Vallejos M. Psiquiatria.com. 2015; 19:4.
Artículo original
Trauma, criminología y trastornos psiquiátricos: análisis
de una población femenina privada de su libertad
Trauma, criminology and psychiatric disorders: analysis of female population deprive of their liberty
Miguel Vallejos1, Matías S Bertone2, Jessica Muniello3
Resumen
Objetivo: Numerosos estudios previos han demostrado altos índices de trastornos psiquiátricos
y elevadas tasas de experiencias traumáticas en la infancia en las personas que se hallan detenidas
y privadas de su libertad en instituciones carcelarias. En este estudio se decidió investigar la
prevalencia de los diferentes tipos de experiencias adversas infantiles y la prevalencia de
trastornos psiquiátricos y de intento de suicidio en pacientes- internas alojadas en una
institución Psiquiátrica- Penitenciaria.
Materiales y método: Se realizó un estudio epidemiológico, entre mayo del 2012 y Diciembre
del año 2013, en el cual se evaluaron a 25 internas-pacientes que pertenecían al Dispositivo de
Tratamiento de Mujeres del Programa Interministerial de Salud mental Argentino (PRISMA)
ubicado en el predio del Complejo Penitenciario Federal IV, Ezeiza, República Argentina.
Se utilizaron las escalas: SCID I y II, y la ACE (Adverse Childhood Experience).
Resultados: se halló que el 92 % de las participantes había padecido alguna experiencia adversa
en su infancia. Se encontró una elevada tasa de abusos en sus distintas formas: sexual (56 %),
físico (76 %), emocional (80 %) y de negligencia (56 %). A su vez se observó que todas las pacientes
presentaban algún trastorno mental y más de la mitad cumplía criterios diagnósticos para dos o
más trastornos psiquiátricos. El diagnóstico más frecuente es el trastorno de personalidad (60 %).
Asimismo se encontró que el 68 % habían cometido, al menos una vez, un intento de suicidio.
Conclusiones: al igual que en otros estudios en instituciones penitenciarias, hallamos altas tasas
de prevalencia de experiencias adversas infantiles y de trastornos psiquiátricos.
Palabras claves: Maltrato infantil, Abuso Infantil, Mujeres detenidas, Trastorno psiquiátrico,
Escala ACE.
Abstract
Objective: Numerous previous studies have shown high rates of psychiatric disorders and high
rates of traumatic experiences in childhood in people who are arrested and deprived of his
freedom in prison institutions. In this study we decided to investigate the prevalence of different
types of adverse childhood experiences and the prevalence of psychiatric disorders and suicide
attempts in patients-internal-housed in a prison psychiatric institution.
Materials and Methods: A descriptive study was carried out between May 2012 and November
of this year, in which 25 inner-patients belonged to Treatment Device Women's Interministerial
Program Argentino Health (PRISMA) were evaluated are located on the campus of the Federal
Correctional Complex IV, Ezeiza, Argentina.
Psiquiatria.com ISSN: 1137-3148
© 2015 Vallejos M, Bertone MS, Muniello J.
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Results: was found that 92% of participants had had any adverse experience in childhood. Sexual
(56%), physical (76%), emotional (80%) and neglect (56%): a high rate of abuse in its various
forms was found. At the same time it was noted that all patients had a mental disorder and more
than half met diagnostic criteria for two or more psychiatric disorders. The most common
diagnosis is personality disorder (60%). It also found that 68% had made at least once a suicide
attempt.
Conclusions: As in other studies in correctional institutions, we found high prevalence rates of
adverse childhood experiences and psychiatric disorders.
Keywords: Maltreatment childhood, Child abuse, Women arrested, Psychiatric disorder, ACE
scale.
Recibido: 7/06/2014 Aceptado: 17/10/2014 Publicado: 12/06/2015
* Correspondencia: mvallejos@yahoo.com.ar
1 Médico especialista en Psiquiatría y Medicina Legal. Médico psiquiatra de planta del Programa PRISMA.
Docente de la Cátedra de Medicina Legal y Deontología de la Universidad de Buenos Aires (UBA).
2 Licenciado en Psicología. Coordinador del dispositivo de evaluación del Programa PRISMA. Doctor en
Psicología.
3 Licenciada en Psicología. Coordinadora del Programa PRISMA. Asesora de la Subsecretaría de Gestión
Penitenciaria.
