Los trastornos de ansiedad son una entidad nosológica con una alta prevalencia, constituyendo una discapacidad en las personas que los padecen. Existe evidencia de la efectividad del tratamiento farmacológico y psicoterápico, por lo que profesionales de la salud mental se han visto llamados a investigar hacia otras líneas de intervención. En la presente revisión se realiza una búsqueda en la literatura sobre los posibles beneficios del ejercicio en personas con trastorno de ansiedad. Para la revisión de artículos, se ha utilizado varias bases de datos, y se ha consultado revistas científicas así como la opinión de un psiquiatra. En los criterios de inclusión de artículos destaca la presencia de un trastorno de ansiedad diagnosticado y de intervenciones centradas en el ejercicio. El ejercicio ha sido revisado en trece estudios, que han proporcionado datos sobre la efectividad del ejercicio.
Entre los distintos tipos de ejercicio destaca el aeróbico, seguido de otros como el anaeróbico, el yoga, el Tai Chi o la meditación. Existe discusión entre los resultados, aunque algunos autores aseguran de la existencia de efectos positivos derivados de la práctica de ejercicio. Aunque hay datos que respaldan la práctica de ejercicio en las personas con trastornos de ansiedad, se necesitan más estudios clínicos aleatorios bien diseñados que apoyen esta teoría ya que existe una heterogeneidad de las variables estudiadas y que hace requerir mayor precisión en los estudios futuros.
Melguizo Ábalos P. Psiquiatria.com. 2015; 19:10.
Revisión teórica
Revisión sistemática: beneficios del ejercicio físico en los trastornos de ansiedad
Pablo Melguizo Ábalos1, María José López de la Fuente2
Resumen
Los trastornos de ansiedad son una entidad nosológica con una alta prevalencia, constituyendo
una discapacidad en las personas que los padecen. Existe evidencia de la efectividad del
tratamiento farmacológico y psicoterápico, por lo que profesionales de la salud mental se han
visto llamados a investigar hacia otras líneas de intervención. En la presente revisión se realiza
una búsqueda en la literatura sobre los posibles beneficios del ejercicio en personas con trastorno
de ansiedad. Para la revisión de artículos, se ha utilizado varias bases de datos, y se ha consultado
revistas científicas así como la opinión de un psiquiatra. En los criterios de inclusión de artículos
destaca la presencia de un trastorno de ansiedad diagnosticado y de intervenciones centradas en
el ejercicio. El ejercicio ha sido revisado en trece estudios, que han proporcionado datos sobre la
efectividad del ejercicio. Entre los distintos tipos de ejercicio destaca el aeróbico, seguido de otros
como el anaeróbico, el yoga, el Tai Chi o la meditación. Existe discusión entre los resultados,
aunque algunos autores aseguran de la existencia de efectos positivos derivados de la práctica de
ejercicio. Aunque hay datos que respaldan la práctica de ejercicio en las personas con trastornos
de ansiedad, se necesitan más estudios clínicos aleatorios bien diseñados que apoyen esta teoría
ya que existe una heterogeneidad de las variables estudiadas y que hace requerir mayor precisión
en los estudios futuros.
Palabras claves: Terapia ocupacional, Trastorno de ansiedad, Ejercicio, Relajación, Programas
de cambio del estilo de vida.
Abstract
Anxiety disorders are a nosologic entity with a high prevalence, becoming a disability among the
people who suffer from. There is evidence in the pharmaceutical and psychotherapeutic treatment
effectiveness, so mental health professionals have been called to look into towards other lines of
intervention. On this current review, a research in the literature about the possible benefits of the
exercise in persons with anxiety disorder is carried out. For article revisions some data bases have
been used, therefore several scientific magazines have been consulted as well as a psychiatrist
opinion. On the criteria of articles' inclusion, it is emphasized the presence of a diagnosed anxiety
disorder and interventions focused on the exercise. The exercise has been reviewed along thirteen
studies that have provided data about the exercise effectiveness. Among the different kinds of
exercise it is emphasized the aerobic one, followed by others like the anaerobic, yoga, Tai Chi or
meditation. There is currently some debate between results, although several authors assert the
existence of positive effects from the exercise practice. Even though there are data which support
the practice of the exercise in persons with anxiety disorders, more random clinic studies welldesigned are needed that support this theory since there is somewhat heterogeneity of the studied
variables and that it makes it to require a better precision on the future studies.
Keywords: Occupational therapy, Anxiety disorder, Exercise, Relaxing, Program of change of
lifestyle.
Psiquiatria.com ISSN: 1137-3148
© 2015 Melguizo Ábalos P, López de la Fuente MJ
Melguizo Ábalos P. Psiquiatria.com. 2015; 19:9
Recibido: 17/03/2015 Aceptado: 25/03/2015 Publicado: 19/08/2015
* Correspondencia: jolopez@unizar.es
1 Terapeuta Ocupacional. E-mail de contacto: pablovspaul@hotmail.com
2 Terapeuta Ocupacional. Ergopraxis Rehabilitación Funcional. Departamento de Fisiatría y Enfermería de
la Universidad de Zaragoza. E-mail de contacto: mjolopez@unizar.es
Melguizo Ábalos P. Psiquiatria.com. 2015; 19:9
Introducción
La ansiedad es una emoción natural, presente en todos los humanos, que resulta muy adaptativa
pues nos pone en alerta ante una posible amenaza; sin embargo, a veces se vive como una
experiencia desagradable (emoción negativa), especialmente cuando alcanza una elevada
intensidad, que se refleja en fuertes cambios somáticos (1). Para considerarse una entidad
nosológica, como trastorno de ansiedad, debe cumplir una serie de criterios operativos: tiene que
tratarse de un trastorno primario; no debe ser totalmente explicable desde el punto de vista
biológico; es "comprensible", con matizaciones desde el punto de vista psicológico; y puede
objetivarse algún grado de afectación o disfunción para el enfermo. Casi siempre se acompaña de
algún grado de desánimo o disforia, sin llegar a cumplir criterios de un síndrome depresivo (2) ya
que son entidades nosológicas distintas (3). Un estudio (Gili et al.) dice que la presencia de
ansiedad en personas con trastorno depresivo mayor explica de forma moderada un
empeoramiento en el funcionamiento en estas personas (4). La comorbilidad con otros trastornos
del estado de ánimo resulta especialmente discapacitante en la calidad de vida relacionada con la
salud (5). Otras patologías asociadas con frecuencia es el consumo de sustancias y otros trastornos
asociados a factores somáticos (6).
