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El trastorno por déficit de atención y su relación con el comportamiento antisocial en menores infractores.

Fecha Publicación: 15/09/2011
Autor/autores: Alejandro Rosales Mondragón

RESUMEN

El TDAH como factor de riesgo en el comportamiento antisocial es un rubro que hasta el momento ha sido poco analizado, no obstante parece imprescindible su investigación, en tanto que dicho síndrome genera una serie de repercusiones sociales en la vida del sujeto. Es por eso que, la presente investigación analiza la correlación existente entre el TDAH y el comportamiento antisocial en un estudio de tipo transeccional, descriptivo correlacional en una muestra de 73 sujetos de un centro de internamiento para menores infractores. Entre los resultados más sobresalientes se encontró que la impulsividad-trastornos de conducta es el factor asociado al TDAH con un grado de correlación mayor en función de la conducta antisocial y delictiva de los adolescentes.


Palabras clave: TDAH; conducta antisocial; menores infractores.
Área temática: .

Rosales Mondragón A. Psicologia.com. 2011; 15:32.
http://hdl.handle.net/10401/4363

Artículo original

El trastorno por déficit de atención y su relación con el
comportamiento antisocial en menores infractores
Alejandro Rosales Mondragón1*

Resumen
El TDAH como factor de riesgo en el comportamiento antisocial es un rubro que hasta el
momento ha sido poco analizado, no obstante parece imprescindible su investigación, en tanto
que dicho síndrome genera una serie de repercusiones sociales en la vida del sujeto. Es por eso
que, la presente investigación analiza la correlación existente entre el TDAH y el
comportamiento antisocial en un estudio de tipo transeccional, descriptivo correlacional en una
muestra de 73 sujetos de un centro de internamiento para menores infractores. Entre los
resultados más sobresalientes se encontró que la impulsividad-trastornos de conducta es el
factor asociado al TDAH con un grado de correlación mayor en función de la conducta antisocial
y delictiva de los adolescentes.
Palabras claves: TDAH, conducta antisocial, menores infractores.
Abstract
ADHD as a risk factor for antisocial behavior is an area that has so far been little studied,
however his research seems essential, as the syndrome generating a series of social impact in the
life of the subject. Thus, this research examines the correlation between ADHD and antisocial
behavior in a study of type crosssectional, descriptive correlational study in a sample of 73
subjects in a detention center for juvenile delinquents. Among the most notable was that the
impulsive-behavioral disorders are the factor associated with ADHD to a greater degree of
correlation in terms of criminal and antisocial behavior of adolescents.
Keywords: ADHD, antisocial behavior, juvenile delinquents.

Recibido: 31/10/10 - Aceptado: 07/01/11 ­ Publicado: 15/09/11

* Correspondencia: mondragonalejandro@hotmail.com
1 Coordinador educativo, Casa Telmex, Tapachula de Córdova y Ordoñez.
Psicologia.com ­ ISSN: 1137-8492
© 2011 Rosales Mondragón A.

1

Rosales Mondragón A. Psicologia.com. 2011; 15:32.
http://hdl.handle.net/10401/4363

