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¿Cómo detectar un psicópata a tiempo?
Son encantadores, magnéticos, seductores. No sabés por qué necesitás creerles todo y no podés estar lejos de ellos. Como si fueran un imán y vos un trozo de hierro.
Son depredadores. Una vez que te "cazan", te manipulan te convierten en una especie de zombie obediente que les da todo para que vivan como los reyes de la sabana. Cuando te exprimieron, te usan y te desechan.
Mienten sin poder evitarlo, convenciéndote de cualquier cosa, impulsándote hacia cualquier cosa.
Te aíslan de tus amistades y seres queridos. Te retienen denostándote, mermando por completo tu autoestima.
Allí es cuando la persona se pierde en sí misma y pide ayuda. Pero todos se abren. Salvo aquellos que conocieron la psicopatía y se atreven a hacer un frente común contigo. Sólo que para ello primero tenés que reconocer que estás envuelto en una relación psicopática, tóxica.
Los psicópartas vienen en todas las edades y formas. Tu propio hijo puede ser uno. Tu marido, tu novio, mejor amigo, padre.
La gran mayoría no son los que están presos por cometer un crimen. De hecho son escasos los prisioneros psicópatas que te gobiernan las cárceles.
Los psicópatas más comunes, frecuentes, son aquellos que están integrados a la sociedad y permanecen indetectables a la justicia.
Algo muy importante:
No te cruzaste ni enganchaste con un psicópata porque sos un débil mental. En esta sociedad que nos vuelve vulnerables y aumentan los psicópatas integrados porque sólo así pueden vivir y sobrevivir (la alternativa es el altruismo por más idealista que suene), la probabilidad de volverte su víctima es del 100% en algún momento de tu vida e incluso más de una vez (hay distintos tipos de psicópatas desde los hipobúlicos hasta los sociópatas).
¿Hay diferencias entre los psicópatas, los narcisistas malignos y los sociópatas?
¡Claro que sí las hay!
Los narcisistas malignos son personas que actúan a tus espaldas. Cegados por su objetivo, cruzan todas las líneas para alcanzar sus fines. No tienen culpa ni remordimiento como los psicópatas y sociópatas. Manipulan a sus complementarios (por lo general niños o adultos, en este caso, débil de carácter que se creen cualquier cosa, mentira y/o falsa verdad) para destruir a su víctima, que es vista por la familia y la sociedad como la culpable, la victimaria. Tejen su telaraña con mucha premeditación - son muy calculadores - y los rodea un halo de grandiosidad detrás del que se esconden. Aunque pueden desmoronarse si los descubren públicamente y hasta cometer suicidio por tal hecho. Por ejemplo, ex-parejas que se victimizan y hacen los "pobrecitas/os" y le arruinan la vida al otro/a usando los hijos, familiares y amigos como complementarios.
Los psicópatas también son calculadores, pero un poco más impulsivos. Tienen una neurobiología que los hace comportarse así, aunque los expertos no lo definen como enfermos, dado que la mayor disfunción es la falta de moral. La inmoralidad es la única razón por la que cruzan la línea del bien y del mal. Tampoco sienten culpa ni remordimientos. Es menos común que usen complementarios. Tienen una sed insaciable de un objetivo en particular por el cual obsesivamente salen a "cazar" y compulsivamente "depredan" a su víctima, cual un ritual del que están atrapados en un ciclo sin fin. De ahí que a veces cometen errores a propósito porque están cansados y necesitan un basta. Por ejemplo, los CEO de empresas internacionales que los seleccionan para despedir gente sin justificación.
Los sociópatas son los que describe el DSM-5 como trastorno antisocial de la personalidad. Son una bomba de tiempo. Aguantan, aguantan, aguantan hasta que muy impulsivamente actúan dañando todo a su paso. Como un Tsunami. Cruzan todas las líneas entre el bien y el mal. Al final, muchos sociópatas proceden a la autolisis cuando generan homicidios o suicidios masivos. Por ejemplo, el alumno estadounidense que soporta bullying desde el primer día de clases hasta que se está por graduar y aparece con un arma matando a mansalva.
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