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Introducción
En los últimos años se han realizado numerosos estudios (Arnow, B.A., 2004; Kendler, K..S.,
Bulik, C.M. & Silberg, J., 2000) que han demostrado que determinadas experiencias infantiles
(antes de los 18 años) producen situaciones de vulnerabilidad psíquica y a su vez, se ha observado
que existe una asociación significativa, entre quienes padecieron maltrato infantil y el desarrollo
en la adultez, tanto de padecimientos mentales como de problemas físicos.
Hace algunos años se pensaba que el abuso sexual y el abuso físico, eran las situaciones más
traumáticas dentro de las experiencias que un sujeto podía padecer durante su infancia.
Actualmente se considera que experiencias, tanto de abuso emocional como de negligencia física
y emocional, constituyen eventos disruptivos que influyen en la estructuración psíquica de un
sujeto y que se producen en mayor amplitud y de manera menos visible, lo que contribuye a su
cronicidad y a la dificultad de implementación de estrategias terapéuticas y sociales apropiadas.
Armow, B.A, (2004) observó que los estudios que se han realizado para estimar la prevalencia de
experiencias adversas en la infancia difieren en diversos factores metodológicos, tales como las
definiciones de los términos (abuso, infancia) y la delimitación de la población estudiada;
consiguientemente se presentan dificultades al intentar comparar los resultados de los mismos.
El CDC (Center for desease Control and Prevention) realizó un estudio, en el año 2010, sobre
26.229 personas de la población general, de ambos sexos y de cinco estados diferentes de Estados
Unidos que consistía en realizar entrevistas telefónicas y las personas respondían las preguntas
de la encuesta ACE. El estudió arrojó como resultados que el 59,4 % había padecido algún evento
adverso en la infancia y que el 8.7 % reportó haber sufrido cinco o más experiencias adversas.
Además se halló, que del total de experiencias adversas, el 25 % padeció abuso verbal, el 15 %
abuso físico y el 12 % abuso sexual, encontrándose diferencias clínicamente significativas entre
ambos sexos (17 % en mujeres vs. 6.7% en hombres).
La Organización Mundial de la Salud (OMS) realizó en el año 2012 un estudio en 21 países de
distintos continentes sobre la prevalencia de experiencias adversas infantiles en población general
y obtuvo como resultado que el 38 % había padecido alguna experiencia adversa.
En la República Argentina se observa una importante carencia de estudios científicos
epidemiológicos que analicen la prevalencia de maltrato infantil en distintos grupos de personas
(población general, personas con padecimientos mentales), lo cual impide realizar análisis de
manera adecuado y serio sobre esta problemática, y a su vez imposibilita la implementación de
estrategias apropiadas tanto de prevención como terapéuticas a personas que fueron víctimas de
estas situaciones.
De los escasos estudios confeccionados en nuestro país, ubicamos dos que aportan datos sobre el
maltrato infantil. Bringiotti M.I. & Raffo P.E. (2010), realizaron un estudio en 2750 estudiantes
Universitarios, de ambos sexos, de un rango etario entre 18-63 años para evaluar la prevalencia
de maltrato infantil. Del total de los que manifestaron haber padecido maltrato infantil, 45 %
refirieron abuso físico, 36 % negligencia física y psicológica y 19 % abuso sexual.
En el año 2011, Sanchez, N.I. & Cuenya, L., efectuaron un estudio en la Provincia de Buenos Aires,
en Argentina, en el que se evaluaron a 5341 niños y adolescentes que habían sido maltratados; los
resultados revelaron que el maltrato físico era el más frecuente, seguido de negligencia y abuso
sexual.
Gould, D.A., Stevens, N.G., Ward, N.G. & et al., (1994) confeccionaron un estudio en los Estados
Unidos de América, sobre un grupo de pacientes que se encontraban recibiendo tratamiento en
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atención primaria, el 44 % reportó haber padecido en su infancia algún tipo de abuso (sexual,
físico o emocional) y el 22 % manifestó haber sufrido múltiples tipos de abuso. A su vez se observó
que las mujeres reportaron más abuso sexual que los hombres.
Briere J. & et al., (1997) realizaron un estudio para evaluar la presencia de maltrato infantil en
pacientes mujeres que se encontraban en una sala de emergencia psiquiátrica y hallaron tasas de
prevalencia de abuso infantil más altas que en los estudios de población general. El 53 %
manifestó haber padecido abuso sexual y el 42 % reportó abuso físico.
