Resumen
Los jóvenes con trastornos de conducta disruptiva (DBD) (trastorno de conducta y trastorno de oposición desafiante) tienen un riesgo elevado para la agresión reactiva maladpatativa. La teoría sugiere que esto se debe a una sensibilidad elevada de circuitos básicos de amenaza implicada en la venganza (amígdala / gris periacueductal) en jóvenes con DBD y bajos niveles de rasgos insensibles no emocionales y actividad reguladora disfuncional en la corteza prefrontal ventromedial en los jóvenes con DBD con independencia de rasgos insensibles-sin emociones. Un total de 56 jóvenes de 10-18 años de edad (23 de ellos mujeres) participaron en el estudio: 30 jóvenes con DBD, dividido por división mediana en grupos con niveles altos y bajos de los rasgos insensible-sin emociones, y 26 jóvenes sanos . Todos los participantes completaron una tarea juego ultimátum durante la resonancia magnética funcional.
En relación con los otros grupos, los jóvenes con DBD y bajos niveles de rasgos insensibles-sin emociones mostraron mayores incrementos en la activación de los circuitos básicos de amenaza cuando se castigaba a otros y una regulación baja disfuncional de la corteza prefrontal ventromedial durante la represalia. En relación con los jóvenes sanos, todos los jóvenes con DBD mostraron conectividad de la corteza prefrontal ventromedial de la amígdala reducida durante la alta provocación. La respuesta de la corteza prefrontal ventromedial y la conectividad amígdala- corteza prefrontal ventromedial estaban relacionados con la propensión a la venganza de los pacientes (respuestas de comportamiento durante la tarea) y la agresión reactiva informada por los padres.
Estos datos sugieren diferencias en la neurobiología subyacente de la agresión reactiva maladaptativa en los jóvenes con DBD que tienen niveles relativamente bajos de rasgos insensible-sin emociones. Los jóvenes con DBD y únicamente bajos rasgos insensibles sin emociones mostraron significativamente mayores respuestas de amenaza durante represalia en relación con los sujetos de comparación. Estos datos también sugieren que la conectividad de la corteza prefrontal ventromedial-amígdala es crítica para la regulación de la venganza / agresión reactiva, cuando disfuncional, contribuye a la agresión reactiva, independiente del nivel de rasgos insensibles-sin emociones.
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