Autor/autores:
David Daley, Saskia Van Der Oord, Maite Ferrin...(et.al)
Se recomiendan intervenciones conductuales para su uso con niños y jóvenes con trastorno por déficit de atención con hiperactividad (TDAH); sin embargo, actualmente no se cuenta con una guía específica para su implementación basada en la mejor evidencia disponible. Esta revisión usó un formato explícito de preguntas y respuesta...
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Se recomiendan intervenciones conductuales para su uso con niños y jóvenes con trastorno por déficit de atención con hiperactividad (TDAH); sin embargo, actualmente no se cuenta con una guía específica para su implementación basada en la mejor evidencia disponible.
Esta revisión usó un formato explícito de preguntas y respuestas para abordar los problemas de interés clínico, basándose en la interpretación experta de la evidencia con precedencia de los metanálisis de los ensayos controlados aleatorios.
Sobre la base de la evidencia actual que toma en cuenta si los resultados son cegados, la intervención conductual no se puede respaldar como un tratamiento de primera línea para los síntomas principales del TDAH. Sin embargo, hay evidencia de medidas que probablemente están cegadas de que estas intervenciones benefician las prácticas de crianza y mejoran los problemas de conducta que comúnmente ocurren con el TDAH y son a menudo la razón principal para la referencia. Los resultados positivos iniciales también se han encontrado en relación con el conocimiento de los padres, el funcionamiento emocional, social y académico de los niños, aunque la mayoría de los estudios no han utilizado resultados cegados. Los enfoques genéricos y especializados de capacitación para padres con TDAH, entregados individualmente o en grupos, han reportado efectos beneficiosos. La capacitación de alta calidad, la supervisión de los terapeutas y la práctica con el niño pueden mejorar los resultados, pero se requieren pruebas adicionales. La evidencia de quién se beneficia más de las intervenciones conductuales es escasa. No hay evidencia para limitar los tratamientos conductuales a los padres con dificultades de crianza o niños con problemas de conducta. Hay efectos positivos de la intervención aditiva basada en la escuela para el subtipo desatento. Dirigirse a la depresión de los padres puede aumentar los efectos de las intervenciones conductuales.
La capacitación de los padres es una parte importante del tratamiento multimodal de los niños con TDAH, que mejora la crianza, reduce los niveles de comportamiento opositor y no compatible y puede mejorar otros aspectos del funcionamiento. Sin embargo, la evidencia cegada no lo respalda como un tratamiento específico para los síntomas centrales del TDAH. Se requiere más investigación para comprender cómo optimizar la efectividad del tratamiento, ya sea en general o para pacientes individuales, y explorar las barreras potenciales para la aceptación y participación del tratamiento. En términos de seleccionar qué formatos de intervención usar, parece importante reconocer y responder a las preferencias de tratamiento de los padres.
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