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La obesidad severa puede predecirse utilizando una simple medición del índice de masa corporal (IMC) a los 6 meses de edad, según concluye un nuevo estudio. El trabajo demuestra que el aumento de peso durante la infancia difiere en los que eventualmente desarrollan obesidad.
El índice de masa corporal a los 6, 12 o 18 meses de edad por encima del percentil 85 en la tabla de crecimiento puede predecir con exactitud los niños en riesgo de obesidad en la primera infancia, afirma la autora principal del estudio, Allison Smego, de la división de Endocrinología del Centro Médico del Hospital Infantil de Cincinnati, en Estados Unidos. Estos niños tienen un riesgo alto de por vida para la obesidad y la enfermedad metabólica persistente y deben ser vigilados muy de cerca a una edad muy joven, propone
Los investigadores, cuyo trabajo se hace público este viernes en la reunión de la Sociedad de Endocrinología Americana, que se celebra en Boston, estudiaron varios grupos de niños delgados y obesos menores de 6 años, incluyendo un grupo de niños con obesidad severa en atención especializada en el Hospital Infantil de Cincinnati.
Se seleccionó a todos los participantes en base al IMC entre las edades de 2 y 6 años, incluyéndose un total de 783 participantes delgados y 480 con obesidad severa. Las trayectorias del IMC en los niños que se convirtieron en obesos graves a los 6 años comenzaron a diferir de los niños que permanecen con peso normal a aproximadamente los 4 meses de edad.
Los resultados de la investigación se validaron en una población de niños pequeños atendidos en una clínica pediátrica de Denver para asegurar que los hallazgos se aplican a otros grupos de niños. Actualmente, no se recomienda medir el índice de masa corporal en niños menores de 2 años, pero creemos que podría hacerse porque ahora sabemos que predice el riesgo de obesidad más tarde, dice Smego.
Los pediatras pueden identificar a bebés de alto riesgo con IMC superior al percentil 85 y centrarse en el asesoramiento y formación adicional sobre estilos de vida saludables a las familias de estos niños. Nuestra esperanza con el uso de esta herramienta es que podamos prevenir la obesidad en la infancia temprana, concluye.
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