Los resultados de numerosos estudios (Clements-Nolle, K, Wolden, M. & Bargmann-Losche, J. ,
2009; Driessen, M., Schroeder, T., Widman, B. & et al., 2006; Friestad, C., Ase-Bente, R. &
Kjelsberg, E., 2012) sostienen la hipótesis que las mujeres detenidas han experimentado eventos
adversos en la infancia en mayor medida que la población general.
En un estudio llevado a cabo en Alemania, Driessen, M. & et al., (2006), analizaron distintas
variables de una población carcelaria, evaluando detenidos de ambos sexos. En el estudió se halló
que del total de sujetos estudiados, el abuso más frecuentemente hallado era el emocional (54 %),
seguido por abuso físico (49 %) y abuso sexual (23 %). Con respecto a este último abuso se observó
una diferencia significativa entre ambos sexos, ubicando que las mujeres habían padecido más
historias de abuso sexual. Asimismo se reportó una tasa de 70 % de negligencia emocional y 40 %
de negligencia física.
En otro estudio, Clements-Nolle, K., Wolden, M. & Bargmann-Losche, J. (2009), evaluaron a 247
mujeres detenidas en una cárcel de los Estados Unidos de América y encontraron altas tasas de
traumas infantiles: abuso emocional (58%), abuso físico (54%), abuso sexual (51%), negligencia
emocional (53%), y negligencia física (41%).
Friestad, C., Ase-Bente, R. & Kjelsberg, E.,(2012), realizaron un estudio en Noruega, en el cual
analizaron a 141 mujeres privadas de su libertad. Este estudió arrojó como resultado que el 83 %
habían padecido alguna experiencia adversa antes de los 18 años y ubicaba una prevalencia de 39
% de abuso emocional, 36 % de abuso físico, 33 % de negligencia y en menor medida abuso sexual
(19 %).
Asimismo algunos estudios (Driessen, M., & et al, 2006; Fazel, S. & Seewald, K., 2012; Mundt,
A.P., Alvarado, R., Fritsch, R., Poblete, C., Villagra, C., Kastner, S. & Priebe, S., 2013) han
demostrado una alta prevalencia de trastornos psiquiátricos entre los internos alojados en
instituciones penitenciarias, ubicando a los trastornos de personalidad, trastornos por consumo
de sustancias y a los trastornos del estado de ánimo, como los más prevalentes.
Las revisiones sistemáticas (Fazel, S. & Seewald, K., 2012) sugieren que numerosos trastornos
mentales, tales como trastorno de personalidad y trastorno del estado de ánimo, son más
frecuentes en la población carcelaria que en la población general.
La mayoría de los estudios realizados en establecimientos penitenciarios fueron llevados a cabo
en Europa o en Estados Unidos de América, por lo cual existen pocos datos sobre la prevalencias
de padecimientos mentales de personas detenidas en Latinoamérica.
En el estudio llevado a cabo en una cárcel de Alemania, Driesen M. & et al., (2006), encontraron
que el 83 % de los participantes padecía algún trastorno en el eje I del DSM IV. A su vez hallaron
una alta prevalencia de los siguientes trastornos mentales: Trastorno por abuso de sustancias
(77%), trastornos de personalidad (53 %) - principalmente trastornos borderline (23 %) y
antisocial (31.7 %). En menor medida puntuaron los Trastornos de ansiedad (44 %) y los
trastornos del estado de ánimo (36 %).
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Mundt, A.P., Alvarado, R., Fritsch, R., Poblete, C., Villagra, C., Kastner, S. & Priebe, S. (2013)
realizaron un estudio en un país sudamericano, Chile, el cual les permitió observar tasas de
prevalencia significativamente mayor entre los presos, en comparación con la población general
en trastornos tales como depresión mayor y consumo de drogas ilícitas.
A su vez en otro estudio en un país Latinoamericano, Pondé, M.P., Freire, A.C. & Mendonça, M.S.
(2011) evaluaron a 497 prisioneros de una cárcel de Brasil y observaron altos índices de trastornos
mentales tales como Trastorno por abuso de sustancias, trastornos de personalidad borderline y
antisocial y trastornos de ansiedad.
El objetivo del presente estudio es: 1) evaluar la prevalencia de experiencias adversas en la
infancia (antes de los 18 años de edad) 2) analizar la prevalencia de trastornos psiquiátricos tanto
en el eje I como en el eje II, según los criterios del Manual Diagnóstico y Estadístico de los
Trastornos Mentales (DSM)
Las hipótesis del presente estudio son que existe una alta prevalencia de trastornos psiquiátricos
en sujetos que se encuentran alojados en una institución Psiquiátrica Penitenciaria y que, a su
vez, existen altos índices de eventos traumáticos en la infancia en estas pacientes-internas.
