Con el objetivo de contribuir a la superación de las descompensaciones psicosociales que se producen en los pacientes con epilepsia y alteraciones psíquicas asociadas, fueron estudiados 60 pacientes mediante la Escala de eventos diarios y registro de crisis y tensión (Temkin y Davis, 1984). En ellos habían reaparecido las crisis convulsivas y los síntomas psiquiátricos después de más de un año de control efectivo con un tratamiento medicamentoso estable y sin que aparecieran otras complicaciones neurobiológicas. Posteriormente se les aplicó una serie de estrategias psicoperapeúticas diseñadas para incidir en los aspectos cognitivo, afectivo y conductual del paciente y que integran el llamado Programa mínimo para el conocimiento y dominio del estrés (Zaldivar, 1996). La técnica utilizada resultó efectiva para el control de las crisis epilépticas y de las alteraciones psíquicas concomitantes. Además se contribuyó a disminuir los niveles de riesgo del evento vital y la tensión subjetiva.