Desarrollo
El trastorno por déficit de atención con hiperactividad (TDAH) es un tema que en los últimos
tiempos ha sido foco de atención, ya que ha comenzado a despertar el interés de diversos
profesionales de la salud. Hoy día el TDAH es un "síndrome neurológico frecuente,
caracterizado por hiperactividad, impulsividad e inatención, inadecuadas para el grado de
desarrollo del niño. Es el problema de comportamiento más común durante la infancia;
constituye la enfermedad crónica más frecuente del periodo escolar y representa un
problema complejo, debido a que aparece en edades tempranas, repercute en la vida diaria del
niño y existe la probabilidad de que persista a lo largo de la vida" [1].
Según el DSM-IV-TR [2], la prevalencia del trastorno se sitúa entre el 3% y el 7% en niños en
edad escolar. También se comenta que "el TDAH se diagnostica entre 6 y 9 veces más
frecuentemente a niños que a niñas. Se cree que muchas niñas en realidad tienen TDAH y no se
les diagnostica porque a menudo exhiben menos comportamientos perturbadores asociados con
la hiperactividad/impulsividad" [3].
Barkley, Fischer, Smallish y Fletcher [4] siguiendo a niños con TDAH hasta la adultez confirman
que han estado comprometidos en una serie de actividades antisociales en un grado mayor en
comparación con los sujetos sin TDAH. Así pues, "los problemas de concentración, la
impulsividad y las conductas de riesgo entre los 8 y los 10 años en varones con una mayor
probabilidad de autoinformar violencia entre los 16-18 años, a los 32 años, y con mayor
probabilidad de haber realizado crímenes violentos entre los 10 y los 32 años" [5]. Por su parte,
"la hiperactividad ha sido vinculada con la posibilidad de ejercer delincuencia temprana, así
como con una mayor probabilidad de reincidencia en el delito una vez iniciada la vida adulta"
[5].
Si bien las expresiones del comportamiento antisocial, tales como la agresión, el desafío, y
problemas de la conducta, son comunes en niños con TDAH, por otro lado se puede mencionar
que en gran medida intervienen los factores de socialización inherentes a la constelación de
problemas de los sujetos con TDAH, ya que "las dificultades sociales de los niños con TDAH se
mantienen a lo largo del tiempo: en la etapa de preadolescencia son frecuentes las conductas
perturbadoras, controladoras, disruptivas, e incluso agresivas, y entre el 50% y 80% de los niños
con TDAH experimentan todavía problemas con sus iguales en la adolescencia. Los problemas
sociales de los niños con TDAH con los compañeros en la niñez son un factor de pronóstico
social negativo permanente que afecta al desarrollo de la personalidad, a la madurez social y a la
adaptación interpersonal a lo largo de la vida" [6].
La evolución del trastorno hasta incurrir en conductas antisociales y delictivas no resulta
sorprendente si se toma en cuenta que uno de los sectores que se encuentra más afectado es el
social, ya que dichos niños "experimentan dificultades interpersonales y baja competencia
social, a pesar de que se esfuerzan por ser aceptados, e informan que quieren pasárselo bien con
sus compañeros" [6]. La impulsividad, el bajo control emocional, la poca comprensión que
tienen de la percepción de su comportamiento en los otros, hace que no sean aceptados por sus
compañeros, además de que "cuando se deciden a jugar con otros niños no suelen seguir las
reglas del juego, no aceptan perder, despliegan escasas conductas de cooperación e intentan
imponer su voluntad a toda costa" [7]. De hecho los adolescentes con TDAH muestran pocas
habilidades de comunicación y socialización, lo que puede afectar el desarrollo de su
personalidad, si se toma en cuenta que la adolescencia es "una etapa en la que los amigos y
compañeros se convierten en los agentes de socialización más importantes y en los principales
recursos en las situaciones difíciles y estresantes que acontecen durante este periodo evolutivo"

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[6] Aunque las expresiones del comportamiento antisocial, tales como la agresión, el desafío, y
problemas de la conducta, son comunes en niños con TDAH.

Método
Al tomar en cuenta los principios de la metodología cuantitativa se tiene que, es un estudio de
tipo transeccional, descriptivo correlacional en una muestra intencionada. Este tipo de
investigaciones se caracterizan por describir la relación entre dos o más variables en un
momento determinado. Es así como la presente investigación tiene como objetivo describir la
relación entre las diferentes variables de hiperactividad, conducta antisocial, conducta delictiva
y edad en un tiempo establecido.

Sujetos
Participaron 73 sujetos masculinos de un centro de internamiento para Menores Infractores de
12 a 22 años de edad.

Procedimiento
La información obtenida mediante los instrumentos aplicados (WURS y Cuestionario de
conductas A- D) se vaciaron en una base de datos elaborada mediante el SPSS versión 12, 0
para Windows. Los estadísticos incluyen, el análisis de frecuencias de las variables atributivas
socio ­ demográficas, correlación bivariable de Pearson y el análisis por factores. De cada uno
de los instrumentos se aplica el análisis de confiabilidad, mediante alfa de Crombach.