La Clasificación Internacional de Enfermedades, en su décima revisión (CIE-10), clasifica los
trastornos de ansiedad dentro de los "trastornos neuróticos, trastornos relacionados con el stress
y trastornos somatomorfos" (7). La Asociación Americana de Psiquiatría (APA), tipifica éstos como
trastorno de pánico, fobias, trastorno obsesivo-compulsivo, trastorno por estrés post-traumático,
y trastorno de ansiedad generalizada. Otros autores recogen otras clasificaciones. Estos trastornos
son muy frecuentes en todos los ámbitos del sistema sanitario (8). Son algunos de los trastornos
psicopatológicos más prevalentes y es de suma importancia contar con herramientas apropiadas
para facilitar la detección y el diagnóstico de los síntomas de ansiedad (9).
El tratamiento de los trastornos de ansiedad tiene dos vertientes: una farmacológica y otra no
farmacológica. Dentro de los tratamientos no farmacológicos cobra gran relevancia la
psicoterapia básica "de apoyo" (2, 10) o la terapia cognitivo-conductual (11-14), y otras terapias como
la psicodinámica, cognitiva o la conductual (15). La terapia psicoanalítica está indicada en
trastornos neuróticos principalmente aunque su eficiencia es limitada (2). Finalmente existe una
gran diversidad de técnicas y métodos terapéuticos específicos para tratar los trastornos de
ansiedad: tratamiento de Brown, O'Leary y Barlow (1993, 2001), tratamiento de Kendall (1994),
tratamiento del grupo de Dugas (2005), tratamiento del perfeccionismo patológico, etc. (11).
Los trastornos de ansiedad producen un estado de discapacidad al interferir en las actividades
productivas y en las actividades de tiempo libre, al igual que en la rutina diaria (6). La intervención
desde terapia ocupacional puede contribuir a su recuperación (16), promoviendo el desarrollo,
mantenimiento y recuperación de las capacidades, destrezas o aptitudes del individuo (17) con
actividades ligadas al automantenimiento y autocuidado, la educación y la productividad, y el ocio
y el juego, incidiendo, en último término, en la salud individual (18). Una vía terapéutica que dista
del tratamiento farmacológico y/o psicoterápico es la modificación del estilo de vida, incluyendo
la práctica de ejercicio.
Siguiendo esta última línea, se ha demostrado que la actividad física aumenta los niveles de ciertos
factores tróficos, principalmente el BDNF (factor neurotrófico derivado del cerebro) en el
hipocampo, y este aumento conduce a la expresión diferencial de ciertos genes relacionados con
la actividad neuronal, la estructura sináptica y la plasticidad neuronal (19-20). Hay evidencia de que
las personas que padecen estrés crónico tienen a la vez una reducción del BDNF (19). Por otro lado,
el ejercicio media en la respuesta del sistema cardiovascular, siendo éste uno de los principales
sistemas alterados durante los estados de ansiedad, especialmente en las crisis. Diversos estudios
han puesto de manifiesto que la práctica regular de actividad física produce un aumento de la
autoconfianza, sensación de bienestar y mejora el funcionamiento intelectual, tanto en la
población sana como en el tratamiento de trastornos de estrés o de ansiedad (21).
Conociendo la evidencia disponible de los tratamientos psicoterápicos y farmacológicos, se ha
visto necesario buscar en la literatura si la práctica de ejercicio produce efectos beneficiosos en
personas con trastorno de ansiedad, e investigar qué tipo de ejercicio produce efectos más
positivos.
Objetivos
El objetivo principal de la presente revisión es determinar la efectividad del ejercicio en personas
con un diagnóstico de trastorno de ansiedad. Secundariamente se busca clasificar las técnicas más
utilizadas, identificando cuáles son más eficaces. En definitiva se buscará encuadrar el ejercicio
en los programas de cambio de estilo de vida en personas con este diagnóstico desde un servicio
de terapia ocupacional.
Metodología
Criterios de selección
Tipo de estudios: revisiones sistemáticas, meta-análisis y estudios clínicos aleatorios.
También estudios clínicos no aleatorios bien diseñados, y estudios de cohortes o casos y
controles con una muestra muy grande y un buen diseño.
Tipo de participantes: los participantes en el estudio tienen que estar diagnosticados de un
trastorno de ansiedad establecido como entidad nosológica.
Tipo de intervención: se incluyen intervenciones tanto de ejercicio como de relajación,
acompañadas o no de terapia farmacológica, pero diferenciadas de terapias psicológicas.
Idioma: artículos en cualquier idioma.
Cobertura cronológica: publicaciones en los últimos 10 años.
Estrategia de búsqueda
Las fuentes de información que se han utilizado son bases de datos, revistas científicas y entrevista
a un profesional del ámbito de la psiquiatría. Concretamente, las bases de datos consultadas han
sido Alcorze, Pubmed, OT Seeker, Biblioteca Cochrane. También la revista científica especializada
en el tema, la Journal of Anxiety Disorder. La entrevista fue realizada al doctor De Miguel
(psiquiatra del centro de salud Actur Sur de Zaragoza).
Los descriptores utilizados han sido: para Alcorze, "anxiety disorder" AND "exercise", con un
límite temporal de 2012 hasta la actualidad; "anxiety disorder" AND "occupational therapy". En
Pubmed, "anxiety" AND "occupational therapy"; "anxiety disorder" AND "occupational therapy";
"anxiety disorder" AND "exercise", con límite temporal de los últimos cinco años. En OT Seeker,
"anxiety disorder" AND "exercise"; "anxiety" AND "exercise". En la Biblioteca Cochrane Plus:
"anxiety disorder". En la revista Journal of Anxiety Disorder, la búsqueda se limitó a los artículos
publicados desde 2012. El límite temporal hasta el año 2012 es debido a la existencia revisiones
con búsqueda de esa fecha.
Métodos de revisión
La búsqueda bibliográfica fue realizada entre enero y mayo de 2014. Los resultados han sido 784
artículos devueltos, de los cuales 35 fueron consultados. El resto no se consultaron después de
leer el título y resumen. A los artículos consultados se aplicó los criterios de selección.
Finalmente los artículos incluidos en la revisión sistemática han sido 13 (ver tabla 1), tras la
aplicación de los criterios de selección. Se han excluido 22 artículos (ver tabla 2) por no cumplir
con los criterios de inclusión, siendo la causa más frecuente el no diagnóstico de trastorno de
ansiedad.
De los estudios incluidos, hay 6 revisiones sistemáticas, 1 meta-análisis, 4 estudios clínicos
aleatorios, 1 estudio cuasi-experimental, y 1 estudio de cohortes (ver gráfico 1).
Gráfico 1: Nº de estudios incluidos
Rev. sistemáticas
Estudios clín. aleat.