Materiales y métodos
Participantes
Se realizó un estudio epidemiológico descriptivo, no experimental, que tiene las características de
ser un estudio analítico donde se evalúan distintas variables, tanto estáticas como dinámicas, de
pacientes que fueron alojadas en una Institución Psiquiátrica-Penitenciaria.
El estudio fue realizado entre Julio del año 2012 y Noviembre del año 2013.
En el estudio participaron 25 internas-pacientes que pertenecían al dispositivo de Mujeres del
Programa Interministerial de Salud mental Argentino (PRISMA) ubicado en el predio del
Complejo Penitenciario Federal IV, Ezeiza, República Argentina.
El PRISMA, que se encuentra bajo la órbita del Ministerio de Justicia y Derechos Humanos de la
Nación y del Ministerio de Salud, fue creado con el objeto de tratar las problemáticas de Salud
Mental de mujeres y hombres alojados tanto en las instalaciones de los establecimientos
penitenciarios especializados en materia psiquiátrica del servicio Penitenciario federal (SPF)
como en otras Unidades del SPF. Para lograr sus objetivos y en el marco de distintas disposiciones
legales, el PRISMA dispondrá de diversos dispositivos (Evaluación, Tratamiento, Egreso) con
actividades y finalidades diferentes y específicas, a fin de garantizar la mejor atención posible de
esta problemática particular, la de las personas con trastornos mentales en las cárceles.
Los profesionales de salud Mental del dispositivo de Mujeres del Programa PRISMA son personal
civil, que pertenece al Ministerio de Justicia y derechos Humanos de la Nación.
La investigación se realizó de conformidad con la Declaración de Helsinki (2003) sobre principios
éticos para la investigación médica en seres humanos y a la Ley 26.529 "Derechos del Paciente en
su relación con los profesionales e Instituciones de la Salud" (2009).
Todas las personas que participaron del estudio dieron su consentimiento de manera voluntaria
para participar en el trabajo científico. El mismo fue revisado y aprobado por un Comité de Ética
Independiente (C.E.I.) del centro de estudios en Neurociencia Cognitiva Aplicada SERES
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Instrumentos
La recolección de datos fue realizada a través de entrevistas semiestructuradas individuales
realizadas por un profesional de Salud mental especialista en Psiquiatría. Se utilizaron la Escalas
SCID I y II y la escala ACE.
Entrevista Clínica Estructurada para el DSM (SCID). El SCID (Spitzer, R., Williams, J.W.,
Gibbon, M., & First, M., 1994), es la entrevista más utilizada para evaluar los desórdenes
psiquiátricos del Eje I y II. Consiste de módulos separados para las categorías diagnósticas más
comunes según los criterios diagnósticos del Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos
mentales.
La información acerca de las experiencias en la infancia de los participantes se obtuvo a través de
las preguntas de la Escala que se utilizó en el Estudio de experiencias adversas infantiles (Felitti,
V.J. & et al., 1998) (traducido al español por Carolina Whitelegg y retraducido por Gabriela Cecilia
Kardos).
La ACE (Adverse Childhood Experience) es una escala heteroaplicada. Se ha utilizado en varios
estudios (Felitti, V.J. & et al., 1998; Friestad, C., Ase-Bente, R. & Kjelsberg, E., 2012). Consta de
10 preguntas que permiten evaluar si las personas durante su infancia, considerada como el
período previo a sus 18 años, fueron objeto de distintas situaciones: abusos en sus distintas formas
(físico, sexual y emocional), negligencia física y/o emocional y problemas de su grupo familiar
tanto psiquiátricos como de índole legal.
Asimismo se revisaron las historias clínicas de cada uno de las participantes.
De la información obtenida se analizaron las siguientes variables: sociodemográficas (edad,
estado civil y escolaridad), Historia criminológica (antecedentes de causas penales y causa penal
actual); antecedentes psiquiátricos (antecedentes de tratamientos psiquiátricos previos); historia
de eventos traumáticos; antecedentes de intentos de suicidio; diagnóstico psiquiátrico actual,
según el DSM IV.
Resultados
Análisis Sociodemográfico
La población estudiada tenía una distribución heterogénea con respecto a la edad, con una edad
media de 33.6 años de edad (rango 21-60 años), observándose que la mayoría se encontraba
dentro del rango de 21 a 30 años de edad (40 %).
