El DSM-IV-TR lo define como una ansiedad y preocupación excesiva que se prolonga más de seis meses y que provoca un malestar clínicamente significativo o un deterioro social.
Los síntomas más frecuentes son la inquietud, fatigabilidad, irritabilidad, tensiones musculares, dificultad para concentrarse, alteraciones del sueño, etc. Es decir se trataría de una angustia flotante no crítica o endógena. Se trata de una de las patologías más comunes.
El Trastorno de Ansiedad Generalizada (TAG) es una condición mental caracterizada por preocupación y ansiedad crónicas y excesivas sobre eventos o actividades cotidianas. Estos sentimientos de ansiedad y preocupación son difíciles de controlar, persisten por seis meses o más, y afectan significativamente el funcionamiento diario de la persona.
Síntomas
Los síntomas del TAG pueden variar de una persona a otra pero generalmente incluyen:
- Preocupación excesiva que es difícil de controlar.
- Inquietud o sensación de estar "con los nervios de punta".
- Fatiga fácil.
- Dificultad para concentrarse o sensaciones de que la mente se queda en blanco.
- Irritabilidad.
- Tensión muscular.
- Problemas para dormir (dificultad para quedarse o permanecer dormido, o sueño insatisfactorio y no reparador).
La ansiedad puede centrarse en una variedad de temas, como la salud personal, el trabajo, las finanzas, o el bienestar de los seres queridos, y a menudo, las personas con TAG anticipan desastres y pueden estar excesivamente preocupadas por cuestiones de la vida diaria
Causas
Aunque la causa exacta del TAG no se entiende completamente, se cree que es una combinación de factores biológicos, familiares y ambientales. Algunas investigaciones sugieren que puede estar relacionado con diferencias en la química cerebral y la función de ciertas áreas del cerebro que regulan el miedo y las emociones. Los factores de riesgo incluyen antecedentes familiares de ansiedad, experiencias traumáticas, y enfermedades crónicas o estrés prolongado.
Diagnóstico
El diagnóstico del TAG se basa en la descripción de los síntomas del paciente, un examen físico para descartar otras causas de los síntomas, y, a veces, pruebas psicológicas. Un profesional de la salud mental utilizará los criterios del Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales (DSM-5) para determinar si los síntomas cumplen con los requisitos para el diagnóstico de TAG.
Tratamiento
El tratamiento del TAG suele incluir una combinación de terapia psicológica y medicamentos.-
Terapia psicológica:
La terapia cognitivo-conductual (TCC) es uno de los tratamientos más efectivos. Ayuda a las personas a identificar y cambiar patrones de pensamiento y comportamientos que contribuyen a la ansiedad.
Medicamentos:
Los medicamentos comúnmente utilizados incluyen los antidepresivos y, en algunos casos, los ansiolíticos. La elección del medicamento dependerá de las necesidades específicas del paciente y de los posibles efectos secundarios.
Autocuidado y Estrategias de Manejo
Además del tratamiento profesional, hay estrategias de autocuidado que pueden ayudar a manejar los síntomas:
- Practicar técnicas de relajación, como la meditación o la respiración profunda.
- Mantenerse físicamente activo y seguir una rutina regular de ejercicio.
- Establecer una rutina de sueño saludable.
- Evitar la cafeína y el alcohol, ya que pueden aumentar la ansiedad en algunas personas.
- Buscar el apoyo de familiares y amigos.
El TAG es una condición manejable, pero sin tratamiento, puede interferir significativamente en la vida de una persona. Con la intervención adecuada, las personas con TAG pueden aprender a controlar su ansiedad y llevar vidas plenas y productivas.