Meta-análisis
Cuasi-experimen.
Cohortes
5
Melguizo Ábalos P. Psiquiatria.com. 2015; 19:9
Tabla 1: Artículos incluidos
Título
Autores y año
Tipo ejercicio
Metodología
Evidencia
Jayakody K, Gunadasa S, Hosker C.
2014
Aeróbico y anaeróbico a
diferentes intensidades.
Revisión
sistemática.
IA
Exercising the worry away: How inflammation, oxidative and nitrogen
stress mediates the beneficial effect of physical activity on anxiety disorder
symptoms and behaviours (23).
Moylan S, Eyre HA, Maes M, Baune
BT, Jacka FN, Berk M. 2013
Diferentes tipos de ejercicio.
Revisión
sistemática.
IA
Let's get physical: a contemporary review of the anxiolytic effects of
exercise for anxiety and its disorders (24).
Asmundson GJ, Fetzner MG,
Deboer LB, Powers MB, Otto MW,
Smits JA. 2013
Diferentes tipos de ejercicio.
Revisión
sistemática.
IA
Complementary and alternative therapies as add-on to pharmacotherapy
for mood and anxiety disorders: A systematic review (25).
Ravindran AV, Da Silva TL. 2013
Ejercicio físico, yoga,
fototerapia, deprivación del
sueño y acupuntura.
Revisión
sistemática.
IA
Yoga for anxiety: a systematic review of the research evidence
Kirkwood G, Rampes H, Tuffrey V,
Richardson J, Pilkington K. 2005
Yoga.
Revisión
sistemática.
IA
Krisanaprakornkit T, Sriraj W,
Piyavhatkul N, Laopaiboon M. 2009
Meditación de concentración y
mindfulness.
Revisión
sistemática.
IA
Exercise for anxiety disorders: systematic review
Meditation therapy for anxiety disorders (Review)
.
(22)
.
(26)
.
(27)
Meta-analysis: Aerobic exercise for the treatment of anxiety disorders
(28)
.
Bartley CA, Hay M, Bloch MH. 2013
Aeróbico.
Meta-análisis.
IA
Effect of relaxation exercises in generalized anxiety disorder (GAD)
.
Khan AM, Taj R, Ahmah W, Iqbal F,
Ahmed S. 2013
Técnicas de relajación
muscular.
Estudio clínico
aleatorio.
IA
Effect of Tai Chi exercise on the physical and mental health of the elder
patients suffered from anxiety disorder (30).
Song QH, Shen GQ, Xu RM, Zhang
QH, Ma M, Guo YH, et al. 2014
Tai Chi.
Estudio clínico
aleatorio.
IA
Comparing Physical Exercise in Groups to Group Cognitive Behaviour
Therapy for the Treatment of Panic Disorder in a Randomized Controlled
Trial (31).
Hovland A, Nordhus IH, Sjobo T,
Gjestad BA, Birknes B, Martinsen
EW, et al. 2013
Aeróbico, anaeróbico y
práctica de deportes de
competición.
Estudio clínico
aleatorio.
IA
(29)
1
Melguizo Ábalos P. Psiquiatria.com. 2015; 19:9
Randomized Controlled Trial of Mindfulness Meditation for Generalized
Anxiety Disorder: Effects on Anxiety and Stress Reactivity (32).
Hoge EA, Bui E, Marques L, Metcalf
CA, Morris LK, Robinaugh DJ, et al.
2013
Mindfulness
Estudio clínico
aleatorio.
IA
Treating generalized anxiety disorder using complementary and alternative
medicine (33).
McPherson F, McGraw L. 2013
Acupuntura, yoga, masaje,
nutrición y ejercicio.
Cuasiexperimental.
II-1B
Physical exercise in adults and mental health status. Findings from the
Netherlands Mental Health Survey and Incidence Study (NEMESIS) (34).
Ten Have M, De Graaf R,
Monshouwer K. 2011
No especifica.
Cohortes.
II-2C
Tabla 2: Artículos excluidos
Título
Autores y año
Razón exclusión
Treatment of panic in chest pain patients from emergency
departments: efficacy of different interventions focusing on panic
management.
Marchand A, Belleville G, Fleet
R, Dupuis G, Bacon SL, Poitras
J. 2012
No hay tratamiento físico; sólo farmacológico y psicológico.
Symptoms of specific anxiety disorders may relate differentially
to different physical activity modalities in young adults.
O`Loughlin E, Low N, Sabiston
C, Brunet J, Dugas E Chaiton M,
et al. 2013
Existe tratamiento físico de personas con síntomas de los diversos trastornos de
ansiedad pero no están diagnosticados; en el cuestionario se remarca quiénes
están diagnosticados pero no obstante el estudio y las conclusiones se centran en
la presencia de la sintomatología y no de la enfermedad.
Regular exercise, anxiety, depression and personality: A
populatiom-based study.
De Moor MHM, Beem AL,
Stubbe JH, Boomsma DI, De
Geus EJC. 2006
Estudio transversal en el que se realiza una encuesta a personas voluntarias, sin la
necesidad de ser diagnosticadas de trastorno de ansiedad.
A terapia ocupacional reduzindo sintomas ansiosos em uma
clínica psiquiátrica.
Anónimo. 2008
Carta al director. No existe ningún estudio.
Relationship of vigorous physical activity to psychologic distress
among adolescents.
Allison K, Adlaf E, Irving H,
Hatch J, Smith T, Dwyer J, et al.
2005
Las personas que siguen la intervención no tienen diagnóstico de trastorno de
ansiedad.
2
Melguizo Ábalos P. Psiquiatria.com. 2015; 19:9
Balance treatment ameliorates anxiety and increases self-esteem
in children with comorbid anxiety and balance disorder.
Bart O, Bar-Haim Y, Weizman E,
Levin M, Sadeh A, Mintz M.
2009
Las personas que siguen la intervención no tienen diagnóstico de trastorno de
ansiedad.
Burn pain and anxiety: the use of music relaxation during
rehabilitation.
Ferguson S, Voll K. 2004
Las personas que siguen la intervención no tienen diagnóstico de trastorno de
ansiedad.
A stress management program: inpatient-to-outpatient
continuity.
Courtney C, Escobedo B. 1990
Artículo del año 1990.
Morita therapy a Japanese method for treating neurotic anxiety
syndrome.
Watanabe N, Machleidt W. 2003
Artículo del año 2003.
Social anxiety in physical activity participation in patients with
mental illness: a cross-sectional multicenter study.