Otra de las variables sociodemográficas evaluada fue la del estado civil, hallándose que tres
cuartos de las mismas eran solteras (Tabla 1).
Con respecto a la escolaridad de las internas evaluadas, se encontró que un alto porcentaje de las
mismas poseían un nivel de escolaridad bajo.
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Tabla 1. Características Sociodemográficas
n
%
Soltera
19
76
Casada
2
8
Divorciada
2
8
Viuda
2
8
20
80
Secundaria
3
12
Terciario
1
4
Universitario
1
4
Estado Civil
Escolaridad Finalizada
Primaria
Historia Criminológica
Más de la mitad de las pacientes- internas eran primarias, lo cual significa que nunca habían sido
condenadas por alguna conducta típica y antijurídica según el Código Penal Argentino.
Del análisis del resto de las pacientes evaluadas (40 %) que ya habían sido condenadas por haber
cometido al menos un delito penal, las que son consideradas reincidentes desde el punto de vista
penal, se encontró que la mayoría (60 %) habían sido detenidas por dos delitos previos,
principalmente por tentativas de robo.
En relación a la causa de su detención actual se ubica que casi la mitad de las pacientes fueron
detenidas por causas relacionadas con tráfico de estupefacientes (Tabla 2).
Tabla 2. Delitos imputados en su última detención
Delito imputado
%
n
Ley de drogas
44
11
Robo
28
7
Homicidio
20
5
Tentativa de Robo
4
1
Fraude
4
1
7
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Historia de eventos traumáticos
A partir del análisis de la Escala ACE se observa que la puntuación media fue de 5.12 (Grafico 1).
Se puede observar que el 92 % de las participantes habían padecido alguna experiencia adversa
en su infancia. Asimismo se halló que la mayoría de las pacientes (76 %) puntuaban 4 o más
puntos en la escala ACE, lo cual da cuenta de que las participantes habían padecido varios
experiencias adversas durante su infancia.
Gráfico 1. Porcentaje de puntuación de la escala ACE
ACE
18
16
14
12
10
8
6
4
2
0
ACE
Del análisis de los distintos ítems de la escala, tales como abusos en sus distintas formas (sexual,
físico, emocional) y negligencia, se encontró una alta prevalencia de abuso físico y emocional y en
menor medida se ubican al abuso sexual y negligencia física y /o emocional (Tabla 3).
Tabla 3. Variables analizadas de la Escala ACE
Variables
%
n
Abuso sexual
56
14
Simple
36
9
Acceso carnal
20
5
Abuso físico
72
18
Abuso emocional
80
20
Negligencia (física y/o emocional)
56
15
Familiar con problemas psiquiátricos
44
11
8
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Antecedentes de intentos de suicidio
El análisis arrojó como resultado que 17 (68 %) pacientes habían intentado al menos una vez
quitarse la vida en algún momento de su vida. La mayoría (58 %) cometió un solo intento previo
de autolisis. Al analizarse los métodos utilizados para intentar quitarse la vida, se encontró que
un gran porcentaje de las pacientes (58%) utilizó psicofármacos, en segundo lugar emplearon el
método del ahorcamiento (52%), seguidos en frecuencia por lesiones cortantes en antebrazos y
utilización de arma de fuego.
Trastornos psiquiátricos
Más de la mitad (56 %) de las pacientes-internas refirieron haber recibido tratamiento
psiquiátrico y/o psicológico previo a su detención actual.
Con respecto al diagnóstico psiquiátrico, todas las participantes presentaban algún trastorno
psiquiátrico, objetivado según los criterios del DSM IV.
El 56 % (n: 14) de las internas presentaban más de un diagnóstico psiquiátrico, tanto en el eje I
como en el eje II del DSM IV.
Se observó que el trastorno psiquiátrico que más se encontró, utilizando las escalas SCID I y II,
fue el trastorno de la personalidad, siendo el trastorno borderline el más frecuente.
A su vez se encontró que la comorbilidad más frecuentemente hallada era el trastorno por
consumo de sustancias psicoactivas (Tabla 4).
