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Infertilidad y dolor: ¿es dolorosa la FIV?

Fecha Publicación: 16/02/2021
Autor/autores: Isbelia Esther Farias
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RESUMEN

Cada quien experimenta las sensaciones de una manera en particular. Así, lo que para uno puede ser terriblemente insoportable, para otro ni siquiera es un motivo de preocupación.

Muchos se preguntan si la fertilización in vitro (FIV) es dolorosa, y con lo anteriormente dicho, cabe resaltar que el dolor no debe ser un motivo de preocupación.

Pues, la verdad es que cada paciente reacciona de una manera diferente a cada procedimiento y hay quienes experimentan un dolor leve hasta quienes no sienten nada.

Lo que sí puede sentir la persona que se somete a la FIV sea un pequeño malestar, pero, en cada paso del trayecto, si cuenta con un buen profesional, entonces se sentirá más cómoda.

Igualmente, cabe destacar que no todos los dolores son físicos, pues, desde la clínica Panamá Fertility hemos visto cómo llegan mujeres con dolor emocional porque ya han intentado en el pasado concebir y no lo han logrado.

No obstante, los ciclos de la FIV exitosos generalmente llevan a un parto feliz, así que, esto, en comparación con cualquier molestia, carece de significado.

El procedimiento
La FIV requiere de una cantidad significativa de óvulos y si la paciente está usando sus propios óvulos y no los de una donante, entonces los medicamentos serán necesarios.

Cuando se comienza a tomar medicamentos, estos estimulan la liberación de más óvulos de lo que ocurriría en un ciclo habitual. Estos medicamentos son autoadministrados con un leve pinchazo.

Muchos pacientes sienten miedo a las inyecciones, pero, en realidad, estas son tan finas que no se siente ningún tipo de dolor.

Si siente que no puede soportar mirar, entonces la paciente puede pedir ayuda a su parea o algún amigo y hacerle sentir parte del proceso.

Por otro lado, la liberación de óvulos podría ser molestosa, pero no dolorosa y, entre los efectos secundarios de estas medicinas, se encuentra la inflamación, por lo que algunas mujeres se quejan cuando ven que sus pantalones preferidos no les sirven, pero, esto también deja de tener importancia una vez que saben que han logrado quedar embarazadas.

Una vez que los óvulos o huevos han sido liberados, estos se deben recuperar y para ello hay diferentes formas, aunque lo más común es que la paciente esté sedada para evitar cualquier tipo de molestia.

Sin embargo, luego que se extraen los óvulos, es posible que la paciente experimente calambres parecidos a los menstruales que tienen la mayoría de las mujeres cada mes.

Así que es muy probable que la paciente ya sepa cómo lidiar con estos calambres y tenga sus métodos para aliviar esta molestia, pues, hay quienes toman paracetamol mientras que otras hacen ejercicios, o simplemente se colocan una bolsa de agua caliente.

La parte que más puede dolor, en el procedimiento de la FIV, es durante el proceso de implantación en el útero de los óvulos fertilizados.

Sin embargo, no hay nada a lo que tener miedo, pues, luego de someterse al proceso, en Panamá Fertility, la mujer puede acudir a una playa y disfrutar de un día soleado.   

Los ciclos fallidos
La incomodidad que se siente a nivel físico durante la FIV es más bien algo secundario en comparación con la confusión emocional que se siente luego de que un ciclo ha fallado.

La mayoría de las mujeres, tan pronto comienza su ciclo menstrual, empiezan a sentirse angustiadas. En estos momentos, la familia, la pareja y los amigos pueden ser la red de apoyo más importante. 

Sin embargo, en Panamá Fertility también contamos con una serie de profesionales que le puede resolver las dudas e indicarle cómo continuar.

Un ciclo de FIV fallido no es cualquier cosa, por lo que, es normal que se viva un periodo de duelo.

Hay pacientes, por ejemplo, que, antes de intentar con otro ciclo, deciden tomar un descanso, así como hay mujeres que no sienten ninguna sensación de pérdida en esta etapa. Por ello, cada persona es diferente y responde diferente.

En Panamá Fertility, en todo caso, hacemos todo lo posible para que ningún ciclo sea fallido.

En el mejor de los casos lo que puede ocurrir es que la paciente quede embarazada y llegue a tener un bebé sano.

Este momento, el del embarazo, también puede causar una ola de sensaciones extrañas, incluidas la de dolor.

A medida que el embarazo se desarrolla, la mujer también puede sentir dificultad para realizar algunas de sus tareas cotidianas.

Pero, la mayor parte de las mujeres aceptan estas molestias y asumen que son parte del proceso de dar vida.

Igualmente, la labor de parto puede ser intensa, pero, gracias a la inteligencia biológica de cada uno, el dolor del parto se olvida una vez que concluye. Llevar el bebé a casa hace que todo valga la pena.

En conclusión, el dolor siempre es una posibilidad en los procedimientos médicos y atravesar una FIV no es la excepción, pero, cada persona reacciona de una forma diferente y cada experiencia es única.

Los efectos secundarios de los medicamentos para la ovulación y algunas hormonas pueden producir molestias, pero, la mayoría de las pacientes reportan incomodidad, más no dolor.

Debido a que en un 90% nuestras pacientes logran embarazarse, los resultados superan cualquier molestia.

 


Palabras clave: Fertilidad, FIV, Infertilidad y dolor
Tipo de trabajo: Post/Entrada de Blog
Área temática: Psicología general , Enfermería , Tratamientos .

Universidad del Zulia

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