De Herdt A, Knapen J,
Vancampfort D, De Hert M,
brunner E, Probst M. 2013
Incluye pacientes con trastorno de ansiedad, trastorno del ánimo, trastorno de la
conducta alimentaria, trastorno de personalidad y con problemas de drogadicción,
y no realiza una separación de los resultados por grupos de enfermedad.
Changes in lifestyle for psychiatric patients three years after the
start of short- and long-term psychodynamic psychotherapy and
solution-focused therapy.
Knekt P, Laaksonen MA,
Raitasalo R, Haaramo P,
Lindfors O. 2010
Determina que los participantes tienen trastorno de ansiedad por cuestionarios,
pero no están diagnosticados. Además, la intervención se basa en cambios en el
estilo de vida en donde incluye factores no relacionados con el ejercicio y no
diferencia en los resultados las distintas terapias realizadas.
Interventions for generalized anxiety disorder in older adults:
Systematic review and meta-analysis.
Gonçalves D, Byrne G. 2012
Es una revisión que incluye 14 estudios en los que el tratamiento es farmacológico
y 13 que es psicoterápico.
A pilot feasibility evaluation of the CALM Program for anxiety
disorders in early childhood.
Comer JS, Puliafico AC,
Aschenbrand SG, McKnight K,
Robin JA, Goldfine ME, et al.
2012
El tratamiento seguido es el programa CALM (Coaching Approach behavior and
Leading by Modeling), el cual no incluye ejercicio ni terapias físicas.
Acceptance and commitment group therapy for health anxiety
Results from a pilot study.
Eilenberg T, Kronstrand L, Fink
P, Frostholm L. 2013
El tratamiento seguido es el programa ACT (Acceptance and Commitment
Therapy), el cual no incluye ejercicio ni terapias físicas.
An effective exercise-based intervention for improving mental
health and quality of life measures: a randomized controlled trial.
Atlantis E, Chow CM, Kirby A,
Fiatarone M. 2004
Los participantes en el estudio no tienen trastorno de ansiedad.
3
Melguizo Ábalos P. Psiquiatria.com. 2015; 19:9
Effects of aerobic exercise on anxiety sensitivity
Broman-Fulks JJ, Berman ME,
Rabian BA, Webster MJ. 2004
Los participantes no están diagnosticados de trastorno de ansiedad.
Bidirectional association between physical activity and symptoms
of anxiety and depression: the Whitehall II study (36).
Azevedo Da Silva M, SinghManoux A, Brunner EJ,
Kaffashian S, Shipley MJ,
Kivimäki M, et al. 2012
Los participantes no están diagnosticados de trastorno de ansiedad.
Personality, physical activity, and symptoms of anxiety and
depression: the HUNT study (37).
Brunes A, Augestad LB,
Gudmundsdottir SL. 2013
Los participantes no están diagnosticados de trastorno de ansiedad.
Mindfulness and Self-Compassion in Generalized Anxiety
Disorder: Examining Predictors of Disability.
Hoge EA, Hölzel BK, Marques L,
Metcalf CA, Brach N, Lazar SW,
et al. 2013
No existe intervención, sino sólo evaluaciones.
The Effect of Eight Weeks Hydrotherapy Exercises on the Mental
Health of Men Staffs of Bid Boland Gas Purge Company of
Omidiyeh City.
Zarghami M, Haghali E,
Nikbakht M,Valizadeh R. 2012
No especifica si la selección de la parte de la muestra que finalmente se somete al
estudio tiene trastorno de ansiedad; dicha selección se realiza por escalas.
Acute exercise ameliorates reduced brain-derived neurotrophic
factor in patients with panic disorder.
Ströhle A, Stoy M, Graetz B,
Scheel M, Wittmann A, Gallinat
J, et al. 2010
Estudio de casos y controles con una muestra muy pequeña: 12 casos y 12
controles.
Efectos del ejercicio físico sobre la ansiedad
Akandere M, Tekin A. 2004
Los participantes no están diagnosticados de trastorno de ansiedad.
.
(38)
.
(35)
Resultados
Análisis de los artículos incluidos
Los resultados obtenidos se han organizado: primero revisiones y meta-análisis, después estudios
experimentales y finalmente el estudio de cohortes.
En una revisión del año 2014 (Jayakody et al.), ocho estudios clínicos aleatorios (Broocks,
Esquivela, Lambert, Martinsen, Merom, Oeland, Sexton, Wedekind) se incluyeron, en los que se
sometía a ejercicio físico a los participantes, diagnosticados con trastorno de ansiedad. Se
consideró el ejercicio frente a la no intervención y a otras intervenciones, en combinación con
otros tratamientos y oposición a otras intervenciones, y la comparación de diferentes formas de
ejercicio. Concluye expresando que el ejercicio físico puede ser eficaz como tratamiento adyuvante
al farmacológico antidepresivo, siendo menos eficaz que éste, y que tanto ejercicio aeróbico como
anaeróbico parece ser que reducen los síntomas de ansiedad. También que la combinación con el
tratamiento cognitivo-conductual en el caso de pacientes con fobia social puede ser beneficioso
(22).
Otra revisión (Moylan et al.) del año 2013, analiza las interrelaciones entre los trastornos de
ansiedad, la actividad física y la inflamación y el estrés oxidativo y de nitrógeno (EON), para
explorar si la modulación de la inflamación y del EON puede, en parte, afirmar el efecto
beneficioso de la actividad física en los trastornos de ansiedad. Incluye una tabla específica con 7
artículos revisados (Jazaieri, Herring, Wedekind, Merom, Broocks, Martinsen, Hovland) para el
análisis del ejercicio físico en los trastornos de ansiedad. Comenta la existencia de beneficios
clínicos sobre los trastornos de ansiedad y la sintomatología de la ansiedad. Destaca que existe un
poder anti-inflamatorio y contra el EON del ejercicio sobre el cerebro. Finalmente concluye en
que existe una heterogeneidad de los programas de ejercicio (tipo, estructura e intensidad)
además de diferencias entre distintos trastornos de ansiedad, sumado a factores individuales, que
hace complicado extraer conclusiones firmes (23).
En la presente revisión sistemática (Asmundson et al.), del año 2013, los textos analizados se
dividen en dos: ejercicio en personas con trastorno de ansiedad (Martinsen, Broocks, Hovland,
Wedekind, Diaz and Motta, Manger and Motta, Newman and Motta, Brown, Abrantes, Merom,
Herring) y en personas sin trastorno de ansiedad. Concluye advirtiendo de la existencia de efectos
beneficiosos del ejercicio, pero como tratamiento adicional al farmacológico y psicológico (24).