Tabla 4. Diagnósticos Psiquiátricos
DIAGNOSTICO PSIQUIATRICO
Trastorno de la personalidad
%
60
n
15
Antisocial
16
4
Borderline
40
10
Paranoide
4
1
Trastornos por consumo de sustancias
36
9
Trastorno de ansiedad
24
6
8
2
16
4
12
3
Esquizofrenia
8
2
Retraso mental
4
1
Trastorno del estado de animo
20
5
T. Depresivo mayor
16
4
T. Bipolar
4
1
Trastorno por estrés postraumático (TEPT)
Trastorno de ansiedad generalizada
Trastorno delirante
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Conclusiones
El estudio arrojó como resultado una prevalencia más elevada de experiencias adversas infantiles
en comparación con otros estudios realizados en Instituciones Penitenciarias de otros países
(Clements-Nolle, K, Wolden, M. & Bargmann-Losche, J. , 2009; Driessen, M., Schroeder, T.,
Widman, B., von Schoefeld, C. & Schneider F., 2006; Friestad, C., Ase-Bente, R. & Kjelsberg, E.,
2012)
Asimismo se encontró que todas las pacientes padecían algún trastorno mental, según el DSM IV.
A su vez se observó una tasa de prevalencia elevada de algunos tipos de trastornos mentales,
similar a las halladas en otros estudios con sujetos privados de su libertad. La diferencia que
encontramos es una menor prevalencia de Trastornos por consumo de sustancias en comparación
a otros estudios (Driessen, M., Schroeder, T., Widman, B. & et al, 2006; Fazel, S. & Seewald, K.,
2012; Mundt, A.P., Alvarado, R Priebe, S. & et al., 2013; Pondé, M.P., Freire, A.C. & Mendonça,
M.S., 2011).
Nuestro estudio tiene algunas limitaciones, en primer lugar, por las características de la muestra
de las participantes, ya que el programa PRISMA fue creado para abordajes terapéuticos de
determinados padecimientos mentales y esto podría sesgar el tipo de población donde se realizó
el estudio. Además el Programa se halla ubicado en el predio del Complejo penitenciario IV, en
donde se encuentran otros dispositivos de Tratamiento para padecimientos mentales específicos
que se encuentran a cargo de profesionales de la Salud Mental pertenecientes al Servicio
Penitenciario Federal. Estos dispositivos se encargan de abordajes específicos de detenidas con
Trastornos por consumo de sustancias y con Trastornos de personalidad, lo cual podría también
podría explicar algunas diferencias entre nuestros resultados en comparación con otros estudios.
En segundo lugar, la imposibilidad de comparar con otros grupos de sujetos. En nuestro país no
se han realizado, en los últimos años, estudios epidemiológicos sobre maltrato infantil y
padecimientos mentales en distintos grupos de personas (población general, pacientes
psiquiátricos ambulatorios y/o internados) lo cual impide realizar un análisis más claro sobre la
dimensión de la salud mental en sus distintos contextos sociales e institucionales. A su vez esto
imposibilita realizar adecuados abordajes terapéuticos y sociales, tanto a nivel preventivo como
de tratamiento.
En tercer lugar, a nivel metodológico, puede considerarse una limitación el número de la muestra
estudiada (n= 25) por considerarse pequeño. A su vez, al ser un estudio epidemiológico
descriptivo, las conclusiones son inferencias a partir de la medición de variables de una población
determinada: al no contarse con un grupo control para comparar los resultados, las variables
pierden consistencia para evaluar una asociación estadística con los resultados obtenidos.
En este sentido consideramos necesario para avanzar en este ámbito de investigación, analizar las
variables utilizadas en esta exploración, en estudios de corte analíticos y explicativos, para darle
una mayor consistencia estadística a los resultados encontrados.
En conclusión, al analizar las distintas variables, se puede inferir que la mayoría de las pacientes
que participaron del estudio, presentaban algún tipo de vulnerabilidad, relacionado con las
numerosas experiencias infantiles adversas padecidas.
Hermann, J. (2004), manifiesta que a los individuos que han sufrido múltiples eventos
traumáticos, y especialmente si estos fueron sufridos de forma crónica, es necesario abordarlos
con estrategias que permitan construir un espacio de confianza con el terapeuta, ayudando a que
el sujeto pueda darle un significado a su tragedia personal, a que pueda integrarla en su narrativa
y que pueda darle un sentido a sus sufrimientos.
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Conflictos de Interés
Los autores declaran no tener conflictos de interés.
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Vallejos M, Bertone MS, Muniello J. Trauma, criminología y trastornos psiquiátricos: análisis de
una población femenina privada de su libertad. Psiquiatria.com [Internet]. 2015 [citado 12 Jun
2015];19:4 Disponible en:
http://www.psiquiatria.com/revistas/index.php/psiquiatriacom/article/view/1673/
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