Instrumentos
El Wender-Utah rating Scale (WURS) es un cuestionario retrospectivo, el cual posee la
capacidad para discriminar a los pacientes con TDAH durante su infancia, mediante 25
reactivos. Tiene una especificidad de 90.8 % y una sensibilidad del 91.5%, en el análisis factorial
se aprecia la existencia de cuatro factores (problemas atencionales subjetivos [PE],
impulsividad-trastorno de conducta [ITC], impulsividad-hiperactividad [IH] Ydificultades
atencionales [DA]) que muestran la coherencia en la interpretación del trastorno y con lo
observado en población adulta y población infantil (Rodríguez Jiménez).
El objetivo del cuestionario de conductas antisociales y delictivas (cuestionario de conductas AD) es detectar la existencia de conductas antisociales (conductas que tienden a romper reglas
sociales, [CA], actividades que van en contra de la autoridad [CA2], tendencia a molestar a
terceras personas [CA3], actividades para ensuciar el entorno [CA4] y conductas que
presentan la tendencia a hacer trampas [C5]) y delictivas (actividades relacionadas con el robo
[CD1], conductas que denotan la tendencia a la obtención ilegal del dinero [CD2], acciones de
violencia [CD3] y actividades que son dirigidas al uso de la fuerza [CD4]) en niños y
adolescentes. Es un cuestionario que consta de 40 reactivos y consiste en contestar una serie de
frases sobre cosas que las personas hacen alguna vez; por lo que es probable que las personas
que lean dichas frases probablemente hayan hecho alguna de esas cosas que en el cuestionario
se mencionan (Seisdedos Cuberos).

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Resultados
A continuación se presenta información relacionada con la aplicación de instrumentos en la
población en el estudio (WURS y Cuestionario de conductas A-D), de igual forma se muestran
los puntajes medios más altos y más bajos de la escala WURS y las escala de conductas A-D en
cada una de sus subcategorías por edad, al tiempo que, se obtiene un análisis a partir de la
correlación bivariable de Pearson, por último se hace una comparación entre las medias y
desviaciones estándar de la escala de conductas A-D entre menores infractores y sujetos sanos.
En la tabla 1 se presentan los puntajes por edad en función de las medias y desviaciones
estándar correspondientes a los distintos factores que subyacen en cada una de las categorías,
esto es, conductas antisociales (conductas que tienden a romper reglas sociales, actividades que
van en contra de la autoridad, tendencia a molestar a terceras personas, actividades para
ensuciar el entorno, conductas que presentan la tendencia a hacer trampas) y conductas
delictivas (actividades relacionadas con robo, conductas que denotan tendencia a la obtención
ilegal de dinero, acciones de violencia y actividades que son dirigidas al uso de la fuerza).

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Tabla 1. Resultados de las medias y las desviaciones estándar por edad en las
dimensiones de la escala de conductas A-D
CONDUCTAS ANTISOCIALES
4,00

5,00

2,00

3,00

2,00

5,00

CONDUCTAS
DELICTIVAS
6,00 3,00
3,00

N

CA1
1

CA2
1

CA3
1

CA4
1

CA5
1

CD1
1

CD2
1

CD3
1

CD4
1

12 Media
D.E

3,00
.

1,00
.

1,00
.

0,00
.

1,00
.

0,00
.

0,00
.

0,00
.

0,00
.

