Influencia del consumo de alcohol en el sueño
Autor/autores:
Maria Robles Martínez
Fecha Publicación: 01/08/2023
Área temática:
Alcohol .
Hospital del Mar (Barcelona) Universidad de Barcelona
A día de hoy está bien documentada la relación que existe entre el consumo de sustancias y la desestructuración del patrón de sueño. Sabemos que existe una relación positiva entre tener un trastorno por uso de sustancias y sufrir un trastorno de sueño, y viceversa.
Tanto durante el consumo activo como en las fases más tempranas de la abstinencia los consumidores tienen diferentes problemas de sueño y fundamentalmente un sueño más fragmentado. Además es importante recalcar que los problemas de sueño dan lugar a recaídas.
La mayoría de los estudios sobre la relación entre las adicciones y su efecto en el sueño se han realizado en personas con consumo de alcohol, que es el ansiolítico e hipnótico más ampliamente utilizado en el mundo occidental desde hace milenios (Cañejas, 2003).
El alcohol produce una privación de sueño que puede exacerbar la somnolencia diurna y producir más alteraciones en el rendimiento cognitivo (Rohers, 2001).
¿Cuándo se empezó a estudiar este tema?
La primera publicación conocida de un estudio sobre el impacto del alcohol en el sueño nocturno se remonta a 1883, cuando Mohnninghof y Piesbergen realizaron un estudio observacional de la profundidad del sueño en respuesta al alcohol y el ejercicio.
Midieron la profundidad del sueño mediante la intensidad de un ruido que era para despertar a los participantes. Lo que vieron fue que tras consumir pequeñas cantidades de alcohol el sueño era más superficial que si no se consumía alcohol o no se hacía ejercicio. Y cuando se administraron dosis mayores de alcohol, el sueño era mucho más profundo al principio, pero más inquieto conforme avanzaba la noche y su duración total era más larga (Mullen, 1933).
En 1961, Nathaniel Kleitman sugirió que los fármacos hipnóticos y el alcohol suprimen el sueño REM, y dos años más tarde se confirmaron estas observaciones mediante la polisomnografía.
¿Cómo se ha hecho la investigación de sueño y alcohol?
Se ha centrado tradicionalmente en los cambios en ciertas variables del sueño y en el momento de estos cambios:
- despertar después del inicio del sueño (WASO, un indicador de la continuidad o interrupción del sueño)
- SWS (Etapa N3)
- cambios del sueño REM: distribución del sueño REM, inicio del sueño REM latencia (ROL) y el porcentaje del sueño REM total
- el primer hallazgo fue la supresión del sueño REM con altas dosis de alcohol, y esto alentó a los investigadores a seguir estudiando
¿Cuáles son los efectos del alcohol sobre el sueño normal?
- En la primera mitad de la noche:
- reduce la latencia de sueño
- suprime el sueño REM
- aumenta el sueño lnto (N3)
- reduce los despertares
- En la segunda mitad de la noche:
- aumenta los despertares debido a la eliminación metabólica del alcohol (Lands, 1999; Roehrs, 2010; Roehrs y Roth, 2001)
- Su efecto en la latencia de inicio del sueño
- Se ve disminuida con cualquier dosis de alcohol y parece ser el efecto más sólido del alcohol en el sueño nocturno
- Su efecto en los despertares después del inicio del sueño
- El WASO se reduce en la primera mitad del sueño y se incrementa para el tiempo total de sueño en la mayoría de los estudios sobre dosis, género y edad (Lands, 1999; Roehrs, 2010; Roehrs y Roth, 2001)
- Su efecto en el sueño de onda lenta (N3, SWS)
- En la mayoría de estudios, el alcohol aumenta claramente el N3 en la primera parte del sueño en todas las dosis, sexo y edad
- Los datos sobre el impacto del alcohol en el N3 nocturno total muestran un efecto dosis-dependiente:
- dosis bajas que no muestran una tendencia clara
- dosis moderadas muestran una tendencia hacia un aumento en el SWS
- dosis altas hay un efecto significativo y claro del aumento del SWS total
- Su efecto sobre el sueño REM
- Dosis bajas: % sueño REM en la primera mitad del sueño no muestra una tendencia definida a aumentar o disminuir
- Dosis moderadas: se observa un efecto equívoco similar
- Dosis elevadas: se observa una reducción del sueño REM
- La reducción en el sueño REM total y el retraso en el inicio del sueño REM son claramente dependientes de la dosis y parecen ser un efecto directo del alcohol en la fisiología del sueño REM
- El inicio del primer período de sueño REM se retrasa significativamente en todas las dosis y parece ser el efecto más reconocible del alcohol en el sueño REM, seguido de la reducción en el sueño REM nocturno total
- la tolerancia al efecto sedante del alcohol y en la etapa del sueño se desarrolla en las primeras 3 noches (Williams y Salamy 1972)
- los porcentajes de SL y sueño REM vuelven a los niveles basales después de ese tiempo
- la interrupción de la administración nocturna de alcohol dio lugar a un rebote del sueño REM (Williams y Salamy, 1972)
- No todos los estudios encontraron tal efecto de rebote (nivel basal de sueño REM, grado de supresión de REM relacionada con el alcohol, grado de tolerancia previa a la supresión de REM y la dosis y duración de administración de alcohol)
¿Cuáles son los efectos del consumo crónico de alcohol sobre el sueño normal?
Los alcohólicos crónicos tienen un retardo en el inicio del sueño (Brower, 2001) O lo que es lo mismo, más dificultad para quedarse dormidos (Chakravorty, 2018).
Con todo ello, podemos concluir que el consumo de alcohol afecta en gran medida al patrón de sueño, tanto en la primera como en la segunda mitad de la noche, y que tiene efectos tanto a nivel agudo como a nivel crónico.
Palabras clave: sueño, alcohol, patología dual
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Buenas noches, es mas que probable que el consumo de alcohol se ha instaurado por una moda o presión social durante siglos, mas bien milenios, al igual que el de las benzodiacepinas desde hace tan solo algunas décadas, también por modas en la Ciencia médica y de la que ahora estamos viendo sus resultados negativos, comparables en sus efectos también en el sueño al alcohol, serían por lo tanto muy replicables o similares los resultados. Al final siempre a pesar del sistema liberal que nos culpa de nuestros comportamientos, son las victimas mas vulnerables las que mas sufren. Pienso que deberíamos aproximarnos a las personas con estos problemas desde cierta empatía, como victimas que son del contexto estresor y de su vulnerabilidad por lo biológico que les ha tocado de forma involuntaria. Este mismo afán desde la medicina moralizadora basada en infinitos estudios lo estamos ya viendo en los problemas de obesidad. Pienso que la medicina se está en una buena parte deshumanizando con tantos estudios en busca de la evidencia pérdida, que para colmo se llama de precisión y personalizada y que tan poco puede hacer en los problemas mas humanos como son los crónicos, pero sobretodo en entenderlos, no solo parchearlos sintomática y temporalmente, con muchos efectos indeseables como ha pasado con las BZD´s. Saludos alegres del neandertal hiperactivo de Sevilla