Objetivo
El estudio actual examinó las trayectorias de la ansiedad durante (a) el tratamiento agudo y (b) el seguimiento prolongado para caracterizar mejor las trayectorias de los síntomas a largo plazo de los jóvenes que recibieron una intervención basada en evidencia para los trastornos de ansiedad utilizando un enfoque centrado en la persona.
Método
Los participantes fueron 319 jóvenes (de 7 a 17 años de edad en el momento de la inscripción), que participaron en un ensayo controlado aleatorio multicéntrico para el tratamiento de los trastornos de ansiedad pediátricos.
Resultados
Surgieron tres trayectorias de ansiedad no lineales: “respondedores a corto plazo” que mostraron una respuesta rápida al tratamiento pero tuvieron niveles más altos de ansiedad durante el seguimiento prolongado; “socorristas duraderos” que mantuvieron avances en el tratamiento; y los “remitentes tardíos” que no mostraron una respuesta inicial al tratamiento, pero mostraron bajos niveles de ansiedad durante los períodos de mantenimiento y seguimiento prolongado.
Una peor gravedad de la ansiedad y un mejor funcionamiento familiar al inicio del estudio predijeron la pertenencia al grupo de remitentes tardíos. La tensión del cuidador diferenció a los respondedores a corto plazo de los respondedores duraderos.
Conclusiones
Los hallazgos sugieren que la respuesta inicial al tratamiento no garantiza beneficios sostenidos en el tiempo para algunos jóvenes.
Se necesitan estudios de seguimiento futuros que rastree a los jóvenes tratados a lo largo de transiciones clave del desarrollo y en el contexto de entornos sociales cambiantes para informar las mejores prácticas para el manejo de la ansiedad a largo plazo.
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