N
Total Media

1,00
2,81

1,00
2,22

1,00
1,22

1,00
1,30

1,00
0,89

1
1,66

1
2,22

1
1,92

1
0,89

D.E
N

.
64

.
64

.
64

.
64

.
64

.
64

.
64

.
64

.
64

14 Media
D.E

4,75
1,64

2,75
1,69

2,25
1,12

2,25
1,15

1,25
0,82

1,75
2,12

3,00
2,09

2,25
1,79

1,50
1,06

N

4

4

4

4

4

4

4

4

4

D.E

,500

2,21

1,50

1,50

0,50

2,06

1,83

1,50

1,29

15 Media

3,00

2,67

1,50

1,33

0,83

2,00

2,67

2,00

1,17

N

6

6

6

6

6

6

6

6

6

D.E

1,78

1,51

1,22

1,51

0,98

2,28

2,42

2,00

0,98

16 Media

2,83

2,76

1,33

1,17

1,17

2,00

2,08

1,92

0,75

N

12

12

12

12

12

12

12

12

12

D.E

1,59

1,42

1,15

1,11

0,94

2,37

2,43

1,98

0,97

17 Media

2,67

1,95

1,00

1,19

0,76

1,05

2,00

1,67

0,86

N

21

21

21

21

21

21

21

21

21

D.E

1,69

1,60

1,14

1,08

0,83

1,75

1,82

1,56

1,01

18 Media

2,36

1,64

1,07

1,21

0,79

1,86

1,93

1,93

0,64

N

14

14

14

14

14

14

14

14

14

D.E

1,65

1,91

1,07

1,05

0,70

2,41

2,13

2,16

1,08

19 Media

2.76

2,25

1,00

1,25

0,75

1,50

2,75

2,50

1,00

N

4

4

4

4

4

4

4

4

4

D.E

2,06

1,89

0,82

1,26

0,96

2,38

2,50

1,91

1,41

20 Media

2,00

3,00

1,00

2,00

0,00

4,00

3,00

4,00

1,00

N

1

1

1

1

1

1

1

1

1

D.E

.

.

.

.

.

.

.

.

.

22 Media
edad

5

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Los resultados toman en cuenta en un primer momento a los puntajes alcanzados por edad en
correspondencia con los factores asociados a las conductas antisociales y delictivas,
posteriormente se hace un análisis global por edad en función de los factores propiamente
dichos.
En lo que respecta a la conducta antisocial se encuentra que las medias más elevadas están en
los extremos de la población, esto es, en la población de 14 y 22 años, así pues, se observa que
estos puntajes están relacionados con las conductas que tienden a romper reglas sociales y
actividades que van en contra de la autoridad (puntuando 5.00 en ambas). Para la categoría de
conductas delictivas los sujetos de 20 y 22 años fueron los que obtuvieron las medias más
elevadas que, hacen referencia a actividades relacionadas con el robo y conductas que denotan
la obtención ilegal del dinero.
En cuanto a los resultados generales del presente análisis se tiene que el factor asociado a las
conductas antisociales con mayor relevancia es la tendencia a romper reglas sociales en tanto
que obtiene una media de 2.81 destacando por encima de los demás factores. El factor que
presenta menor relevancia dentro de este rubro es el relativo a conductas con tendencia a hacer
trampas (0.89), así pues, de manera global se obtiene que el factor que presenta una desviación
estándar más elevada es el que se refiere a las actividades que van en contra de las autoridades
(1.69) y la desviación más baja se encuentra en las conductas que presentan la tendencia a hacer
trampas (0.82). En cuanto a las conductas delictivas se destacan las conductas que denotan la
tendencia hacia la obtención ilegal del dinero como factor más relevante con una media de 2.22
y, el factor con menos relevancia en este rubro es el de actividades que son dirigidas al uso de la
fuerza, ya que se obtiene una media de 0.89, la desviación estándar más elevada en lo tocante a
conductas delictivas lo obtienen las actividades relacionadas con el robo (2.12) y, la desviación
estándar más baja se encuentra en las actividades que son dirigidas al uso de la fuerza ( Tabla 1).

Tabla 2. Resultados del análisis de la correlación bivariable de Pearson entre los
factores asociados al TDAH (escala de la WURS) y las subescalas de conductas
AD.
CONDUCTAS ANTISOCIALES
Análisis
bivariable
Problemas
emocionales
subjetivos

CONDUCTAS DELICTIVAS

CA1

CA2

CA3

CA4

CA5

CD1

CD2

CD3

CD4

,517(**)

,471(**)

,579(**)

,487(**)

,502(**)

,380(**)

,416(**)

,404(**)

,441(**)

,628(**)

,610(**)

,605(**)

,571(**)

,577(**)

,591(**)

,573(**)

,618(**)

,557(**)

,475(**)

,379(**)

,538(**)

,461(**)

,515(**)

,395(**)

,458(**)

,440(**)

,376(**)

Correlación
de Pearson

ImpulsividadTrastornos de
conducta

Correlación
de Pearson

ImpulsividadHiperactividad

Correlación
de Pearson

6

Rosales Mondragón A. Psicologia.com. 2011; 15:32.
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Dificultades
atencionales

Correlación
de Pearson
,458(**)

,401(**)

,528(**)

,491(**)

,354(**)

,269(*)

,268(*)

,270(*)

,287(*)

Si se toma en cuenta un análisis más específico se encuentra que el factor más asociado a los
problemas emocionales subjetivos es la tendencia a molestar a terceras personas, mientras que
impulsividad-trastornos de conducta se relaciona en mayor medida con comportamientos que
tienden a romper reglas sociales, actividades que van en contra de la autoridad y la tendencia a
molestar a otras personas, puntuando .628, .610 y .605 respectivamente (conductas
antisociales). El factor de impulsividad-trastornos de conducta también se relaciona con
factores que denotan violencia (conductas delictivas) con un nivel de correlación de .618 (tabla
2).

