Las deficiencias cognitivas en personas con trastornos por uso de sustancias se han documentado de manera confiable y se pueden generalizar en múltiples dominios y tipos de sustancias.
Se han identificado dominios neuropsicológicos específicos de la disfunción, que abarcan la toma de decisiones, el control inhibitorio y la atribución de prominencia/asignaci&oacu...
Las deficiencias cognitivas en personas con trastornos por uso de sustancias se han documentado de manera confiable y se pueden generalizar en múltiples dominios y tipos de sustancias.
Se han identificado dominios neuropsicológicos específicos de la disfunción, que abarcan la toma de decisiones, el control inhibitorio y la atribución de prominencia/asignación de valores (que abarcan también dimensiones emocionales y motivacionales, como la reactividad a señales y el procesamiento de afectos negativos).
De hecho, las intervenciones dirigidas a mejorar estas funciones y otras relacionadas, como la reevaluación cognitiva y la inhibición del ansia, la regulación motivacional y emocional, la atención plena y el neurofeedback, son eficaces para normalizar la función neuronal subyacente y reducir el consumo de drogas en personas con trastornos por consumo de sustancias.
Ahora existe un reconocimiento generalizado de la importancia de la función neuropsicológica y la disfunción en la adicción y el vínculo entre los recursos cognitivos y el tratamiento y los resultados longitudinales (por ejemplo, Sin embargo, el uso de estas medidas neuropsicológicas y de neuroimagen (es decir, neuropsicoimagen) como resultados principales en los ensayos clínicos aún no se ha adoptado de forma generalizada.
En este punto de vista, destaco la importancia de utilizar las funciones de neuropsicoimagen como principales medidas de resultado en los ensayos clínicos para la adicción.
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