Se estima que en España, la demencia afecta a un 1,36% de la
población, alcanzando un 20% para personas mayores de 80 años, y un 25% para mayores de 85 años, es decir, lo que viene siendo una de cada cuatro personas. Por otro lado se estima que la prevalencia de esta patología se multiplicará por 2 cada 6,3 años en Europa. Esta enfermedad conlleva una serie de sintomatología evidente en aspectos cognitivos, motores y psicosociales y de la misma manera, una afectación del procesamiento de los estímulos. No son muchos los estudios sobre el uso del enfoque de integración sensorial en personas con demencia, y se requieren muchas más investigaciones y estudios experimentales, pero lo cierto es que los estudios existentes, manifiestan un mantenimiento más prolongado de las capacidades en los
aspectos antes mencionados que resultan afectados. Llevar a cabo programas orientados a la estimulación olfativa, táctil, gustativa y auditiva a través de actividades propositivas y dentro del ámbito de la Fisioterapia y la Terapia Ocupacional en geriatría, puede contribuir a la mejora en las alteraciones del pensamiento, los problemas de relajación y los trastornos de ansiedad entre otros. Del
mismo modo puede suponer un mantenimiento de la ejecución de las Actividades Básicas de la Vida Diaria, favoreciendo un envejecimiento activo y saludable el mayor tiempo posible.