Tabla 3. Comparación entre las medias y desviaciones estándar de la escala de
conductas A-D entre menores infractores y sujetos sanos.

Menores infractores

Grupo control
(Garaigordobil,

2004)

N

Media

D.E

N

Media

D.E

CA

64

9,4063

6,07811

32

3,62

2,54

CD

64

6,6875

6,55835

32

00,06

0,25

La tabla 3 muestra una comparación entre medias y desviaciones estándar del cuestionario de
conductas A-D entre el presente estudio y los resultados que se obtuvo [7] en un grupo control
de 32 sujetos sanos. Así pues, se logra apreciar una diferencia significativa en función de los
resultados de ambos estudios. Los sujetos en el centro de internamiento muestran puntajes más
elevados en ambas dimensiones de la escala de conductas A D.

Conclusiones
El objetivo principal de la investigación consiste en analizar la correlación existente entre el
TDAH, la conducta antisocial y la conducta delictiva, por lo que se espera encontrar a un
acentuado número de sujetos con altos puntajes en la escala WURS y la escala de conductas AD, no obstante, la población se muestra un tanto reticente ante la aplicación, ya que en lo
tocante a los resultados de conducta antisocial y delictiva en parte se observa negación de la

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problemática (9 casos), pues, pretendieron dar una buena impresión acerca de su
comportamiento.
En lo que respecta a la edad se puede comentar que, existe mayor identificación con el síndrome
en edades situadas en los extremos de la población, por un lado se encuentra que los chicos de
14 años se muestran más identificados con los factores asociados al TDAH como problemas
emocionales subjetivos e impulsividad-trastornos de conducta y en el otro extremo se aprecia
que para la edad de 20 años existe mayor relación con impulsividad-trastornos de conducta y
dificultades atencionales, en cuanto a los 22 años existe mayor identificación con impulsividadhiperactividad e impulsividad-trastornos de conducta, y en general el factor asociado al TDAH
que obtuvo mayor puntuación es impulsividad-hiperactividad, sin embargo impulsividadtrastornos de conducta está presente en casi todas las edades lo que constata que existe una
fuerte relación entre problemas de conducta y comportamiento antisocial. La lógica de los
resultados puede asociarse al curso del TDAH, esto es, los sujetos de 14 años reflejan estar más
identificados con el trastorno y, los sujetos de 20 y 21 parecen tener más conciencia acerca de
su comportamiento, al tiempo que, al estar concluyendo la etapa de la adolescencia el factor
aceptación no es tan primordial, en contraste con los jóvenes de 15 a 19, ya que en ellos
subyacen una serie de "transformaciones físicas, mentales y sociales que implican un estado de
inestabilidad y de inquietud [9], asimismo poseen un "pobre autoconcepto... baja autoestima y
poca confianza" [10], lo que provoca busquen constantemente, la aceptación de los demás y por
lo tanto otorgan respuestas que sugieren una buena imagen acerca de sí mismos.
También es importante resaltar que el factor asociado al TDAH que mayor correlación tiene con
las conductas antisociales y delictivas es el de impulsividad ­ trastornos de conducta, lo cual no
resulta sorprendente ya que, el hecho de mostrar un deterioro conductual desde edades
tempranas eleva las probabilidades de que éste se mantenga en la adolescencia e incluso
continúe en la vida adulta [11], de igual forma en el estudio de García et al. [7] se encuentra que
los niños con TDAH y problemas de conducta manifiestan un comportamiento aún más
disruptivo en tanto sufren mayor rechazo por parte de sus iguales. Asimismo resulta común
encontrar al trastorno oposicionista desafiante y al trastorno disocial como patologías
comórbidas al TDAH [1, 12]. Lo cual queda de manifiesto en los resultados de la correlación
obtenida en los puntajes de Pearson, ya que las dimensiones de la escala AD que resultan más
significativas en relación a impulsividad-trastronos de conducta son las conductas que tienden a
romper reglas sociales, actividades que van en contra de la autoridad, tendencia a molestar a
terceras personas (conductas antisociales) y acciones de violencia (conductas delictivas), lo que
deja ver que, por una lado se encuentra deterioro significativo en función de la dimensión social,
no obstante las cuestiones que denotan violencia tienen relación con comportamientos
impulsivos, en tanto manifiestan dificultad para controlar sus acciones.
Al tomar en cuenta los resultados que se obtienen en la presente investigación parece
conveniente prestar atención a las consecuencias que subyacen del TDAH en nuestra población,
ya que las probabilidades de que dicho trastorno mude en comportamientos antisociales en la
adolescencia son considerables [4, 5, 6, 8, 13]. Por lo tanto es sustancioso promover la
intervención en edades tempranas en el rubro del diagnóstico y el tratamiento para evitar
futuras complicaciones. Autores como García, Expósito, Martínez y Quintanar [14]; Martínez,
Moreno y Soler [15] y Vaquerizo [16] entre otros, resaltan la importancia del diagnóstico del
TDAH. En el caso de Martínez et al. [13] y Vaquerizo [16] destacan el diagnóstico, inclusive, en
edades de educación preescolar, lo que resulta de gran ayuda en función de la prevención del
comportamiento antisocial, pues un diagnóstico a tiempo podría atenuar el deterioro
emocional que sufren los niños con TDAH como consecuencia de la complejidad de las
relaciones sociales y familiares; en este sentido Miranda, Grau, Marco y Roselló [17] realizan
una investigación en lo tocante a las relaciones familiares y los métodos disciplinarios de los que