La revisión de la literatura de este estudio (Ravindram et al.) del año 2013, incluye personas con
diagnóstico de trastorno del ánimo o de ansiedad. En las diferentes terapias estudiadas incluye el
ejercicio, específicamente el ejercicio aeróbico y anaeróbico (Martinsen, Oeland, Arenque, Brown,
Lancer, Wedekind), el yoga (Katzman, Shanahoff Khalsa, Beckett, Shannahoff - Khalsa), la
fototerapia, la deprivación del sueño y la acupuntura (Yuan, Feng, Hollifield). Ni de fototerapia
ni de deprivación del sueño encontró publicaciones referentes al trastorno de ansiedad.
Finalmente expresa que sólo el ejercicio tiene evidencia suficiente de efecto positivo sobre el
trastorno de ansiedad generalizada y el trastorno de pánico, y que no hay evidencia suficiente para
la acupuntura o el yoga (25).
La presente revisión (Kirkwood et al.), del año 2005, sobre el tratamiento de trastornos de
ansiedad y la ansiedad mediante yoga, se analizaron 8 estudios clínicos, 6 de los cuales eran
aleatorios y 2 no aleatorios. En cinco los participantes estaban diagnosticados de trastorno de
ansiedad (Shannahoff-Khalsa, Shama, Sahasi, Vahiaa, Vahiab). Comenta que la metodología de
los estudios no es rigurosamente correcta, con mala calidad, por lo que los resultados deben ser
considerados con precaución. Concluye diciendo que no es posible asegurar que el yoga sea eficaz
ni en personas con síntomas de ansiedad, ni aquellas con trastornos de ansiedad, pero se aventura
1
Melguizo Ábalos P. Psiquiatria.com. 2015; 19:9
a decir que existen resultados alentadores, particularmente en el trastorno obsesivo-compulsivo
(26).
Esta revisión (Krisanaprakornkit et al.) del año 2009, de ensayos clínicos aleatorios, incluye
participantes con diagnóstico de trastorno de ansiedad (con o sin enfermedad psiquiátrica
comórbida). Las intervenciones incluidas son meditación de concentración y mindfulness,
comparadas con terapia farmacológica, psicológica, otros métodos de meditación o con ninguna
intervención. Solamente se incluyeron dos estudios (Raskin, Shannahoff), de forma que los
autores concluyen en que mediante la poca evidencia recogida no se puede aconsejar el
tratamiento de los trastornos de ansiedad utilizando las técnicas de meditación mencionadas (27).
El presente meta-análisis (Bartley et al.) del año 2013, incluye 7 ensayos clínicos aleatorios
(Broocks, Herring, Hovland, Jazaieri, Martinsen, Merom, Wedekind) para un análisis total de 407
sujetos. En el grupo experimental incluye ejercicio aeróbico, mientras que los grupos de controles
las técnicas utilizadas son: ejercicio no aeróbico, placebo, terapia cognitivo-conductual,
psicoeducación y meditación. Destaca que cuatro ensayos informaron un beneficio significativo
del ejercicio sobre los síntomas de ansiedad en comparación con un placebo; sin embargo
concluye con que no hay un efecto claro de los beneficios del ejercicio para el tratamiento de los
trastornos de ansiedad. Respecto a los controles tratados farmacológicamente o con psicoterapia,
refiere que el ejercicio aeróbico no muestra diferencias significativas que avalen su beneficio sobre
los dichos tratamientos. En comparación con el ejercicio no aeróbico, tampoco se encontró
evidencia clara del efecto positivo del ejercicio aeróbico. La conclusión del análisis es que no hay
evidencia del uso primario del ejercicio en personas con trastorno de ansiedad (28).
En este estudio clínico aleatorio (Khan et al.) del año 2013 se incluyeron 100 participantes entre
20 y 50 años, con diagnóstico de trastorno de ansiedad generalizada (TAG). El grupo experimental
recibe técnicas de relajación (técnica de Jacobson), mientras que el grupo control tratamiento
farmacológico ansiolítico. Se utilizó la Escala de Ansiedad de Hamilton. Tras cuatro semanas de
tratamiento, los resultados fueron: 78% de los participantes no mostraron síntomas de ansiedad,
16% síntomas leves y 6% moderados, sin registro de participantes con síntomas severos. En el
grupo control los porcentajes fueron, respectivamente, 28, 44, 20 y 8%. Los autores concluyen
que existe evidencia suficiente para recomendar el entrenamiento físico en personas con TAG,
con un riesgo mínimo de efectos adversos (29).
Otro estudio clínico aleatorio (Song et al.) del año 2014, coge una muestra de 32 pacientes
mayores que sufren trastorno de ansiedad; los divide al azar en el grupo experimental y el grupo
control, asignando a cada uno de ellos 16 personas. Ambos grupos reciben tratamiento
farmacológico, pero el grupo experimental, además, tratamiento de Tai Chi (35 minutos durante
el día y la tarde). El tratamiento dura 45 días, momento en que se utiliza las evaluaciones: Escala
de Ansiedad de Hamilton, e Inventario Genérico de Calidad de Vida. Los resultados expresaron
que había mejor puntuación de las personas del grupo experimental respecto al grupo control. Es
significativo el resultado de recurrencia del trastorno, siendo del 43% en el grupo control y del 9%
en el grupo experimental. Concluye diciendo que el tratamiento farmacológico y de Tai Chi
conjuntamente es más beneficioso que meramente farmacológico (30).
En este estudio clínico aleatorio (Hovland et al.) del año 2013 se intentó comparar el ejercicio
físico a la terapia cognitivo-conductual (TCC) para el trastorno de pánico. 17 personas fueron
asignadas al azar a tres sesiones semanales de ejercicio físico, y 19 a una sesión semanal de TCC,
duración de 12 semanas. Los participantes fueron evaluados antes del inicio del tratamiento, en
el post-tratamiento y a los 6 y 12 meses después, utilizando el Inventario de Movilidad, el
Cuestionario Cognitivo de Agorafobia y el Cuestionario de Sensaciones Corporales. Las sesiones
de ejercicio se dividieron en tres: aumento de la capacidad aeróbica (caminar/correr 60 minutos),
de la fuerza muscular (circuito de 9 ejercicios), y deporte o juegos de competición. La duración de
cada sesión fue de 90 minutos (incluyendo calentamiento, estiramiento e interrogatorio final) y
la intensidad fue creciendo a lo largo del estudio. No hubo una diferencia significativa de cambio
real entre ambos grupos (63'2% TCC - 35'3% ejercicio), pero sí en cuanto a un cambio clínico
(52'6% - 11'8%) y respecto a la no recurrencia de ataques de pánico (47'4% - 11'8%). Concluyen
diciendo que el grupo TCC es más eficaz que el grupo de ejercicio físico para el tratamiento del
trastorno de pánico inmediatamente después del tratamiento y en las evaluaciones de
seguimiento (31).
