Mujeres del siglo XXI

RESUMEN

Hoy día las mujeres han disfrutado un mayor posicionamiento en el marco social, desarrollandose desde diferentes áreas laborales destacando por su labor y profesionalismo, de manera simultanea mientras cumple con su rol de madre y esposa que la hacen cuidadora de un hogar; trabajar no es solo una opción, la economía de los paises latinoamericanos lo hacen una obligación, haciendo que las mujeres deban asumir todos estos roles que ante la falta de autoconocimiento podría semejarse a vivir practicando un deporte extremo. 

Las mujeres hemos tomado mayor autonomía dentro del contexto social, lo cual ha sido un avance significativo en el último siglo, aunque en el proceso se puedan arriesgar algunos aspectos como la salud mental, cada día somos más las mujeres que nos hemos empoderado y posicionado en el marco académico, científico, político, entre otros, rompiendo barreras en el ámbito laboral. Pero ¿A qué costo? Actuamos diariamente desde diferentes roles sociales siendo, hijas, esposas, madres, empleadas y además las constructoras de nuestro futuro de tal forma que nuestras obligaciones o responsabilidades diarias crecen cada día más. Eleonor Faur en su libro en cuidado infantil en el siglo XXI utiliza el término de “mujeres malabarista” haciendo referencia a el rol de la mujer en una sociedad desigual Queremos hacer todo bien y cumplir a la perfección con todos esos roles, aunque debemos tener en cuenta que podemos con todo, aunque todo a la vez significa un gran peso, el cual tiene repercusiones en nuestra salud mental manifestándose por medio de las patologías más comunes en la mujer como el estrés, la ansiedad, la angustia y depresión de tal forma que manifestamos diversos cambios de conductas que nos generan malestar y no nos permiten continuar con nuestras acciones diarias de la mejor manera.

Cuando nos sentimos cansadas y deseamos tomar esa pausa que se nos hacen casi imposible imaginarla por el exceso de compromisos, en ese momento nuestro cuerpo está viviendo una batalla interna para poder combatir y salir victorioso, resistir a todo lo que se le esta exigiendo, un ejemplo de esto es la maratón que podemos tener un día de semana normal “nos levantamos tempano, el desayuno, los niños a la escuela, ir al trabajo, preparar almuerzo, pasar por los niños, volver al trabajo, las labores del hogar, las tareas de los niños, enviar correos, responder chat, control médico, tiempo para el esposo” son un conjunto de actividades que una mujer hace diariamente y las que faltan mencionar, levantándose muy temprano y acostándose muy tarde con jornadas continuas de hasta 16 horas diarias reservando muy poco tiempo para ella, incluso para poder alimentarse de forma adecuada.

Hablemos de como esto nos afecta desde lo biopsicosocial, y que por obvias razones lo manifestamos y expresamos en nuestras conductas diarias. Al analizar desde una postura biológica, todo este conjunto de actividades y carrera de vida que tenemos las mujeres, se evidencia que permanecemos en modo alerta, nuestro sistema nervioso simpático es quien permanece a cargo la mayor parte del tiempo exigiéndole un mayor trabajo a los órganos vitales como el corazón, pulmones y viseras, hormonalmente empezamos a liberar mayor adrenalina, lo cual nos permite dar respuestas rápidas, también liberamos cortisol, que es la hormona predominante en el estrés y la angustia, como consecuencia sufrimos una “intoxicación de cortisol” como lo diría la psiquiatra Marian Rojas, esto interfiere con el adecuado funcionamiento de nuestro cuerpo el cual envía señales para que hagamos algo al respecto y muchas veces no nos damos cuenta, algunas de las señales es cuando presentamos inflamaciones, caída del cabello, uñas quebradizas, mala digestión, pues si el cuerpo está en combate y necesita más sangre, oxígeno y nutrientes porque estamos modo alerta, pues va a dejar de encargarse de esos aspectos que no considera importante como el cabello o las uñas.

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