En la actualidad es bien conocido que las personas que sufren un trastorno mental grave tienen una esperanza de vida entre 15 y 20 años menor que las personas dela población general, siendo las principales causas de muerte natural las enfermedadescardiovasculares y endocrino-metabólicas. A pesar de que el tabaco es el principal factor de riesgo modificable de las enfermedades cardiovasculares, las personas con tras-
torno mental grave presentan una tasa de prevalencia de tabaquismo más del dobleque la de la población general sin que las políticas contra el tabaquismo hayan logrado resultados similares a los alcanzados en la población general.
Además de la elevada prevalencia de tabaquismo en estas personas (entre el 50 yel 70%), su hábito tabáquico es más pernicioso que el de la población general, caracte rizándose por la utilización de un mayor número de cigarrillos al día, mayores nivelesplasmáticos de nicotina, y ser más dependientes de la nicotina que la población general.
A pesar de ello, la evidencia muestra que estas personas están motivadas para dejarde fumar, que los tratamientos para dejar de fumar son aproximadamente igual de efectivos que en la población general y que, en los pacientes estabilizados psicopatológicamente, ni la cesación tabáquica ni los tratamientos farmacológicos indicados para elloempeoran su estado mental. Sin embargo, tan sólo un tercio de los clínicos recomien dan a sus pacientes dejar de fumar.
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Formación Psiquiatria.com
Fecha Publicación: 30/01/2023