El análisis de este ensayo clínico aleatorio (Hoge et al.) del año 2013 evalúa el programa
Mindfulness Basado en la Reducción del Estrés (MBSR) en personas con trastorno de ansiedad
generalizada (TAG). 93 personas se asignaron aleatoriamente a una intervención grupal de 8
semanas de tratamiento de MBSR (n=48) o a un control (n=41) de Educación a la Gestión del
Estrés (EGE). Se utilizó la Escala de Ansiedad de Hamilton, la Impresión Global Clínica de
Gravedad y Enfermedad, el Inventario de Ansiedad de Beck y el Test de Estrés Social de Trier. Los
resultados mostraron una reducción de las puntuaciones en la Escala de Ansiedad de Hamilton
en ambos grupos, en el punto final del tratamiento, pero con diferencias poco significativas. Sin
embargo en las demás escalas utilizadas se detectó una diferencia significativa, a favor del MBSR.
Los autores concluyen sugiriendo que el MBSR puede tener un efecto beneficioso sobre los
síntomas de ansiedad en el TAG y que puede mejorar la reactividad al estrés (32).
Un estudio con un diseño cuasi-experimental (McPherson et al.) del año 2013, se propuso evaluar
los beneficios de un programa multiterapia para un grupo de 37 participantes con trastorno de
ansiedad generalizada (TAG). Los participantes recibieron tratamientos de acupuntura una vez a
la semana durante 6 semanas y participaron en ejercicios de respiración mediante la técnica de
yoga, masaje con aceites perfumados, consejos de nutrición y ejercicio. Se utilizó la Escala de
Depresión, Ansiedad y Estrés 21 (DASS-21) para determinar los síntomas de ansiedad
principalmente, y el GAD-7. Tras la intervención, sólo 25 participantes finalizaron el estudio. Los
resultados resaltaron una reducción significativa de la ansiedad. Los autores concluyeron
comentando que estas terapias pueden ser útiles para aquellas personas que buscan un
complemento a los tratamientos farmacológicos y psicoterápicos (33).
El presente estudio (Ten Have) del año 2011, de cohortes, recogió una muestra representativa de
7.076 personas adultas de la población holandesa escogidas al azar para estudiar la asociación
entre la actividad física durante el tiempo libre y la prevalencia, incidencia y evolución de los
trastornos mentales. Entre las distintas patologías psiquiátricas se incluyeron diferentes tipos de
trastorno de ansiedad: pánico, agorafobia, social, específica, generalizada y obsesivo-compulsiva.
La muestra acumulativa de todos estos trastornos de ansiedad a los 12 meses del inicio del
tratamiento fue de 568, registrando un 54% de recuperación. Se dio una asociación negativa entre
ejercicio físico y prevalencia e incidencia de los trastornos de ansiedad. Algunos datos específicos
de interés fueron que el ejercicio ocasional en el trastorno fóbico presenta menor incidencia que
el ejercicio continuo (a diferencia de los demás trastornos de ansiedad), que la remisión de los
trastornos de ansiedad a los 12 meses presentó mayor porcentaje en el TAG (96%), o que no había
diferencias significativas entre ambos sexos en las variables de prevalencia e incidencia. Sus
conclusiones son inespecíficas, englobando todos los trastornos mentales, afirmando que el
ejercicio físico es beneficioso para la salud mental, que tiene pocos efectos secundarios negativos
y es barato; no obstante refiere que es incierto que la asociación mostrada refleje una verdadera
relación causal (34).
Relación entre los diferentes trastornos de ansiedad y las técnicas utilizadas
Es pertinente organizar los datos recogidos en los estudios para facilitar un análisis de
información y la futura extracción de conclusiones (ver tabla 3). En las revisiones sistemáticas y
meta-análisis, se han incluido artículos con diferentes trastornos y técnicas (ver tabla 4), mientras
que cuatro de los cinco estudios experimentales eran más específicos respecto a las mismas
variables (ver tabla 5). El estudio de cohortes no especificaba el tipo de ejercicio (ver tabla 6).
Tabla 3: Métodos y conclusiones de los estudios
Estudios*
Diagnósticos
Jayakody K,
et al. 2014
(22).
TP, A, TAG, TAS.
Grupos**
Ejercicio / no intervención.
Ejercicio / otras intervenciones (placebo,
medicación, TCC).
Ejercicio en combinación con otros
tratamientos (ejercicio y terapia ocupacional
/ cambios en el estilo de vida; ejercicio y
TCC / relajación y TCC; ejercicio y
antiderpresivos / relajación y placebo).
Aeróbico / no aeróbico.
Leve / moderado / intenso.
3.
Tipo de ejercicio
Conclusiones
Aeróbico, anaeróbico,
relajación. Leve (andar),
moderado e intenso.
El ejercicio físico puede ser eficaz como
tratamiento adyuvante. Es menos eficaz
que el tratamiento farmacológico
antidepresivo. Ambas formas (aeróbico y
anaeróbico) parece ser que reducen los
síntomas de ansiedad. La combinación con
tratamiento cognitivo-conductual en TAS
puede ser beneficioso.
Moylan S, et
al. 2013.
(23).
TP, A, TAG, TAS.
1.
2.
3.
4.
Aeróbico / placebo.
Aeróbico / resistencia / lista de espera.
Mindfulness / aeróbico.
Aeróbico / no tratamiento.
Aeróbico y mindfulness.
Distintas intensidades.
Existencia de beneficios clínicos sobre los
trastornos de ansiedad y la sintomatología
de la ansiedad.
Asmundson
GJ, et al.
2013 (24).
TP, A, TAG, TAS,
TOC, TPT.
1.
2.
3.
4.
Aeróbico / anaeróbico.
Ejercicio / placebo / fármacos.
Ejercicio / TCC.
Ejercicio / relajación /ejercicio y placebo /
relajación y placebo.
Ejercicio y TCC / psicoeducación y TCC.
Ejercicio de entrenamiento / aeróbico / lista
de espera.
Aeróbico (caminar, correr),
anaeróbico, deporte.
Distintas intensidades.
Efectos beneficiosos del ejercicio, pero
como tratamiento adicional al
farmacológico y psicológico.
5.
6.
Ravindran
AV, et al.
2013 (25).
TP, TAG, TAS, TOC,
TPT.
1.
2.
3.
4.
5.
Aeróbico y anaeróbico / lista de espera.
Ejercicio / relajación.
Yoga / relajación.
Acupuntura / mediación.
Acupuntura y TCC / lista de espera.
