo que se tradujo en una disminución del 12 por ciento en la actividad cerebral relacionada con la memoria. En una noche promedio, los adultos negros del estudio pasaron 15 minutos más tiempo despiertos después de dormirse que los demás participantes.