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Científicos de la Universidad de Toronto, en Canadá, aseguran que las personas cuyos padres consumían alcohol o algún tipo de droga son más propensos a desarrollar artritis de adultos, según un estudio publicado en el 'International Journal of Population Research'.
En su trabajo los investigadores analizaron a un grupo de 13.036 adultos y encontraron que en el 20,4 por ciento de los encuestados se había diagnosticado una artritis. Al ser preguntados por el consumo de sustancias de sus progenitores, se vio como en el 14,5 por ciento de los casos uno de sus padres había tenido problemas con el alcohol o las drogas mientras estos vivían con ellos.
Al cruzar los datos, vieron como los individuos cuyos padres presentaban tales problemas eran más propensos a desarrollar artritis y, después de ajustar los datos por edad, sexo y raza, vieron como las adicciones de los padres se asociaron con una probabilidad un 58 por ciento mayor de desarrollar artritis, según han reconocido los autores del estudio.
"Pensábamos que algunas conductas de los padres pueden tener consecuencias en la salud de sus hijos, como el tabaquismo, el consumo de alcohol o la obesidad, y podrían explicar el fuerte vínculo entre las adicciones de los padres y la artritis, pero no parece que sea el caso", ha apuntado Jessica Liddycoat, una de las autoras del estudio.
De hecho, incluso después de ajustar estos hábitos de consumo a otros parámetros como ingresos económicos, nivel educativo, antecedentes de maltrato infantil o trastornos de ansiedad, se vio como las adicciones de los padres eran todavía un factor estadísticamente significativo asociado con una probabilidad un 30 por ciento más alta de sufrir artritis.
No obstante, a partir de estos datos se necesitan estudios prospectivos en el futuro porque la encuesto impide determinar si esta relación es casual o se produce por alguna causa concreta.
"Aunque no sabemos si tratar las adicciones de los padres puede tener un impacto en el desarrollo de la artritis en la vida adulta, se sabe que los niños ofrecen mejores resultados a la hora de medir una amplia gama de parámetros cuando sus padres no tienen problemas con el alcohol o las drogas", ha añadido Maria Stefanyk, también autora de la investigación.
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