Ejercicio aeróbico y no
aeróbico, yoga, fototerapia,
deprivación del sueño y
acupuntura.
El ejercicio tiene evidencia suficiente de
efecto positivo sobre el TAG y el TP. No
hay evidencia suficiente para la
acupuntura o el yoga.
Kirkwood G,
et al. 2005
(26).
TOC, NA.
1.
2.
Kundalini (yoga) / relajación y mindfulness.
Kapalabhati y ujjayi pranayama (yoga)
/placebo.
Sukhasna, talanasa, pranayama, etc. (yoga)
/ diazepam (ansiolítico).
Asana, pranayama, etc. (yoga) / relajación.
Yoga / anxiolíticos y antidepresivos.
Yoga.
No hay evidencia de que el yoga sea eficaz
ni en personas con síntomas de ansiedad,
ni aquellas con trastornos de ansiedad.
Existen resultados alentadores,
particularmente en el TOC.
Meditación / biofeedback muscular /
relajación.
Kundalini (yoga) / relajación mindfulness.
Meditación de concentración
y mindfulness.
No se puede aconsejar el tratamiento de
los trastornos de ansiedad utilizando las
técnicas de meditación mencionadas por
los escasos estudios (n=2).
Ejercicio / MBSR.
Caminar, correr / lista de espera,
entrenamiento de resistencia.
Caminar, correr con placebo / relajación con
placebo.
Andar / educación sanitaria.
Andar, correr / placebo.
Andar, correr / ejercicio intenso, relajación y
flexibilidad.
Aeróbico.
No hay evidencia del uso primario del
ejercicio en personas con trastorno de
ansiedad.
3.
4.
5.
Krisanaprakornkit T, et
al. 2009
(27).
TOC, NA.
Bartley CA,
et al. 2013
(28).
TP, A, TAG, TAS.
Melguizo Ábalos P. Psiquiatria.com. 2015; 19:9
7.
Andar, correr, ejercicio intenso / TCC.
Khan AM, et
al. 2013
(29).
TAG.
Relajación y ansiolíticos (n=50) / ansiolíticos
(n=50).
Técnicas de relajación
muscular.
Existe evidencia suficiente para
recomendar el entrenamiento físico en
personas con TAG, con un riesgo mínimo
de efectos adversos.
Song QH, et
al. 2014
(30).
No especifica el tipo
de trastorno de
ansiedad.
Tai Chi con tratamiento farmacológico (n=16) /
paroxetina (n=16).
Tai Chi.
El tratamiento farmacológico y de Tai Chi
conjuntamente es más beneficioso que
meramente farmacológico. Los niveles de
recurrencia son menores en el tratamiento
combinado.
Hovland A, et
al. 2013
(31).
TP, A.
Ejercicio físico: andar y correr, fuerza muscular y
deporte (n=17) / TCC (n=19).
Aeróbico, anaeróbico y
práctica de deportes de
competición.
El grupo TCC es más eficaz que el ejercicio
físico para el TP.
Hoge EA, et
al. 2013
(32).
TAG.
MBSR (n=48) / educación a la gestión del estrés
(n=41)
Mindfulness.
El MBSR puede tener un efecto beneficioso
sobre los síntomas de ansiedad en el TAG
y puede mejorar la reactividad al estrés.
McPherson F,
et al. 2013
(33).
TAG.
Acupuntura, yoga, masaje, nutrición y ejercicio
(n=37). No grupo control.
Acupuntura, yoga, masaje,
nutrición y ejercicio.
Uso de estas terapias como complemento
a los tratamientos farmacológicos y
psicoterápicos.
Ten Have M,
et al. 2011
(34).
TP, A, TAG, TAS,
TOC.
Ejercicio específico para cohorte de trastornos de
ansiedad a los 12 meses (n=568).***
No especifica.
El ejercicio físico es beneficioso para la
salud mental. La asociación mostrada no
evidencia una verdadera relación causal.
TP: trastorno de pánico; A: agorafobia; TAG: trastorno de ansiedad generalizada; TAS: trastorno social de ansiedad o fobia social; TOC: trastorno
obsesivo-compulsivo; NA: neurosis ansiosa. TCC: terapia cognitivo-conductual; MBSR: mindfulness basado en la reducción del estrés.
* Se incluye el primer autor del artículo y el año de publicación.
** Se incluye: grupo experimental / grupo control. A partir del segundo grupo son considerados grupo control.
*** No grupo experimental ni control. Estudio de cohortes.
5
Melguizo Ábalos P. Psiquiatria.com. 2015; 19:9
Tabla 4: Relación de los trastornos de ansiedad y relación de los tipos de ejercicio.
Revisiones sistemáticas y meta-análisis (n=7)
Nºde revisiones que contienen estudios con trastornos de ansiedad de cada tipo.
Nº de revisiones que contienen estudios con ejercicio
de cada tipo.
Trastorno de ansiedad
n
Tipo de ejercicio
n
TP (con o sin A)
5
Aeróbico (incluye deporte)
5
TAS
5
Anaeróbico
3
TAG
5
Mindfulness
2
TOC
4
Yoga
2
TPT
2
Otras formas de meditación y relajación.
1
NA
2
Tabla 5: Relación de los trastornos de ansiedad y relación de los tipos de ejercicio.
Estudios experimentales (n=5)
Nº de estudios experimentales en los que incluyen los
Nº de estudios experimentales en los que incluyen los
diferentes tipos de trastornos de ansiedad.
diferentes tipos de ejercicio.
Trastorno de ansiedad
n
Tipo de ejercicio
n
TP (con o sin A)
1
Aeróbico (incluye deporte)
1
TAS
-
Anaeróbico
1
TAG
3
Mindfulness
1
TOC
-
Yoga
1
TPT
-
Tai Chi
1
NA
-
Otras formas de meditación y relajación.
1
6
Melguizo Ábalos P. Psiquiatria.com. 2015; 19:9
Tabla 6: Relación de los trastornos de ansiedad y relación de los tipos de ejercicio.
Estudios de cohortes (n=1)
Nº de estudios de cohortes en los que incluyen los
Nº de estudios cohortes en los que incluyen los
diferentes tipos de trastornos de ansiedad.
diferentes tipos de ejercicio.
Trastorno de ansiedad
n
Tipo de ejercicio*
n
TP (con o sin A)
1
Aeróbico (incluye deporte)
-
TAS
1
Anaeróbico
-
TAG
1
Mindfulness
-
TOC
1
Yoga
-
TPT
-
Tai Chi
-
NA
-
Otras formas de meditación y relajación.
-
*No especifica el tipo de ejercicio.