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se sirven los padres de niños con TDAH y menciona que "los padres de niños con TDAH suelen
aplicar estrategias de disciplina más inconsistentes y agresivas que los padres de niños sin
TDAH". Asimismo en un estudio conjunto Presentación, García, Miranda, Siegenthaler y Jara
[18] comentan que, factores como la vida social, la relación matrimonial, la relación entre
hermanos y, en general la dinámica familiar se ve afectada a consecuencia de la convivencia
cotidiana con un niño con TDAH, por lo que resulta grave que muchos niños "no están
recibiendo la atención que precisan para que su adaptación al contexto familiar y a los otros
ámbitos en los que se desenvuelven sea adecuada" [18]

Referencias
1- Cornejo, J.W., Osío, O., Sánchez, Y., Carrizosa, J., Sánchez G.,Grisales H., Castillo H. y Holguín J. Prevalencia del
trastorno por déficit de atención ­ hiperactividad en niños y adolescentes colombianos. Revista de neurología. 2005;
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2006.
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problemas de atención y conducta, hiperactividad e impulsividad. 3ed. México, Ed. Editores mexicanos unidos; 2001.
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drug use. Journal of Child Psychology and Psychiatry. 2004; 45:2, pp 195-211.
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6- García, R., Presentación M., Siegenthaler R. y Miranda A. Estado sociométrico de los niños con trastorno por déficit
de atención con hiperactividad subtipo combinado. Revista de Neurología. 2006; 42 (Supl 2): S13-S18.
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16, n° 3, pp. 429-435.
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Málaga, Ed. Aljibe; 2001.
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Rodríguez, L. Criminalidad de menores. México, Ed. Porrúa; 1987.

10- Flick, G. Niños con trastorno de déficit de atención. Estrategias y actividades. Problemas de atención, disciplina y
rendimiento. 3 ed. México, Ed. Editores mexicanos unidos; 2002.
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Trabajo seleccionado para su publicación en la revista Psicologia.com, de entre los presentados al XII
Congreso Virtual de Psiquiatría Interpsiquis 2011.

Cite este artículo de la siguiente forma (estilo de Vancouver):
Rosales Mondragón A. El trastorno por déficit de atención y su relación con el comportamiento
antisocial en menores infractores. Psicologia.com [Internet]. 2011 [citado 15 Sep 2011]; 15:32.
Disponible en: http://hdl.handle.net/10401/4363

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