Durante los últimos años se ha producido un
incremento en la tasa de suicidio, por ello y para la prevención del mismo, se han realizado numerosos estudios basados en la autopsia psicológica. Se trata de un método que implica la exploración retrospectiva e indirecta de la personalidad y la vida de una persona ya fallecida, recogiendo para ello toda la información disponible
sobre el sujeto con entrevistas estructuradas a los miembros de la familia, los parientes o los amigos, al igual que la información que se pueda obtener de las historias médicas, el examen forense y otros documentos. Por tanto, es una reconstrucción socio psicopatológica
post mortem.