Opinión de un experto en psiquiatría
El doctor De Miguel, psiquiatra del centro de salud Actur Sur de Zaragoza, comenta que el
ejercicio en las personas con trastorno de ansiedad tiene la función de prevenir las crisis de
ansiedad, ya que produce cambios orgánicos, principalmente en la frecuencia cardíaca. Sin
embargo, estos efectos son inespecíficos en función del trastorno de ansiedad. Aunque los
diferentes tipos de ejercicio parecen ser beneficiosos, el ejercicio aeróbico al aire libre proporciona
una serie de ventajas, como es la exposición a la luz solar (con su efecto antidepresivo) o su fácil
disponibilidad (tanto económicamente como en accesibilidad). Además este ejercicio aeróbico le
da al cerebro una referencia del estado cardíaco que no le puede dar la meditación, por ejemplo.
El principal problema a la hora de prescribir ejercicio a los pacientes es la disposición de éstos a
hacerlo, ya que la experiencia clínica dice que prefieren la pastilla, y que el ejercicio se toma como
algo opcional y secundario. Finalmente, la práctica de ejercicio físico debería aparecer en los
programas de prevención.
Discusión
Ejercicio aeróbico y no aeróbico
Los beneficios del ejercicio aeróbico ha sido la variable más utilizada (22-25, 28, 31). Existe una opinión
común en cuanto a sus beneficios sobre los trastornos de ansiedad, pero se especifica como
tratamiento añadido (22,24) a otras terapias como son la farmacológica y las psicoterapias (24) y no
se respalda su uso primario (28). Un estudio afirma tener efectos beneficiosos sobre los trastornos
de ansiedad y los síntomas de ansiedad por su poder antiinflamatorio (23) aunque otros autores
respaldan que se desconoce los procesos fisiológicos del ejercicio sobre el cerebro humano (24).
7
Melguizo Ábalos P. Psiquiatria.com. 2015; 19:9
En cuanto al ejercicio anaeróbico se ha encontrado menor número de estudios respecto al ejercicio
aeróbico. Al igual que en el caso del ejercicio aeróbico, se respalda su uso como tratamiento
adyuvante (22,24).
Finalmente una revisión (25) concluye en que tanto el ejercicio aeróbico como anaeróbico tienen
suficiente efecto positivo sobre el TAG y TP. También se refiere a ambos como menos efectivos
que la terapia cognitivo-conductual pero con efectos significativamente comparables a ésta en el
TP (31).
Yoga y tai chi
Una revisión sistemática centrada en los efectos del yoga sobre los trastornos de ansiedad (26)
concluye que no se puede determinar que esta técnica sea eficaz, aunque muestra resultados
positivos, especialmente en el TOC. Otra revisión (25) respalda que no existe evidencia suficiente.
Un estudio en el que incluye terapias alternativas (incluyendo al yoga) las define como
tratamientos adicionales al farmacológico y psicoterápico (33).
El Tai chi solamente fue estudiado en un estudio clínico aleatorio (ECA) (30), mostrando resultados
beneficiosos, aunque en el estudio ambos grupos (experimental y control) reciben tratamiento
farmacológico, por lo que su conclusión determina al Tai Chi como tratamiento añadido a éste.
Meditación y relajación
Una revisión sobre las terapias de meditación en los trastornos de ansiedad (27) incluye solamente
dos artículos, por lo que no rescata conclusiones claras sobre el beneficio de estas técnicas. Una
técnica repetida en distintos estudios (23,27,32) es el método de meditación mindfulness. En un ECA
dedicado al estudio del mindfulness sobre personas con TAG (32), determina que puede tener un
efecto beneficioso. Por último, otro ECA con personas con TAG (29), se probó el efecto beneficioso
de técnicas de relajación, devolviendo resultados favorables.
Otras terapias
Dos estudios incluyen revisión e intervenciones con técnicas alternativas, como es fototerapia,
deprivación del sueño (25), masaje, nutrición (33) y acupuntura (25,33). No se encontraron referencias
de fototerapia o deprivación del sueño en el bibliografía (25), mientras que de masaje y nutrición
puede producir efectos beneficiosos como tratamiento añadido al farmacológico (33). De la
acupuntura se añadió que no existía evidencia suficiente (25) pero que podía tener efectos positivos
(33). En el caso de estas terapias se discute la validez de sus resultados por no diferenciarse
claramente los efectos producidos por cada técnica individualmente.
Complicaciones para el análisis de la información
Distintos artículos nombran no haber una homogeneidad en los trastornos y tipos de ejercicio
estudiados (23,28). Se determina frecuentemente que se necesita mayor número de estudios bien
diseñados para respaldar los efectos beneficiosos del ejercicio físico sobre los trastornos de
ansiedad. Uno de los motivos frecuentes de exclusión de artículos para la presente revisión ha
sido el no cumplir el criterio de inclusión de padecer un trastorno de ansiedad. No obstante,
muchos de ellos ratifican que el ejercicio reduce síntomas de ansiedad en población sana o con
índices de ansiedad (35-38).
8
Melguizo Ábalos P. Psiquiatria.com. 2015; 19:9
Conclusiones
En respuesta al objetivo principal del estudio, en personas con trastorno de ansiedad existen
indicios de que puede reducir los síntomas de ansiedad, no obstante, terapeutas ocupacionales
y/o psiquiatras deben utilizar estos datos con precaución.
Secundariamente se buscaba conocer las técnicas más estudiadas y, tras la presente revisión, el
ejercicio aeróbico, seguido por el anaeróbico, el yoga y el mindfulness han sido las más utilizadas
en la bibliografía.
Respecto al último objetivo de la revisión, vemos que existe una heterogeneidad de las variables
a investigar, empezando por los propios trastornos de ansiedad y los diferentes tipos de ejercicio,
y finalizando por diferencias individuales como son la edad, el sexo, la comorbilidad con otras
patologías o, simplemente, el deseo por la práctica de ejercicio. Esto dificulta objetivar resultados
y clasificar los tipos de ejercicio más eficaces.
Es importante que los profesionales sanitarios consideren el ejercicio en los programas de
modificación de estilos de vida y que sean concisos en el estudio de las variables que rodean al
tratamiento.
Por último, se requiere un mayor número de estudios clínicos aleatorios bien diseñados que
aporten evidencia.
Agradecimientos
Agradecer a Segundo De Miguel Gimeno, Licenciado en Medicina en especialidad de Psiquiatría
y Doctor en Medicina por la Universidad de Zaragoza por su disponibilidad y amabilidad,
participación, y en definitiva por su opinión y experiencia clínica que sirve de evidencia para el
conocimiento de la ciencia.
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